¡Vive, Rastaman!The Professor

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16 Sep 2014

¿Que pása? ¿Cómo va compadre?   Bienvenido al país de Bolt y de Marley. Jamaica debe ser el destino cannábico de vacaciones más romático del mundo –tienen la hierba, las vibraciones de los Rastaman, la belleza de los paisajes del Caribe


¿Que pása? ¿Cómo va compadre?

 

Bienvenido al país de Bolt y de Marley. Jamaica debe ser el destino cannábico de vacaciones más romático del mundo –tienen la hierba, las vibraciones de los Rastaman, la belleza de los paisajes del Caribe

¿Que pása? ¿Cómo va compadre?
Bienvenido al país de Bolt y de Marley. Jamaica debe ser el destino cannábico de vacaciones más romático del mundo –tienen la hierba, las vibraciones de los Rastaman, la belleza de los paisajes del Caribe, el clima del trópico, toneladas de ron y una mezcla única y picante de pasión, energía, humor y religión. El reportero itinerante de Soft Secrets acaba de salir a las duras calles de esta bella isla a mezclarse con los fumetas locales, los camellos y los cultivadores; para echar un vistazo a su famosa hierba y para oír sus historias sobre policías, juicios, y como el sistema de mierda de Babilonia sigue manteniéndolos oprimidos después de cincuenta años de lo que llaman independencia…”No le veo el sentido, no tiene ningún sentido para un hermano como yo”

Kingston, la capital, es lo primero que ve la mayoría al llegar a Jamaica. La escena cannábica aquí es un poco diferente del resto del país –en Kingston tienes que ir a buscar la hierba si quieres conseguir. En el resto del país es la hierba la que te busca a ti. Los fumadores de ganja pueden disfrutar mucho en esta ciudad; aquí se encuentra el museo Bob Marley, los estudios de grabación Tuff Gong, Trench Town y su Culture Yard, y se celebran fiestas callejeras cada día de la semana. Además tienes todas las salas de baile y los clubs de Hip Hop repartidos por la ciudad y los cientos de pequeños bares que mantienen las raíces de la vieja escuela. La atmósfera de la ciudad está llena de vitalidad, a los jamaicanos les encanta hablar, les encanta hacer bromas y les encanta hacerlo a todo volumen. Al principio puede intimidar un poco pero si no te dejas amedrentar te irá bien “pero no puedes ser un pipa, si te achantas este país te va a destrozar”. O eso al menos es lo que dice Martin, ese es el tipo de consejo que ofrecen los duros de Trech Town.

En Kingston la calidad y el precio van de la mano, una hierba pegajosa de alta calidad te costará hasta 50 euros por onza (28 gramos), pero puedes comprar una onza de hierba barata por sólo 4.50€ y sigue siendo bastante buena. La cantidad típica que se compra en la calle son 50 dólares jamaicanos (alrededor de 0,35€). Con esa cantidad puedes liar unos tres porros, lo que convierte la hierba en, literalmente, más barata que los cigarrillos. Además se encuentra en cualquier sitio; hay tantos jamaicanos que fuman ganja que está completamente integrada en la cultura del país, pese a su ilegalidad. Y aquí se encuentra el problema que afecta a tanta gente en este país…

Bajo las leyes promulgadas en 1987, la posesión de ganja, aunque sea un solo porro, te lleva a un juicio donde te enfrentas a una multa mínima de cincuenta dólares jamaicanos. Recuerda que sólo son unos 35 céntimos de euro, menos de lo que cuesta el taxi que te lleva al juicio, pero

“significa que pasas a tener antecedentes criminales por lo que nunca podrás obtener un visado de trabajo o de estudiante para ir a Estados Unidos o al Reino Unido. El sistema educativo aquí es una mierda y no hay apenas trabajo, el desempleo es muy alto –muchos chicos abandonan el colegio sin casi formación y no pueden obtener un trabajo, pero necesitan comer y sobrevivir por lo que trafican con un poco de hierba, es sólo un sistema para conseguir comida, nadie se hace rico en Jamaica vendiendo ganja en la calle. De todos modos, los polis les cogen con un poco, van a juicio, obtienen antecedentes y ya con diecisiete o dieciocho años saben que su esperanza de escapar a algún otro lugar donde puedan obtener una buena educación o hacer algo de dinero se acaba de ir a la mierda, están aquí atrapados para siempre. La auténtica trampa del sistema es que ¡el jodido gobierno usa la música reggae y la imagen del más famoso fumador de ganja del mundo para promover el turismo en el país! Es como si le dijeran al mundo “venid a Jamaica, escuchad reggae y relajaos en una preciosa playa con un vaso de ron y un peta bien gordo” y luego jodieran a la gente por vivir del modo que ellos promueven.”

