Polvo de resina/Hachís en seco - A mano, a máquina, con hielo seco, de Beyond Buds

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23 Mar 2015

Cómo funciona el tamizado del polvo de resinaEl THC y otros cannabinoides y terpenos están contenidos en glándulas que cubren diversas partes de la planta de marihuana, pero que se concentran en las hojas altas, las flores y las brácteas florales de las plantas hembra no fecundadas. También se encuentran en la cubierta de las semillas y en las zonas de alrededor en las plantas polinizadas. Tamizar la materia vegetal curada es una de las maneras más sencillas de separar estas glándulas para su uso.


Cómo funciona el tamizado del polvo de resina
El THC y otros cannabinoides y terpenos están contenidos en glándulas que cubren diversas partes de la planta de marihuana, pero que se concentran en las hojas altas, las flores y las brácteas florales de las plantas hembra no fecundadas. También se encuentran en la cubierta de las semillas y en las zonas de alrededor en las plantas polinizadas. Tamizar la materia vegetal curada es una de las maneras más sencillas de separar estas glándulas para su uso.

Cómo funciona el tamizado del polvo de resina

El THC y otros cannabinoides y terpenos están contenidos en glándulas que cubren diversas partes de la planta de marihuana, pero que se concentran en las hojas altas, las flores y las brácteas florales de las plantas hembra no fecundadas. También se encuentran en la cubierta de las semillas y en las zonas de alrededor en las plantas polinizadas. Tamizar la materia vegetal curada es una de las maneras más sencillas de separar estas glándulas para su uso. 

Existen varios métodos distintos para preparar la materia vegetal de cara a su procesado, y para tamizar o cribar el polvo de resina. En países cercanos al paralelo 30, como Nepal, Afganistán y Líbano, tradicionalmente se separan pequeñas cantidades de polvo de resina, utilizando un pañuelo de seda, que se estira sobre un cuenco. La marihuana seca, con frecuencia curada hasta seis meses, se frota sobre la tela tensada de seda. El tejido fino de la tela permite que las pequeñas glándulas pasen al cuenco, dejando la materia vegetal encima. Todavía se usan pañuelos de seda con este fin en diferentes partes del mundo, pero las mallas de nailon o de metal que se emplean para imprimir (aún llamadas a menudo mallas de seda) son más duraderas y están disponibles en una variada gama de dimensiones y tamaños de malla.  

Uno de los métodos más simples de sacar polvo de resina es frotando con suavidad la materia vegetal encima de una malla fina. El tamaño de las aberturas de la malla determinan el tamaño de glándula que pasa a través de ellas, así como la cantidad de materia vegetal que se cuela. El vigor aplicado al frotar sobre la malla tiene un gran efecto en la calidad del producto final. Se producen diferentes calidades de polvo de resina variando la cantidad de tiempo que se criba el material, el tamaño de malla y la presión empleada. Tamizar el mismo material varias veces produce más polvo de resina, pero cada criba da como resultado una mayor proporción de materia vegetal mezclada con las glándulas. El color del polvo de resina varía de blanco dorado, en el caso del polvo de resina más puro, a dorado verdoso. Cuanto más verde, más materia vegetal contiene.     

Las cajas para polen o polvo de resina son buenos útiles para obtener pequeñas cantidades. Pueden ser tan simples como una caja de madera para contener el material con una malla encima de un cajón extraíble, en la que se recogen las glándulas que caen de la hierba con el uso normal. Otras cajas están fabricadas específicamente para capturar diferentes calidades de polvo de resina, separando las glándulas de lo vegetal mediante agitación. Sacudir o frotar con vigor excesivo es contraproducente, ya que se recoge demasiada materia vegetal, reduciéndose la calidad. Utiliza material a baja temperatura. La congelación hace que las glándulas se suelten con más facilidad.

Hay máquinas de tamizado más grandes y que están automatizadas de manera muy similar a los mezcladores de pintura, por lo que basta con añadir el material, darle a un botón y dejar que la máquina haga el trabajo.

Las soluciones compactas de fabricación casera son baratas y sencillas de fabricar, usando mallas para imprimir camisetas y carteles. Todo lo que necesitas es la malla adecuada, un marco sobre el que tensarla, y una superficie dura y lisa, de metal o cristal por ejemplo, para recoger el polvo de resina.  

