Colombia contra las drogas: el fracaso de la prohibición

Exitable
13 Feb 2019

En 2009 las Naciones Unidas volvieron a reunirse una vez más para intentar acabar con las drogas.


Tamaña aventura, claramente imposible, llevó a que algunos países asumieran ciertos objetivos para llegar a tal fin. Diez años después, varias organizaciones sociales de Colombia hicieron su evaluación. Los resultados están contenidos en el informe “La experiencia de Colombia en política de drogas”. Allí se muestra lo lejos que está el país respecto de la propuesta de los funcionarios de Naciones Unidas. De más está decir que Colombia vive una epidemia de violencia relacionada con el tráfico de las drogas fiscalizadas internacionalmente. Una crisis que permea lo social y lo político. Uno de los objetivos que se había trazado Naciones Unidas para el país latinoamericano era la erradicación de los cultivos de coca, cannabis y adormidera. La realidad indica que diez años después el área sembrada de coca aumentó de 103.000 hectáreas (2007) a 171.000 (2017). Otro de los objetivos fue disminuir el consumo. Pues, lo sabido. No solo aumentó sino que las drogas de síntesis se posicionaron como una nueva opción en el mercado colombiano (y latinoamericano en general).

Una guerra sin DDHH

En el reporte se informa que las repetidas intervenciones policiales y militares han socavado los Derechos Humanos de comunidades vulnerables. “Personas en los eslabones más bajos de la cadena de producción, mujeres, personas usuarias de drogas y personas con problemas de salud que buscan acceder a los usos medicinales y fitoterapéuticos de plantas declaradas ilícitas”, señala el reporte. Otros de los puntos que menciona el reporte son las aspersiones con glifosato, el potente herbicida con el que se combaten los cultivos. Entre 1991 y 2015 se asperjaron 1,9 millones de hectáreas con el potente veneno que ha significado la afectación de la salud de campesinos. Pero también de la riquísima fauna y flora nativa de Colombia. La lección que deja Colombia es que la guerra contra las drogas, además de imposible es ineficiente. Y cara. Solo en compra de glifosato, hasta 2012, el gobierno colombiano habría gastado más de 104 millones de dólares.

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