Otro habitante de Kingston nos dijo: “¡es el jodido sistema de mierda, tío! La gente no tiene curro, no tiene educación, todo lo que les queda es fumar ganja y josear. Luego el gobierno dice que no tienen trabajo porque son vagos, que fuman mucha hierba y que es la hierba la que los vuelve vagos, pero ellos fuman ganja porque ¡no hay ninguna otra jodida cosa que hacer!”

La cantidad de tiempo que la policía emplea en parar coches por las calles empieza a tener a la gente muy cabreada: “¿Porqué pasan el día en las calles parando coches y buscando ganja a todas horas? Tío, este país tiene problemas serios, violencia, ataques sexuales y mucha pobreza, también hay auténticos locos hijos de puta, pero la policía está siempre jodiendo a la gente pequeña mientras los grandes gánsters siguen libres”.

Esto no es una exageración, en mis tres semanas en Jamaica estuve en coches a los que paró la policía en cuatro o cinco ocasiones. La mayoría de las veces sólo querían molestar al conductor pidiéndole la documentación, pero no siempre era así…

Una noche, cuando volvíamos de Trench Town tras unos porros y un par de Red Stripes, un enorme policía calvo paró nuestro taxi en las oscuras calles del ghetto:

“Vosotros, salid del coche.”  

Le pidió la documentación al conductor pero algo no iba bien, el policía era gritón y agresivo, parecía como si buscara pelea. Se apartó con el conductor del taxi y hablaron durante unos minutos. Luego el policía vino hacia mí, yo seguía de pie junto al coche, bajo la vigilancia de su compañero. Se acercó mucho a mi, y mirándome desde arriba a través de sus gafas me dijo…

“Tu fumas ganja chaval?”  Estaba junto a mi cara y me gritó la pregunta.

“Que va, tío”  adorné mi cara con una sonrisa de oreja a oreja mientras negaba con la cabeza.  

Me repaso con la mirada durante un par de segundos y luego se alejó, pero tropezó, ¡el auténtico tropiezo de un borracho! Aquello le cabreo. Por eso actuaba tan gritón y agresivo, el jodido policía de tráfico borracho como una cuba, parando coches y buscando hierba. Ni siquiera me registró, así que me he podido reír del asunto, pero está claro por qué los policías no son nada populares.

Si lo peor acaba sucediendo y te pillan en las calles con un poco de hierba en el bolsillo podrás comprar a la mayoría de los policías con una mordida de 4.000 dólares jamaicanos, pero tienes que proponerlo sutilmente. No preguntes cuánto quieren a cambio de dejar que te vayas, pregúntales si hay alguna manera de que puedas solucionar esta situación aquí y ahora, de este modo evitas que te puedan acusar de intento de soborno –¡una acusación de la que resulta mucho más caro librarse!

Como turista estarás relativamente a salvo de la policía pero para los jamaicanos no es ninguna broma:

“Si se sabe que eres fumeta, la policía te parará una y otra vez hasta que te pillen con algo, luego te pararán en la calle cuando vayas paseando o cuando conduzcas tu coche. Incluso, si te ven en el coche de otra persona, también os pararán. No sé porqué lo hacen, entre el cincuenta y el sesenta por ciento del tiempo de los juzgados se dedica a pequeños delitos relacionados con la ganja, le cuesta mucho dinero al país y nos mantiene dominados, si más de nosotros pudiéramos salir y conseguir una mejor educación entonces sí podríamos ayudar al país. Quizás la policía lo haga para justificar sus sueldos pero mucha gente piensa que es por la política de Estados Unidos y otros países, Jamaica necesita préstamos y si legalizamos la ganja podrían considerarnos sus enemigos en lugar de sus amigos, y ¡entonces sí estaríamos realmente jodidos!”

