Cannabis en Canadá: Demasiado consumidor para tan poca marihuana
El pasado mes de abril, el gobierno canadiense presentó un proyecto de ley para legalizar la venta, distribución y consumo de cannabis en Canadá con fines recreativos para mayores de 18 años. De momento, esta ley todavía no ha entrado en vigor, pero ya se avecinan algunos problemas que pondrán en jaque la legalización de la marihuana en Canadá.
El Ministro de Finanzas de la provincia de Ontario, Charles Sousa, ha afirmado que ''el mayor problema llega desde el lado de la oferta'', y es que varios expertos que analizan la viabilidad de la legalización del cannabis en Canadá, piensan que la demanda será bastante superior a la oferta. Es decir, que habrá mucho consumidor para la poca marihuana que se produce en Canadá.
El Ministro ha subrayado que quieren asegurarse para que cuando se ejecute el proyecto, ''haya suficientes suministros de marihuana para que la actividad legal pueda suplir el mercado''. También ha afirmado en unas declaraciones a Bloomberg que están ''tratando de frenar el uso ilícito y el crimen organizado''.
Para mediados de 2018 está programado el comienzo gradual de la venta de cannabis en Canadá con fines recreativos. Se empezará distribuyendo pequeñas cantidades por correo. Se calcula que para 2021, la demanda de marihuana medicinal y lúdica podría llegar a alcanzar casi los 600.000 kilos anuales. La ley también permitirá cultivar hasta cuatro plantas en casa.
De momento, las empresas están ampliando sus instalaciones para poder atender a la demanda de los consumidores. De momento, sólo los pacientes que tienen permiso para comprar marihuana terapéutica ya están generando una escasez de marihuana en el país.Actualmente, Canadá cuenta con 167.754 pacientes que utilizan el cannabis con fines medicinales, el triple que el año pasado. Este incremento de solicitantes se ha convertido en un quebradero de cabeza para los productores de marihuana, que se están apresurando en construir nuevos espacios para cultivar más cannabis.
El problema es que muchas empresas necesitan datos más fiables sobre la posible demanda inicial que tendrá el cannabis lúdico cuando entre en vigor la ley, y no quieren invertir en mayores instalaciones si corren el riesgo de no amortizarlas. Habrá que esperar a 2018 para saberlo.
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