Sistemas de abonado súper fáciles:

Exitable
21 Jan 2013

La clave del éxito en el cultivo de cannabis en interior reside en lograr un medio ambiente adecuado para el crecimiento vegetal. Los cultivadores principiantes suelen dedicar demasiadas energías a la alimentación de las plantas, complicándose con gran cantidad de abonos y suplementos diferentes, cuando deberían concentrarse en las condiciones medioambientales en que crecen las plantas, que es el auténtico caballo de batalla del cultivo.


La clave del éxito en el cultivo de cannabis en interior reside en lograr un medio ambiente adecuado para el crecimiento vegetal. Los cultivadores principiantes suelen dedicar demasiadas energías a la alimentación de las plantas, complicándose con gran cantidad de abonos y suplementos diferentes, cuando deberían concentrarse en las condiciones medioambientales en que crecen las plantas, que es el auténtico caballo de batalla del cultivo.

La clave del éxito en el cultivo de cannabis en interior reside en lograr un medio ambiente adecuado para el crecimiento vegetal. Los cultivadores principiantes suelen dedicar demasiadas energías a la alimentación de las plantas, complicándose con gran cantidad de abonos y suplementos diferentes, cuando deberían concentrarse en las condiciones medioambientales en que crecen las plantas, que es el auténtico caballo de batalla del cultivo.

No te compliques con muchos abonos y aditivos, es más fácil empezar por algo simple.
Con un abono simple pero que cubra todas las necesidades de las plantas, no hay que pasarse el día elaborando complicadas mezclas o ajustando constantemente el pH. El cultivador empleará mucho menos tiempo y dinero en nutrientes y podrá dirigir estos recursos a mejorar el ambiente, básicamente luz, humedad, temperatura y ventilación. A menudo, un ventilador oscilante, un buen extractor o una lámpara más potente pueden resultar mucho más productivos que un suplemento o fertilizante carísimo. Por lo general, el efecto de los suplementos es poco apreciable si las plantas no se encuentran en perfecto estado y, a menudo, acaban causando más perjuicio que beneficio, ya que elevan el nivel de sales y desajustan el pH. Con la técnica NTC (¡No te compliques!) de abonado, el cultivo se vuelve mucho más sencillo.

En el cultivo de interior la alimentación de las plantas por medio de abonos es menos importante de lo que muchos cultivadores piensan. Si analizamos los elementos químicos que contienen los tejidos de la planta, observamos que, de los cuatro más abundantes (carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno), sólo el nitrógeno proviene de un fertilizante, los otros tres se extraen del agua y el aire. Sumando los pesos del nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, azufre y calcio, que son los elementos más importantes que se suministran con los fertilizantes, vemos que la suma de todos los elementos provenientes del abono no supera el diez por ciento del peso final de la planta seca, lo que nos da una idea de la importancia relativa que tienen los abonos. Es cierto que sin ellos las plantas no crecen ni producen bien, pero también es cierto que el noventa por ciento del peso de un cogollo se compone de elementos que no se pueden suministrar en forma de abono, sino que deben ser extraídos por la planta del aire que rodea sus hojas y el agua que moja sus raíces.

Montar un cultivo de interior es algo más que colgar unas lámparas y poner unas macetas debajo.
El cultivador principiante casi siempre tiene prisa por empezar a cultivar, así que la preparación del cuarto de cultivo suele reducirse a colgar una lámpara de alta presión, conectar un extractor y un ventilador y poco más. A continuación siembra las semillas o los esquejes en macetas, las mete en el armario y comienza a regarlas cada día con todo tipo de abonos para acelerar su crecimiento. Cuando aparece un problema va corriendo al growshop más cercano y compra algún nuevo abono o estimulador, que añade a la solución nutritiva con la esperanza de arreglar lo que está fallando. Y no lo suele arreglar, pues en la gran mayoría de los casos el problema no se debe a una falta de nutrientes, sino a otras carencias en el diseño del sistema de cultivo. Las temperaturas demasiado altas o demasiado bajas, un clima excesivamente seco o húmedo, la falta de ventilación suficiente para renovar el aire alrededor de las plantas o el exceso de riego son responsables de muchas más cosechas fallidas que la estricta falta de nutrientes. Incluso cuando las plantas muestran carencias nutritivas, en la mayoría de las ocasiones no están causadas porque falten nutrientes en el sustrato, sino porque las plantas no pueden absorberlos por alguna razón. Por poner algunos ejemplos, el pH muy alto o muy bajo, la falta de oxígeno en las raíces por exceso de riego o la acumulación de sales en la tierra, afectan gravemente a la capacidad de absorción de algunos elementos.

