Nos aburrimos de ser contras

Exitable
26 Jun 2014

En el día contra el uso de drogas, avanza la idea de pedir mejores políticas.


El jueves 26 de junio se celebra, como todos los años desde 1988, el "Día Internacional contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas".

Vale la pena señalar la fecha, ya que en ese mismo año se firmó también la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988, el tercero y último de los tres instrumentos que componen el sistema internacional de control de drogas.

No deja de resultar paradójico, en este sentido, que la ONU conmemore cada año la perpetuidad de una política punitiva que ella misma ha ayudado a sostener. La evolución de los tres tratados es significativa para comprender cabalmente las consecuencias del propio sistema de control a nivel global.

Mientras que en un principio la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 se propuso reunir todas las disposiciones internacionales sobre comercio de drogas desde fines del siglo XIX, finalmente se centró en el control de tres plantas maestras: amapola, coca y cannabis.

Sin embargo, la expansión del consumo de todo tipo de sustancias continuó acentuándose en poco tiempo, especialmente en las sociedades de consumo masivo. Por ello, en parte, la Convención Única fue enmendada por el Protocolo de Sustancias Psicoactivas de 1971, que amplió la gama de drogas sujetas a control internacional y profundizó en un abordaje más punitivo y moral, que apegado a criterios científicos y a los derechos humanos.

Finalmente, Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988, como su nombre lo dice, se enfoca en disposiciones casi exclusivamente punitivas para combatir el mercado ilegal que, de un modo u otro, el propio sistema de control había creado, o por lo menos, escalado a nivel global.

Esta última convención propone el endurecimiento de las penas de los delitos contra la salud, entre ellos la posesión, lo que afecta de manera central los mercados locales de drogas. El enfoque de las políticas de drogas actuales ha dado resultados positivos muy limitados y consecuencia negativas de gran magnitud, por lo que se encuentra actualmente en entredicho el simbolismo original del día internacional contra las drogasy comienza también a cambiar la opinión pública mundial.

Ejemplo de ello es la campaña internacional Apoye, no castigue, en la que CuPIHD participa junto a miles de personas y muchas otras organizaciones en México y del mundo, que se centra en una idea sencilla: el uso de drogas debe atenderse como un fenómeno de salud y con apego a los derechos humanos, no a través del castigo y la represión indiscriminada.

La campaña tiene diversas formas de participación, todas muy sencillas y que se pueden encontrar en este vínculo. Además, registrándose aquí, es posible asistir a su lanzamiento en la Ciudad de México el día 26 de junio. El objetivo es llamar la atención del daño que produce la criminalización y la estigmatización de los usuarios, pero también al resto de la sociedad.

Apoye, no castigue, llama a poner fin a la retórica punitiva de la política de drogas para comenzar a construir un enfoque más humano, más efectivo y más cercano a la salud y a la seguridad de todas las personas. Es momento de la acción. Participemos globalmente, actuemos localmente.

E
Exitable