Las mallas de serigrafía hechas de nailon, poliéster o metal pueden encontrarse en tiendas de bellas artes o tiendas online. En Estados Unidos, los tamaños de los tamices suelen estar designados según el número de hilos por pulgada (25,4 mm), así que cuanto más alto sea el número, más fino será el tamiz. Los tamices van de unos 40 hilos hasta 400, siendo los de 110 y 156 los más comunes para imprimir camisetas. Las mallas pueden adquirirse pretensadas en marcos de madera o aluminio, en rollo o en pliegos.

Preparación para el tamizado 

Obtener un polvo de resina excelente apenas requiere trabajo de preparación. La separación del polvo de resina es tan rápida que pueden tamizarse fácilmente pequeñas cantidades, mientras se manicuran cogollos curados o se preparan para otro proceso.

El polvo de resina se obtiene preferentemente de marihuana en basto, seca y bien curada. A mucha gente le gusta recuperar el polvo de resina de la manicura que, de otra forma, sería desechada. Los tallos pueden ser retirados, aunque no es necesario. Cuantos más cogollo emplees, mejor será la calidad del polvo de resina que obtengas. 

Para lograr los mejores resultados, empieza con recortes y hojas que estén secos, pero no demasiado crujientes. Si están demasiado secos, la materia vegetal se vuelve quebradiza y puede deshacerse en polvo que pasa fácilmente a través de la malla, junto a las glándulas que pretendes recoger. El polvo de resina que se hace con material demasiado seco contiene más materia verde, sabe más a clorofila y es menos potente. De forma similar, el material muy prensado, o los “ladrillos” de marihuana, no funcionan tan bien como el material suelto para separar el polvo de resina.

Cuándo tamizar

Tradicionalmente, en las montañas de la región del Hindu Kush, los productores de hachís esperan a que llegue el tiempo frío y seco para tamizar su polvo de resina. El curado es clave para todos los productos finos de la marihuana, así que esperar el tiempo frío es una forma de asegurarse de que los cogollos que se secan al aire estén en estado óptimo. Además, el frío congela los recortes y las hojas secas, haciendo que los diminutos tallos de los tricomas estén quebradizos. Esto permite que las glándulas se suelten con más facilidad. Menos agitación o presión para liberar las glándulas se traduce en menos materia vegetal en el polvo de resina. Como beneficio práctico, mantener intactas las glándulas también reduce la cantidad de resina que queda atascada en la malla, aunque es raro que esto suceda incluso cuando la temperatura es moderada.

Al igual que ocurre con la marihuana demasiado seca, la materia vegetal congelada y demasiado quebradiza puede hacerse polvo y pasar a través de la malla. Humidificar el material, aireándolo en un espacio con humedad alta, puede ayudar. Utilizar una malla más fina puede ser otra solución. Disponer de varios tamaños de malla te permite usar la más adecuada en función del material y la temperatura.

Para obtener polvo de resina de calidad profesional, cuanto más fría esté la materia vegetal, mejor. Prepara el material dejándolo en el congelador de un día para otro.

No hace falta darle demasiadas vueltas al proceso. Recuerda que el polvo de resina es algo simple. Puede obtenerse polvo de resina de una calidad decente en todo tipo de condiciones ambientales. Las temperaturas frescas, alrededor de 15 ºC o menos, son mejores para trabajar con marihuana. Una humedad de baja a moderada está bien y, si el material está especialmente seco, algo de humedad extra puede resultar útil.

Tamizado a mano

El tamizado manual es económico y no requiere más trabajo que tamizar harina. Se pueden comprar mallas o cajas de tamizado ya listas para su uso en muchos lugares y de muchos tamaños. La malla, normalmente de hilos metálicos, viene enmarcada y suele incluir un recogedor inferior sólido, en el cual va reuniéndose el polvo de resina. Las mayoría de tiendas de bellas artes venden mallas de plástico para imprimir, y que ya están tensadas en marcos de madera o aluminio.

No hacen falta habilidades especiales para hacerte tus propias mallas o cajas. Los marcos para tensar las mallas son fáciles de montar o comprar. Sólo tienes que decidir lo grande que quieres tu tamiz, y elegir el tamaño y el material para la malla. La malla de acero inoxidable o “malla metálica” es resistente, duradera, y rara vez necesita una limpieza. La malla de nailon o poliéster es más flexible, pero hay que cambiarla cada año. Los materiales para marcos y mallas de serigrafía están disponibles en tiendas de bellas artes. 