Haría mejor el principiante en preocuparse por las condiciones medioambientales de su cultivo, que son mucho más determinantes del resultado final que la concentración específica de cada nutriente o la utilización o no de suplementos y estimulantes. La planta de cannabis no necesita estimuladores ni aditivos, puede crecer perfectamente y dar una buena cosecha empleando sólo un abono básico que contenga los elementos esenciales para la nutrición vegetal (nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, calcio, azufre y microelementos). Todo lo demás no es necesario, aunque puede ayudar si el resto de los factores es correcto. Si a las plantas les falta aire fresco o suficiente luz, da igual cuanto fósforo añadamos a la solución nutriente que los cogollos no engordarán. Si las plantas se riegan demasiado y permanecen constantemente empapadas, las raíces sufrirán por falta de oxígeno y no podrán hacer su trabajo. En cambio, si el cultivador provee un medioambiente óptimo las plantas aprovecharán completamente los nutrientes de que dispongan y producirán buenos cogollos.

Alga Bloom es un fertilizante ecológico a base de algas.

El secreto del cultivo de interior es conocer perfectamente la planta que se tiene entre manos, para ser capaz de interpretar sus necesidades. Para ello resulta mucho más efectivo observar detenidamente las plantas y tomar notas detalladas de todo lo que sucede, a pasar horas mezclando abonos y ajustando el pH. Los sistemas de abonado supersencillos evitan complicaciones innecesarias y permiten concentrarse en lo importante.

Sistemas de abonado sencillo con un solo producto

Los siguientes fertilizantes han sido diseñados para que su uso sea muy sencillo y el cultivador no tenga que complicarse haciendo mezclas de distintos productos. Son abonos que contienen todos los nutrientes necesarios para el crecimiento y la floración, por lo que se usan durante toda la vida de la planta. Algunos fabricantes recomiendan completar la nutrición añadiendo un estimulador como el PK 13/14 durante la floración, para lograr mayores producciones.

Los nuevos abonos en polvo de GreenHouse cubren las necesidades concretas de cada tipo de variedades de cannabis.
Los abonos en polvo ocupan muy poco espacio, pesan poco y suelen ser más baratos que los abonos líquidos (especialmente por los reducidos costes de transporte). Según el producto, con un kilo de fertilizante en polvo se pueden preparar hasta unos mil litros de solución nutritiva, mientras que con un litro de abono líquido sólo da para hacer entre 200 y 300 litros. Otra gran ventaja de los abonos en polvo es que los componentes no reaccionan entre sí y se mantienen en óptimas condiciones hasta el momento de disolverlos en agua y aplicarlos a las planta. 

Los abonos líquidos también tienen sus ventajas: no hay que preocuparse de que el abono se disuelva bien y resulta más sencillo dosificarlos, ya que siempre es más fácil medir con precisión líquidos (basta con una jeringuilla o un vaso medidor) que sólidos (se requiere una balanza de precisión, aunque algunos productos vienen  con una cucharilla medidora para facilitar la dosificación).