Si hay un país en el mundo que realmente necesite revolucionar sus leyes sobre el cannabis es, sin duda, Jamaica; no sólo porque la planta se ha convertido en parte del carácter y la identidad nacional, es que la legalización convertiría un grave y costoso problema social y criminal en un producto controlable y sobre el que se podrían cobrar impuestos…

“Los tíos que dicen que la legalización es mala no saben una puta mierda, ahora tenemos chavalitos, niños de ocho años, que pasan el día fumando hierba por las esquinas y hablando como si fueran putos mafiosos. Los niños seguirán fumando cuando sea legal pero al menos no estarán siempre en la calle como si fueran delincuentes, cada vez que quieran fumar”.

Hay muchos jóvenes por aquí con problemas muy serios, tío. No esperan nada de la vida, están deprimidos, abatidos y todo les importa una mierda. Es muy distinto de cómo solían ser las cosas, sobre todo en el gueto, las cosas siempre fueron duras pero la gente era amable y solía sonreír mucho, ahora todos son duros, no tienen esperanza de conseguir un vida mejor, y las drogas han acabado de hundir a este país, los jamaicanos tienen mucho talento, tío. Si pudiéramos usarlo para cosas buenas… esta gente podría aportar algo positivo a la sociedad en lugar de pasarla dando tumbos como idiotas.”

Este es un asunto tan importante en la vida de muchos jamaicanos, de sus amigos y familias, que “tienes que escribir sobre esto, por favor, escríbelo, cuéntale a la gente lo que está pasando, los jamaicanos tienen mala fama en el mundo pero es el sistema el que no nos deja levantarnos, el sistema es el que hace que este país sea como es.”

¿Qué hay de la escena Rasta? ¿A qué y a quién están supuestamente combatiendo estas leyes? ¿Qué sucede cuando una cultura introduce la ganja en su corazón? ¿Qué tipo de filosofías surgen? ¿Qué es exactamente Ras Tafari? 

“Usamos la hierba de la sabiduría porque esta hierba le da al hombre la capacidad de entender lo que el mundo le está diciendo, cuando un hombre lee la Biblia encuentra allí que Jah hace que la hierba crezca para alimentar al ganado y que todas las hierbas que crecen sobre la faz de la tierra están al servicio del hombre. Si, tío, es cierto, el buen Dios lo dijo en la Biblia. ¡Jah, Ras Tafari!

Ricky Chaplin profundiza un poco más:

“Ras significa cabeza, ¡el hombre no puede hacer nada sin cabeza! Tafari significa el poder o la Santísima Trinidad –así que Ras Tafari es el creador de la Santísima Trinidad… Ras Rafari no es sólo para una nación, no es sólo para los negros, no es una religión. Ras Tafari es amor, unidad, igualdad de derechos y justicia para uno y para todos, para la Tierra, para la Luna, para las estrellas, los ríos, el agua, la Madre de toda la Creación… Ras Tafari es el arte, la mente, el destino –una corriente que fluye a través de todos los seres humanos. Ras Tafari es una sola palabra, AMOR. Y amor es Jah, y Jah es Ras Tafari.

Si quieres conocer a un auténtico Rasta no busques a un hombre con rastas colgando de su cabeza, hay hombres que llevan rastas por moda, y los hombres que viven al modo rasta no siempre llevas rastas, aunque yo los veo como Rasta. Si quieres saber si un hombre es un auténtico Rasta, sólo observa su actitud, el modo en que se relacionan con los humanos, con la Tierra, con el mar y el Universo. Mira cómo comparte su amor con los demás, cómo habla, esa es la manera de descubrir al auténtico Ras Tafari”.

Y así continúan las enseñanzas de la hierba –paz, amor y unidad. Un corazón, un alma, una mente, un amor. No hay razón para tener a la ganja, los jamaicanos o los Rasta, la única cosa de la que hay que tener miedo es de los psicópatas con traje que usan leyes opresivas para controlarnos y obligarnos a participar en su sistema de mierda, que marginaliza a la gente que tiene las pelotas y la imaginación para vivir al margen del sistema. ¡Jah! Ras Tafari.

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