Si te haces tu propia malla o tienes una malla suelta, sin bandeja, un cristal o un espejo sirven bien de superficie para la recogida del polvo de resina. Uses lo que uses, la cualidad clave de una bandeja de recogida es su tersura, ya que el diámetro de las glándulas que se separan puede ser menor que el de un cabello humano. No querrás perder ninguna por la textura de la superficie. Para reunir en un montón de material filtrado, puedes utilizar una tarjeta de crédito, de identidad, o cualquier otra con bordes rectos.

Fabricación de tu propio tamiz

Equipamiento

  • Marco grueso de madera para fotografía, o un marco hecho de madera de 2,5 x 2,5 cm como mínimo.
  • Malla metálica o de seda lo bastante grande como para cubrir la parte inferior del marco. 
  • Grapas de 1 cm con clavos o grapadora.

Corta la malla metálica o de serigrafía a la medida del marco con 2-3 cm o más a cada lado, dependiendo del grosor del marco; la malla debe cubrir los lados del marco. Por ejemplo, si el marco de madera mide 38 x 15 cm, corta la malla para que mida 44 x 21 cm, lo cual deja unos 3 cm extra a cada lado.

Estira la malla y fíjala bien a un lado mediante grapas con clavos o grapas estándar, luego ténsala y asegura el extremo opuesto al otro lado del marco. Repite la operación con los otros dos laterales.

El proceso de tamizado

Sitúa la bandeja de recogida debajo de la malla. Empieza con un puñado de recortes, hojas o cogollos pequeños, lo que prefieras. Las hojas no requieren preparación antes de frotarlas contra la malla, pero usa un picador para preparar los cogollos.

Una vez picados los cogollos, o si usas hojas enteras, frota suavemente el material contra la malla. Una acción suave minimiza la cantidad de materia vegetal que atraviesa el tamiz, y mantiene intactas más glándulas. Esta primera pasada da como resultado el polvo de resina más limpio y más potente.

Los expertos usan a veces múltiples mallas de mayor a menor tamaño. En la primera pasada, utilizan una malla con menos de 11 hilos por cada 25,4 mm. Este primer tamizado separa el grueso de la materia vegetal. El material tamizado se recoge y se pasa a una malla más fina. Como el material ya ha sido reducido a una molienda en basto con la primera malla, la segunda malla, que es más fina, sólo precisa ser ligeramente sacudida o tamborileada para obtener un polvo de resina más limpio. El polvo de resina que queda sobre la segunda malla se guarda para usarla por vía oral, para hacer cápsulas, tinturas o bálsamos. El tamizado con mallas sucesivamente más finas resulta en distintos productos y sabores.   

Haz el primer tamizado de forma suave y breve, durante un minuto como máximo. Esto produce la mejor calidad de polvo de resina, aunque el rendimiento es bastante bajo. Las glándulas más grandes y maduras son las primeras en soltarse y atravesar la malla. Sólo los primeros minutos de material cribado producen un material de fumada agradable. El rendimiento del segundo tamizado sigue siendo potente, pero de calidad considerablemente más baja al primero. Es más verde y tiene más sabor a clorofila. Tras las dos primeras cribas, el material puede tamizarse por tercera vez, durante 10 minutos como mucho, y el producto resultante puede emplearse para  uso oral o externo, o para una purificación posterior.

Al tamizar a mano, son importantes la suavidad de la manipulación y la elección de la malla, al igual que mantener las condiciones ambientales adecuadas. Experimentar es fácil, barato y divertido, por lo que hasta los más novatos pueden aprender a obtener polvo de resina de máxima calidad, con mínimas complicaciones.

Aunque no sea tu producto preferido, el polvo de resina es tan barato y fácil de tamizar en pequeñas cantidades que todo el mundo debería probarlo. Para aquellos que aprecian su sabor puro o sus otros usos lo bastante como para enfocarse a producir cantidades más grandes, un tamiz industrial o una máquina de tambor puede ser una inversión que merezca la pena. Hay muchos tamices disponibles para separar polvo de resina, a menudo promocionados como tamices de polen.

Tamizado a máquina

Si tienes un montón de hojas y recortes para procesar con el fin de producir polvo de resina, puede que el tamizado a mano pronto te parezca cansino e ineficiente. No serías el primero. Las máquinas simples de tambor automatizan gran parte del trabajo para producir polvo de resina en grandes cantidades. Además, lo normal es que separen un porcentaje más alto de glándulas a partir de la materia vegetal que tamizando en plano de manera manual.

