Acusada de narcotráfico una asociación cannábica de Pontevedra

Soft Secrets
10 Apr 2016

Casa María utilizaba su sede para secar las plantas de marihuana que luego vendía entre sus socios


Casa María utilizaba su sede para secar las plantas de marihuana que luego vendía entre sus socios

La Asociación Casa María es un club social gallego que lleva inscrito desde 2012 en el registro de la Xunta. Ubicada en la calle Tristán de Montenegro, Pontevedra, utilizó su sede social como secadero de las plantas que cultivaban para distribuirlas posteriormente entre sus 129 socios. 

El juzgado número 1 de la localidad ha acusado a dos de los fundadores de la asociación y a uno de los socios de tráfico de drogas. El fiscal pide una condena de 7.000€ de multa y 2 años de prisión para cada uno de los arrestados por tráfico de drogas, más otros dos años años de cárcel y una multa de 1.400€ por asociación ilícita contra los dos fundadores. El club estaba federado e inscrito en la Xunta de Galicia.

La asociación Casa María defendía la necesidad de estudiar sobre ``el cáñamo y sus posibles aplicaciones culturales, científicas y terapéuticas; evitar el peligro para la salud de sus usuarios inherente al mercado ilegal de cannabis mediante actividades encaminadas a la prevención de los riesgos asociados a su uso o promover el debate social sobre su situación legal y la de sus consumidores”.

Otro de los objetivos del club es ``denunciar las arbitrariedades que puedan cometer las distintas administraciones o poderes públicos o cualquier persona´´ y ``la actual demanda de regularización del cannabis como recurso económico, terapéutico y de ocio´´.

La acusación principal de la fiscalía se basa en que los dos fundadores y el socio del club, habían alquilado una cosa en la localidad de Vilaboa, para producir las plantas de marihuana que luego secaban y vendían en la sede de la asociación.

En dos meses, la policía había interceptado cannabis hasta cuatro veces a socios de la asociación al salir del local, algo común teniendo en cuenta de que son consumidores habituales de esta sustancia, pero que desde la investigación considera que se trata de ''compradores'' que acudían al club para comprar la marihuana.

Tras estos hechos, el juzgado autorizó el registro del edificio, en el que se encontraron plantas colgadas del techo, recipientes con cogollos de marihuana y bolsas con tierra y fertilizantes. En la sede, se vendían diferentes variedades de cogollos de Skunk, Green Poison, Twister o Psicodelicia, entre otras.

En el piso de arriba hallaron una plantación con todos los elementos para el cultivo, un pelador de cogollos y una balanza de precisión. En el registro de la otra casa, donde la asociación tenía el cultivo colectivo, se incautaron 130 esquejes, semilleros, macetas, fertilizantes, fungicidas, bombillas de 600w, un humidificador, balastros, bombas de agua, temporizadores, medidores y ventiladores. 

J. Vega //

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