Green House

Powder Feeding es la nueva línea de abonos en polvo desarrollados por Green House. Son abonos minerales que se utilizan durante todo el ciclo de vida de la planta, es decir, no hay uno para crecimiento y otro para floración, sino que la misma fórmula sirve todo el tiempo. Hay cuatro productos diferentes específicamente diseñados para cuatro tipos de variedades cannábicas: mayoritariamente Índicas, mayoritariamente Sativas, híbridos y plantas madre. Las tres primeras fórmulas se utilizan durante el crecimiento y la floración, desde el estado de plántula o esqueje enraizado hasta la cosecha. El abono para plantas madres se utiliza sólo en crecimiento y sirve, además de con las madres, para plántulas y esquejes. Todos los abonos Power Feeding se emplean en la misma dosis de 1 gramo por litro en crecimiento y floración, aunque para plantas jóvenes y esquejes recién enraizados se recomienda reducir la dosis (0,25-0,50 gr/l) para evitar sobrefertilizaciones. Estos fertilizantes se pueden emplear en tierra, coco, hidroponía y aeroponía con buenos resultados, aunque para los cultivos en tierra y coco conviene alternar riegos de agua con abono y riegos de agua sola, con el fin de evitar que se acumulen sales en el sustrato.

Cualquier abono básico evitará las deficiencias si el medioambiente es el adecuado para las plantas.
o Mostly Indica: específicamente diseñado para variedades de floración corta (9 semanas o menos), variedades mayoritariamente Índicas (más de 60% de genética índica) y variedades autoflorecientes. Composición: NPK-Mg: 16-6-26-2

o Mostly Sativa: específicamente diseñado para variedades de floración larga (más de 9 semanas) y variedades mayoritariamente Sativas (más de 65% de genética Sativa). Composición: NPK-Mg: 18-12-18-1.2

o Hybrids: específicamente diseñado para variedades de floración media (8 a 10 semanas) y variedades híbridas (40 a 60% de genética índica). Composición: NPK-Mg: 15-7-22-3.6

o Mother Plants: específicamente diseñado para el crecimiento vegetativo de madres, plántulas y esquejes. Puede usarse también en pulverización para fertilizar las plantas foliarmente. Composición: NPK-Mg: 24-6-12-1.2

Atami

Bionova Soil Supermix, un abono para todo el ciclo de vida de la planta.
· B’cuzz Premium Plant Power: una línea de abonos en polvo de un solo componente similar a la Green House, pero con cada producto diseñado específicamente para el cultivo en un sustrato determinado. La gama se compone de tres productos: PPP Hydro (para sistemas hidropónicos), PPP Soil (para cultivos en tierra), PPP Coco (para sustratos de fibra de coco). En crecimiento se usan a una dosis de 0,5g/l que se va aumentando durante la floración hasta alcanzar 1 g/l (1,1g/l en PPP Hydro) al final de la floración.

· B'cuzz 1-Component Soil Nutrition es un abono líquido biomineral de un componente específicamente diseñado para el cultivo en sustratos ricos en cal. Se usa en dosis de 2,5-5 ml/l y se recomienda dar un riego semanal sólo con agua. Composición: NPK : 3-3-6

Bionova

· Soil Supermix: fertilizante líquido órgano mineral de un solo componente. Sirve para el crecimiento y la floración aunque conviene añadir algo de PK 13-14 para potenciar la formación de flores. Se usa en dosis de 4-5 ml/l. Por sus componentes orgánicos no se recomienda para sistemas de goteo, pues puede bloquear los goteos, aunque se puede sustituir por Hydro Supermix.

Bio Flores en el abono orgánico básico de floración de Canna.
· Hydro Supermix: fertilizante líquido biomineral de un solo producto específicamente diseñado para el cultivo en sustratos artificiales como la lana de roca. Sirve para el crecimiento y la floración, aunque conviene añadir algo de PK 13-14 para potenciar la formación de flores. Se usa en dosis de 4-5 ml/l

· Haze Supermix: otro fertilizante líquido monocomponente adecuado para todo el ciclo de la planta, en este caso ha sido diseñado para variedades de larga floración que necesitan dosis más bajas de nitrógeno.