El Pollinator

El Pollinator es la máquina original de tambor que desarrolló Mila Jansen, una apasionada del hachís originaria de Holanda y que vivió durante años en la región del Hindu Kush. Mila pasó una buena cantidad de tiempo tamizando a mano polvo de resina con tiempo frío. Por fortuna para el resto de nosotros, Mila es una innovadora.

Una tarde, tras un largo y tedioso día de tamizado, Mila estaba en casa haciendo la colada, cuando la secadora le llamó la atención. De repente, 

se dio cuenta de que la secadora estaba haciendo, esencialmente, lo mismo que ella había estado haciendo todo el día. Poco después, inventó una máquina eléctrica de tambor para uso personal. Pasarían unos años antes de que se le ocurriera que esa máquina podría ser vendible; cuando lo pensó, el resultado fue el Pollinator. 

El Pollinator está disponible en distintos tamaños para servir a diferentes necesidades. Simplemente, depositas en su interior el material a procesar y lo enciendes. La máquina lo mueve suavemente contra una malla fina, de alrededor de 130 hilos por cada 25,4 mm. La cantidad de tiempo que funciona determina la calidad del polvo de resina que se recoge. La empresa Pollinator también tiene disponibles prensas y equipamiento para hachís al agua (como el Ice-O-Lator). 

Polvo de resina con hielo seco, método manual

Es posible que la manera más simple y barata de concentrar los cannabinoides sea también una de las más nuevas. Desde 2009, los productores de hachís han ido probando el hielo seco –que consiste en dióxido de carbono congelado- para producir cantidades impresionantes de polvo de resina. El hielo seco es la manera más rápida de convertir la basura en oro. El tamizado manual a base de hielo seco resulta muy barato, ensucia muy poco y apenas requiere limpieza, y no incluye el uso de productos químicos explosivos, como el aceite obtenido con butano, ni precisa maquinaria costosa. 

El polvo de resina, obtenido con hielo seco, tras un minuto de criba, es mi concentrado favorito. Es muy suave, y contiene un montón de terpenos porque está hecho en frío y no se ha mezclado con nada, ni siquiera agua, lo cual preserva los terpenos. Contiene muy poca materia vegetal, de forma que el producto que se inhala está compuesto prácticamente por glándulas.

Equipamiento

  • Cannabis (28 gramos, recortes secos o congelados en fresco)
  • Bubble Bags (bolsas resistentes de 160 y 220 micras para separación en agua fría)
  • Cubo de 19 litros
  • Una superficie limpia e higiénica de 1,2 metros como mínimo
  • Utensilio de recolección (como un raspador de plástico)
  • Hielo seco, 1,4 kg, roto en pedazos pequeños

Método
El tamizado manual a base de hielo seco emplea los -76 ºC de temperatura del hielo seco para congelar los tallos cerosos de los tricomas, haciendo que se vuelvan lo bastante quebradizos como para romperse durante la agitación. Las glándulas sueltas, entonces, caen a través de la bolsa de 160 o 220 micras hasta una superficie y son recogidas. 

Primero, elige un espacio en interior que esté limpio y sea higiénico, y que cuente con una mesa con una superficie limpia. Las condiciones higiénicas son importantes. No querrás encontrar pelos de perro u otros contaminantes en el producto final. Prepara una mesa grande en la habitación limpia, y cúbrela con papel de hornear.

Pon recortes o cogollo picado en el cubo. Añade hielo seco. Fija con firmeza la bolsa para hachís al agua de 160 micras a la parte de arriba del cubo, usando elásticos grandes de goma, de forma que cuando pongas el cubo boca abajo, el hielo seco y los recortes caigan en la malla.

Coge el cubo y agítalo con suavidad para que el frío se distribuya homogéneamente. Pasado un minuto, pon el cubo boca abajo y sostenlo sobre el papel de hornear. El hielo seco y los recortes caerán al fondo de la bolsa.

Sacude ligeramente la mezcla de hielo seco y recortes arriba y abajo, moviéndote a lo largo de la superficie de la mesa, de manera que el polvo de resina que cae vaya creando un rastro de dos o tres metros de longitud.

Mientras haces esto, el polvo de resina irá cayendo de la bolsa sobre el papel, junto a pequeñas nubes de dióxido de carbono que se evaporan. Sigue sacudiendo durante 30 segundos para tamizar los tricomas a través del filtro. Notarás que las primeras glándulas son de color amarillo dorado pálido, y que a medida que el proceso continúa, el rastro de glándulas se va volviendo más verdoso, debido a que hay más materia vegetal en la mezcla. El primer material que cae, las glándulas doradas, son la mejor calidad.  

