La policía podrá sancionar a los conductores 'que parezcan' ir drogados

Soft Secrets
23 Jul 2019
A partir de hoy, la policía podrá sancionarle penalmente si cree que ha consumido drogas al volante. Ya no será necesaria la prueba del drogotest para demostrar que un conductor va bajo los efectos de las drogas. Bastará con la palabra de los agentes para que los usuarios sean llevados a juicio por un delito penal. La policía se encargará de realizar una revisión a los afectados, donde valorarán su actitud general, su forma de hablar y entender, su grado de coordinación y reacción, la dilatación de las pupilas o incluso si huele a cannabis. Y por si fuera poco, los agentes podrán grabarlo todo en vídeo para poder mostrarlo como prueba en el juicio. La iniciativa fue anunciada el pasado viernes por el Fiscal Coordinador de la Sala de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas. Con ella pretende incrementar el número de condenas penales para aquellos conductores que circulen tras haber consumido drogas. En especial, cannabis y cocaína.

La policía ya tiene una nueva forma de recaudar

Casualmente, esta iniciativa llega en un momento en el que apenas hay condenas penales por conducir bajo los efectos de las drogas. En 2018, más del 35% de los conductores que fueron sometidos al drogotest dieron positivo. Y tan sólo el 0,5% de los casos fueron tratados como delito penal. Hay que tener en cuenta que, a diferencia del alcoholímetro, que sí calcula la cantidad de alcohol en sangre, el drogotest tan sólo avisa de la presencia de sustancias estupefacientes en el organismo. Drogas como el cannabis o la cocaína pueden permanecer durante varios días en el cuerpo, aunque la persona ya no sienta ningún efecto psicoactivo. Es por eso que muchos de esos positivos son falsos, y si el usuario recurre, acaban siendo anulados.  A los conductores a los que no se les impone una sanción penal se les sanciona con 1.000 euros de multa y la pérdida de seis puntos del carnet. Según el Instituto Nacional de Toxicología, el porcentaje de los conductores fallecidos que habían consumido algún estupefaciente se ha doblado en los últimos diez años, pasando del 10,7% al 19,1%. Según comenta el fiscal Vargas, ``hace años, se hizo famosa la frase 'si bebes no conduzcas' y hoy, existe un fuerte rechazo social al alcohol. En cambio, es incomprensible que no esté pasando lo mismo con las drogas que pueden ser incluso más peligrosas a la hora de provocar un accidente. Es hora de que los fiscales tomen cartas en el asunto´´. Lo que no explica el señor Vargas, es que la mera presencia de drogas en el organismo no asegura en ningún caso que la persona fallecida fuera conduciendo bajo sus efectos. Esto provoca que los datos señalados no contemplen cuántos conductores murieron realmente por esta causa. Además, en estos datos también se incluye a personas consumidoras de hipnosedantes y otros medicamentos con receta, por lo que es 'meterlo todo en el mismo saco'. El mismo fiscal sí admite que todavía no es posible ``probar científicamente qué efecto tienen las drogas sobre la conducción´´. Para Vargas, tampoco sirve una determinada tasa, al contrario que con el alcohol. Y con ello justifica las sanciones mediante la revisión de signos externos del conductor. Esto ha dado paso a la creación de la denominada como 'Acta de Signos', en la que se reflejarán los resultados del examen realizado a los conductores que den positivo, o que simplemente aparenten estar bajo los efectos de cualquier droga. Incluso el mero hecho de notar olor a cannabis en el vehículo o en el propio conductor, podría emplearse como prueba para imputar al conductor de un delito penal. Este 'test', junto al propio testimonio de los agentes e incluso vídeos que puedan grabar durante el control, serán pruebas totalmente válidas en un posible juicio. Esto provoca de nuevo una vulneración de los derechos de los consumidores de cannabis. Ahora, además de poder dar falsos positivos en el drogotest, los usuarios podrán ser llevados a juicios si el agente lo considera, mediante unos criterios bastante subjetivos, que podrían suponer sin duda un abuso de la autoridad.
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