· NFT Supermix: un abono líquido biomineral para plantas que crecen sin sustrato en cultivos hidropónicos, aeropónicos o NFT. Sirve para el crecimiento y la floración, aunque conviene añadir algo de PK 13-14 para potenciar la formación de flores. Se usa en dosis de 4-5 ml/l

· Autoflowering Supermix: este abono líquido de un solo componente ha sido creado para alimentar fácilmente a las variedades autoflorecientes. Se utiliza a lo largo de todo el ciclo de vida de la planta en dosis de 4-5 ml/l, aunque conviene añadir algo de PK 13-14 (0,2-1 ml/l) desde la segunda semana para potenciar la formación de flores. Composición: NPK: 5-2-5

Sistemas de abonado sencillo con dos productos

Un filtro de osmosis inversa proporciona agua de gran calidad para el cultivo y evita numerosos problemas posteriores.
Con la excepción de los abonos de un elemento, de los que hablamos antes, la gran mayoría de los abonos de cannabis están diseñados para el crecimiento o para la floración del cannabis, por lo que suelen ser necesarios al menos dos productos para llevar a cabo un cultivo. Siempre que en cada fase del cultivo sólo se tenga que utilizar uno, estos productos también son muy adecuados para el principiante que quiere un cultivo sencillo según la técnica NTC.

Atami tiene dos líneas de fertilizantes, una mineral y otra orgánica, que sólo utilizan un producto en cada fase del cultivo: Terra Leaves (NPK: 3-1-3) y Terra Max (NPK: 2-2-4) son fertilizantes minerales y se emplean en dosis de 1 a 5 ml/l. La línea ecológica la forman Grow-C (NPK: 3-3-5) y Bloom-C (NPK: 1-20-17), se usan en dosis de 2 a 5 ml/l

Canna es una de las empresas más importantes en el mercado de los fertilizantes para cannabis. Tienen cinco líneas de abonos específicamente diseñadas para cada sistema de cultivo, pero la más sencilla de todas es la enfocada al cultivo en tierra. En la línea Terra hay un sólo abono base para crecimiento y otro para floración, denominados Terra Vega (NPK: 3-1-4) y Terra Flores (NPK: 2-2-4), respectivamente. Dosificación: 5 ml/l. Los abonos orgánicos Bio Vega y Bio Flores son muy populares entre los cultivadores ecológicos (dosis de 2 a 4 ml/l).

Menos del diez por ciento del peso de una planta seca corresponde a minerales absorbidos por las raíces, el grueso del peso se extrae del aire y el agua.
En el catálogo de Grotek encontramos dos fertilizantes enfocados a cubrir todas las necesidades de la planta en el crecimiento y la floración, combinan nutrientes de origen orgánico y mineral, junto con aminoácidos, vitaminas, enzimas y carbohidratos de origen vegetal. Solotek Grow (NPK: 8-4-12) y Solotek Bloom (NPK: 4-9-11) se usan en dosis bastante bajas (1-2 ml/l) debido a su alta concentración de nutrientes, algo poco habitual en los fertilizantes líquidos y que, según el fabricante, consiguen gracias a los quelatos que contienen y que evitan que los nutrientes reaccionen entre sí.

La empresa holandesa Hesi ofrece dos abonos de crecimiento, Hesi Complejo TNT (NPK: 3-2-3) para cultivos en coco o tierra y Crecimiento Hidro (NPK: 3-2-4) para sistemas hidropónicos. Una vez comienza la floración, se puede escoger entre tres, según el sustrato empleado: para tierra Complejo de Floración (NPK: 3-3-4), en coco Hesi Coco (NPK: 3-4-5) y para la hidroponía Hesi Floración Hidro (NPK: 3-4-5). Todos se usan a la misma dosis de 5 ml/l

Plagron ofrece dos alternativas, la opción biomineral de Terra Grow (NPK:3-1-3)y Terra Bloom(NPK: 2-2-4), ambos con dosis recomendadas de 5 ml/l, y los abonos ecológicos de algas Alga Grow (NPK: 6-10-8)y Alga Blom (NPK: 6-12-10), de los que se usa algo menos, 4 ml/l.

La mayoría de las carencias nutritivas en interior no ocurren por falta de alimento en la tierra sino por la incapacidad de las raíces para absorberlo o procesarlo.
Technaflora produce una línea de fertilizantes orgánicos Pura Vida Grow (NPK-Mg: 6-4-3-0,5) y Pura Vida Bloom(NPK-Mg: 2-6-6-0,5) que se pueden utilizar en tierra, hidroponía y todo tipo de sustratos con la ventaja añadida de que, pese a su naturaleza orgánica, no obturan los sistemas de riego por goteo.