Usa un raspador para recoger el polvo de resina, que debería tener un olor fenomenal, y guárdalo en un bote limpio de cristal.

Repite el proceso utilizando la bolsa de 220 micras, y recoge el polvo de resina.

Unos treinta gramos de recortes secos cubiertos de resina producen alrededor de 4 gramos de polvo de resina a 160 micras, y seis gramos más de polvo de resina de calidad inferior a 220 micras.

Consejos

  • El tamizado con hielo seco lo llena todo de polvo de marihuana a menos que la base del cubo, donde se encuentra la malla, se mantenga cerca de la superficie de la mesa.
  • Evita trabajar en sitios con corrientes.
  • Utiliza trozos más pequeños de hielo seco y menos agitación para obtener un polvo de resina más puro. 
  • Usa bolsas para hachís al agua con malla de nailon de alta calidad. Las bolsas con malla de plástico se degradan con el frío extremo del hielo seco.  
  • Si te haces tu propio artilugio, utiliza malla de acero inoxidable en vez de nailon. El nailon se desgasta y se desprende cuando se congela por el hielo seco. El acero inoxidable dura indefinidamente.
  • Puedes usar recortes secos o congelados en fresco. Ambos funcionan bien, y el material congelado en fresco contiene más terpenos.

Polvo de resina con hielo seco, método a máquina

Si pasamos a una escala más grande, Friendly Farms hace en California una máquina portátil de extracción para tamizar cannabis con hielo seco. 

Equipamiento

  • 1 kg de recortes frescos o numerosos gramos de recortes secos
  • Cono Extraction Contraption con abrazadera
  • Mezcladora eléctrica de cemento que sea portátil
  • 4,5 kg de hielo seco
  • Peróxido de hidrógeno
  • Guantes resistentes al frío 

Método
Este método es muy simple. Llena la mezcladora con 1 kg de cualquier mezcla de hoja seca, recortes y cogollo picado, y 4,5 kg de cubitos o trozos pequeños de hielo seco. Sujeta el cono del Extraction Conception con una abrazadera.

Pon en marcha la mezcladora e inclínala de manera que el cono esté hacia abajo. El dispositivo girará, mezclando el hielo seco y los recortes. El Extraction Contraption incluye mallas desde 75 hasta 150 micras, para que las glándulas puedan pasar al tiempo que se retiene todo lo demás.

Pasado un minuto, apaga la mezcladora. Retira el recogedor y ábrelo. El fino polvo seco que hay dentro puede que sea el mejor polvo de resina que hayas visto jamás. Este es el extraordinario polvo de resina cribado durante un minuto con hielo seco. Casi no contiene materia vegetal, sólo glándulas. Reluce de color amarillo pálido. Retira el polvo de resina recién separado.   

Vuelve a poner el cono en el extractor varias veces para hacer pasadas de dos o tres minutos. A la cuarta pasada, la resina está bastante verde y ya no tiene una fumada agradable. Puede usarse para posteriores extracciones y para cocinar. Después de girar durante 10 minutos, casi todas las glándulas han sido separadas. 

Este método extrae el 3% de THC de las hojas en un polvo de resina con un 30%. Produce entre 60 y 112 gramos de polvo de resina por cada 450 gramos de material. Su limpieza es de las más sencillas, ya que el hielo seco se evapora en el aire y no deja nada mojado. Normalmente, lo único que hace falta es pasar un paño. Si resulta conveniente, separa el polvo de resina en un invernadero o cuarto de cultivo durante el periodo con luz. Las plantas usarán el CO2 que se evapora.

El Extraction Contraption se combina con un dispositivo que emplea disolvente a base de alcohol de grano para crear productos más refinados y dabables.

Consejos

  • Las distintas variedades producen polvo de resina ligeramente diferentes en cuanto a olores, sabores y colores.
  • Este método funciona con recortes secos, pero funciona mejor con hoja resinosa fresca.
  • El rendimiento y la calidad siguen estando inversamente relacionados. Una agitación ligera y un filtrado estrecho dan como resultado el polvo de resina más puro, pero producen menos. Mucha agitación y una malla ancha resultan en un rendimiento máximo, pero el polvo de resina tiene más impurezas y es menos potente.

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