Algas para el cultivo de cannabis

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02 Dec 2011

El uso de algas como fertilizante para las plantas es una respuesta alternativa, fiable y sostenible a la necesidad de disminuir o romper la dependencia del uso de productos químicos artificiales en los cultivos. Los fertilizantes a base de algas tienen cada vez más importancia en los cultivos ecológicos.


El uso de algas como fertilizante para las plantas es una respuesta alternativa, fiable y sostenible a la necesidad de disminuir o romper la dependencia del uso de productos químicos artificiales en los cultivos. Los fertilizantes a base de algas tienen cada vez más importancia en los cultivos ecológicos.

El uso de algas como fertilizante para las plantas es una respuesta alternativa, fiable y sostenible a la necesidad de disminuir o romper la dependencia del uso de productos químicos artificiales en los cultivos. Los fertilizantes a base de algas tienen cada vez más importancia en los cultivos ecológicos.

Las algas son las plantas acuáticas del reino vegetal. La utilización de las algas como fertilizante es una práctica ancestral de las zonas agrícolas cercanas al mar, donde sus habitantes recogían de las costas las algas pardas arrastradas por la marea, después de secarlas, las añadían al terreno como abono.

Impresión natural de Ascophyllum nodosum realizada por el ilustrador y naturalista británico Henry Bradbury.

Hay algas en todos los ecosistemas acuáticos donde llegue la luz, tanto de agua salada como de agua dulce, también viven en ambientes terrestres muy húmedos, como las grietas del suelo o de las paredes: lo que llamamos musgo. Las algas se aclimatan a condiciones ambientales diversas, son los seres vivos que resisten las temperaturas más extremas.

No poseen ni tallo, ni hojas, ni raíces, sólo una estructura denominada talo. Sin embargo, a diferencia de los hongos, son organismos autótrofos, es decir, capaces de obtener su propia energía a través de la fotosíntesis.

En lo que se refiere a la utilización de las algas como fertilizante orgánico, parece que la vinculación entre las algas y la agricultura es de vital importancia para la salud y la conservación de los ecosistemas. Básicamente, cuando se aplican algas al suelo, se producen unas reacciones químicas y combinaciones enzimáticas enriquecedoras, las cuales no pueden ser generadas en un hábitat por otros seres vivos o raíces. Las algas y sus derivados mejoran el suelo y vigorizan las plantas, incrementando los rendimientos y la calidad de la cosecha.

Biofertilizante natural

Las algas marinas son un bioestimulador natural y ecológico para plantas cultivadas en cualquier entorno de interior o exterior, pueden utilizarse durante todo el ciclo vital, desde la fase de enraizamiento hasta la última etapa de la floración. El abono a base de algas contiene todos los elementos mayores y menores -macroelementos y microelementos-, así como todos los oligoelementos que necesitan las plantas. Además, su composición incluye otras 27 sustancias naturales conocidas, entre las que se encuentran algunas con efectos similares a las sustancias reguladoras del crecimiento, como es el caso de las auxinas y las citoquininas. También contienen vitaminas, carbohidratos, sustancias quelatantes y aminoácidos, un elemento fundamental en los abonos orgánicos, ya que mejora la estructura del sustrato desbloqueando los micronutrientes.

El característico olor de los productos a base de algas puede resultar fuerte, pero no suele ser desagradable.

Cuando el proceso para la elaboración de los derivados de algas marinas es el adecuado, los microorganismos que viven asociados con ellas permanecen en estado viable, se propagan donde se aplican, con lo cual aumentan las cantidades de los elementos y las sustancias que contienen. Esto potencia su acción, favoreciendo el crecimiento vegetativo, la floración y el rendimiento de las plantas.

En las tiendas de cultivo, se encuentran productos a base de extractos de algas marinas para nutrir las plantas por vía radicular o foliar. Aunque existen diversos tipo de formatos, lo más frecuente es que estos productos estén disponibles en formato líquido. La utilización de extractos líquidos de algas como abono foliar tiene efectos estimuladores y repelentes de los insectos que son aptos para el cultivo orgánico y ecológico. También puede añadirse el abono a las plantas a través del riego, o incorporarlo directamente al sustrato, según indique el fabricante en el caso de las presentaciones en formato sólido (pastillas, polvo soluble etc).

Con nombre propio

El Ascophyllum nodosum, o Laminaria de Noruega, es el alga más utilizada en fertilizantes con extractos de algas marinas para la agricultura, ya que proporciona una concentración más alta de compuestos beneficiosos que cualquier otra especie de alga. Es una planta marina que crece en las costas, su especie se caracteriza por las estrategias únicas de supervivencia que ha desarrollado para sobrevivir en condiciones cada vez más exigentes: zonas de mareas fuertes, con contrastes muy acusados de temperatura -aguas heladas en invierno que pasan a estar templadas en verano-, o exposiciones prolongadas al sol durante las mareas bajas, frente a inmersiones profundas en el agua salada durante las mareas altas.

Cannabis cultivado de manera orgánica con la ayuda de las algas.

La acción de los extractos de algas se debe al efecto combinado de ciertos azúcares, los cuales se encuentran en las paredes celulares de las algas (oligosacáridos) que se emplean en la fabricación de los abonos, actúan como gancho en los procesos que desencadenan los mecanismos de defensa de las plantas terrestres. Aplicar abonos naturales de algas a los cultivos de cannabis produce mayores rendimientos y de mejor calidad a la hora de cosechar. También se produce una mayor absorción de los nutrientes del suelo, se ha comprobado que las plantas muestran mayor resistencia frente a situaciones de estrés ambiental, como al ataque de plagas de araña roja, mosca blanca o pulgones.

La biodiversidad de las especies de algas, junto a la biodiversidad química encontrada en cada especie, constituye un recurso prácticamente ilimitado que puede emplearse de forma favorable a través de la biotecnología, con el fin de obtener productos aptos para cultivar, siendo, a su vez, otra fuente sostenible de proteínas. No obstante, es importante señalar que en la explotación de las algas, como en la de todos los recursos renovables, se debe estimar el potencial actual y futuro para así evitar el desaprovechamiento o la explotación irracional.

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