Las claves de la técnica NTC

El cultivo de interior es una actividad relativamente compleja ya que requiere el control de un gran número de factores. Los cultivadores novatos suelen hacerse un lío con tantos detalles: iluminación, extracción, humedad, abonos, pH, EC, etc. La técnica “¡No te compliques!” busca simplificar al máximo el elemento que más problemas trae al principiante, la preparación de los abonos y la nutrición de las plantas. Se trata de escoger un abono básico y ceñirse a él, olvidándose de suplementos, aditivos y estimulantes. Durante las primeras cosechas el cultivador debe centrarse en lo básico y dejar de lado todas las complicaciones innecesarias. Sólo debería comenzar a añadir más productos una vez haya obtenido buenos resultados con el fertilizante básico.

Añadiendo una gran cantidad de abonos, aditivos y estimulantes aumentamos el riesgo de provocar una sobrefertilización.
Muchos principiantes piensan que los cultivadores expertos obtienen grandes cosechas de primera calidad porque conocen mezclas “secretas” de nutrientes que hacen que las plantas produzcan mucho, en realidad, no es así. Los buenos cultivadores son capaces de obtener grandes resultados con cualquier abono básico y sin necesidad de aditivos, pues saben crear el clima adecuado dentro de sus cultivos, además de conocer bien plantas y lo que necesitan en cada momento.

El buen cultivador limpia constantemente y previene así las plagas. Observa largo rato las plantas, por lo que detecta hasta el más mínimo problema enseguida y puede tomar las medidas oportunas antes de que el problema sea más grave. Toma notas detalladas de todo, pues al final de la cosecha se puede aprender mucho observando los datos y comparándolos con otras cosechas. En la información está el conocimiento, tras varias cosechas se podrán sacar conclusiones muy interesantes.

Hay que observar mucho, pensar aún más y hacer poco. Pensar y equivocarse tiene mejor remedio que actuar y equivocarse, por eso conviene pensar primero y sólo actuar después de tener las cosas muy claras.

A menudo hablamos en los artículos de cultivo sobre cómo lograr la máxima producción o la mayor potencia en un cultivo, pero el principiante no debe tener esos objetivos en mente durante las primeras cosechas. Su meta debe ser obtener cogollos que estén bien, aunque no haya muchos, ni sean extremadamente potentes. He visto a muchos novatos perder una cosecha completa por estar demasiado obsesionados con lograr, en su primer cultivo, la misma producción que sus amigos más expertos. Más vale empezar poco a poco y sin forzar las plantas, ya habrá tiempo más delante de mejorar la producción.

Usar la misma fórmula fertilizante durante el crecimiento y la floración permite simplificar aún más el cuidado de las plantas.
Otro importante detalle es cómo tratar a las plantas con problemas. Cuando estás enfermo te metes en la cama y tomas sopitas, no te vas a montar en bicicleta y a comer fabada. A las plantas les pasa algo parecido, cuando aparece una carencia, enfermedad o plaga hay que cuidarlas y procurar facilitarles las cosas. Alejando un poco la lámpara se les da un respiro a las plantas con problemas, que podrán así recuperarse y acabar su desarrollo, aunque la cosecha sea menor. No sirve de nada intentar forzarlas a crecer a toda prisa, no lo conseguirán y acabarán aún más debilitadas, por lo que la cosecha será aún peor.

El error más frecuente de los cultivadores principiantes es que riegan demasiado las plantas. El sistema radicular requiere periodos más húmedos seguidos de otros más secos para desarrollarse correctamente. Si el sustrato permanece siempre húmedo, las raíces crecen poco y no lo colonizan correctamente. Después de un riego hay que esperar hasta que el sustrato haya perdido la mayor parte del agua, antes de volver a regar. Sólo con seguir este simple consejo muchos cultivadores lograrían aumentar su cosecha en, al menos, un treinta por ciento.

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