Tres autoflorecientes de la nueva ola

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10 Apr 2011

Kikele, nos trae un reportaje sobre tres nuevas autoflorecientes de Sweet Seeds: Cream Caramel Auto, Black Jack Auto y S.A.D. Auto.


Kikele, nos trae un reportaje sobre tres nuevas autoflorecientes de Sweet Seeds: Cream Caramel Auto, Black Jack Auto y S.A.D. Auto.

Kikele, nos trae un reportaje sobre tres nuevas autoflorecientes de Sweet Seeds: Cream Caramel Auto, Black Jack Auto y S.A.D. Auto.

El famoso cannafotógrafo Kikele vuelve a la carga con sus impresionantes retratos de marihuana. Este invierno ha estado trabajando con distintas autoflorecientes y, durante este tiempo, ha podido probar tres nuevas automáticas que Sweet Seeds que acaba de introducir en su catalogo: Cream Caramel Auto, Black Jack Auto y S.A.D. Auto.

Soft Secrets tiene el privilegio de presentarte las primeras series de retratos de estas hermosas jovencitas. Las tres están dentro de la nueva línea de automáticas que Sweet Seeds saca esta temporada, en la que ofrecen versiones autoflorecientes de variedades clásicas del banco.

El grano se germinó entre algodones, todas despertaron a la vida sin problemas y muy rápido: en 3 días la Black Jack Auto y la S.A.D. Auto; la Cream Caramel Auto tardó una jornada más. Se hizo un trasplante a contenedores de un litro con sustrato Bio Grow Mix, de Atami. Se trata de un sustrato ligero, con muy buen drenaje y una fertilización suave y orgánica. Estas características lo convierten en ideal para las plantas jóvenes, ya que les da comida sin excesos, a la vez que mantiene un buen drenaje, lo que influye en que las plantas no se encharquen y puedan desarrollar las raíces con facilidad en una mezcla suelta.

La fertilización también se hizo con la casa Atami, concretamente con la Atami Organic Box, una caja que incluye Growth-C, Bloom-C, Flower-C, Root-C y Flavor. Con esta combinación, se ofrece todo lo necesario para desarrollar un cultivo típico de interior de un metro cuadrado. En la línea Organics se pueden encontrar también dos productos adicionales no incluidos en la caja: el Alga-C y el Take Care. En todo caso, se trata de complementos; no constituyen elementos indispensables para el cultivo, aunque vienen bien.

La primeros nueve días estuvieron bajo un fluorescente compacto Agrolite de 150 vatios, y recibieron dos riegos con 2 ml/l de Rooot-C. En la segunda semana, ya se sustituyó el fluorescente de bajo consumo por una bombilla de sodio de 600 vatios. Este cambio se efectuó tan pronto para subir la temperatura, ya que el cultivo se desarrolló en invierno y en esos días hubo una gran nevada, con temperaturas mínimas muy bajas. La luminaria empleada fue una Adjust-A-Wings, la cual se situó a 60 centímetros de las plantas. Las bajas temperaturas permitieron acercar la luminaria a las marihuanas con rapidez y, al final de la segunda semana, ya estaba a 45 centímetros. Al principio se configuraron las alas de la luminaria de forma cerrada para que se concentrase la luz. Según las plantas crecían y ocupaban más espacio, fueron abriéndose las alas.

El crecimiento duró dos semanas y media. En este periodo, recibieron en el riego 0,5 ml/l de Growth-C.  Iniciaron la floración en la tercera semana, cuando nuestro cannafotógrafo estaba de viaje y un amigo cuidaba su cultivo. Este ayudante cambió la fertilización a 1 ml/l de Growth-C, 2 ml/l de Flower-C y 1 ml/l de Bloom-C.

Kikele volvió 10 días después de que empezara la floración, y se encontró plantas con el proceso bastante iniciado. Se imponía obrar con rapidez, así que procedió al trasplante a macetones de 12 litros con el mismo sustrato. Después del trasplante, las regó con Root-C a 2,5 ml/l y luego continuó con el abonado de floración. Durante las semanas quinta y sexta, abonó con 1 ml/l de Growth-C, 3 ml/l de Flower-C y 2 ml/l de Bloom-C. En la séptima y la octava, empleó 1ml/l de Flavor, 3 ml/l de Flower-C y 2 ml/l de Bloom-C.

Las plantas acabaron un poco pequeñas por el trasplante tardío, pero realizaron su ciclo completo en los dos meses. En general quedaron muy bien resinadas, produjeron mucha hoja y no dieron ningún problema de cultivo. Antes de cosecharlas, se las manicuró en vivo y se las dejó madurar unos días más, momento en que se realizó la última sesión de fotos.

A continuación, unas breves notas de los resultados de cada una.

Cream Caramel

La Cream Caramel Auto produjo plantas con la clásica forma de pino y tendencia a un porte muy central, por lo que se las dejó crecer a su aire a casi todas. El resultado final fueron ejemplares con

un cogollo central muy grueso; casi parecía plantado sobre la maceta. Los cogollos laterales eran menores y casi anexos a la flor principal.

Es una planta de fácil cultivo, aroma dulce y cogollos prietos. Resultó ser una autofloreciente productiva y muy resinosa: hasta las partes más bajas quedaron cubiertas de tricomas. Produjo una gran cantidad de follaje, con hojas muy grandes y anchas que se estiraban como paneles solares en busca de la luz.

La Cream Caramel sorpresa

En general, se aconseja no podar a las autoflorecientes, ya que estas plantas tienen un periodo de vida corto, por lo que no les da tiempo a recuperarse. Además, con estas variedades se suele fomentar un cogollo central grueso, en lugar de varios más pequeños. Pero, a veces, la realidad sorprende cuando se hacen experimentos. En este cultivo, una de las Cream Caramel se quedó atrás en tamaño y Kikele iba a desecharla pero, por hacer una prueba, le dio una poda en profundidad y luego la dejó en la parte exterior del cultivo. La planta reaccionó muy bien y, en poco tiempo, se puso a desarrollarse y crecer como loca. Formó un gran cogollo central y dos laterales. Al final fue la planta más grande de todas, una auténtica Cenicienta que se convirtió en princesa.

Black Jack Auto

Dentro de las Black Jack Auto aparecieron dos fenotipos muy diferentes. Uno es de ramas más cortas y perfil más bajo, por lo que es una planta de tamaño manejable y aspecto de matorral. Ésta es la que muestra más influencia de la Black Domina, como prueba la gran cantidad de tricomas en su follaje.

También apareció otro fenotipo con mucha más influencia Jack Herer. En este caso, se trataba de una planta más alta que formó varios racimos florales, alargados y gruesos. Los cogollos mostraron una gran cantidad de pelos blancos, y fueron los que más tardaron en madurar, con nuevas refloraciones, algo muy típico de las genéticas Jack. En este fenotipo, sale un olor y sabor Haze inconfundible, con toques a incienso y especias orientales, aunque también con una presencia más dulce y sabrosa. 

S.A.D. Auto

En este caso, todas las plantas salieron bastante parecidas al primer fenotipo de las Black Jack Auto. Esto es normal, ya que la Sweet Afgani Delicious y la Black Jack comparten en su ascendencia la misma Black Domina. Esta ascendencia se nota por la gran capa de tricomas que cubre estas autoflorecientes, pequeñitas pero matonas, ya que tienen una gran cantidad de resina y una fragancia dulce y poderosa que se hace notar incluso en la planta viva. El efecto es intenso para ser una autofloreciente, y el aroma resulta muy destacable.

Sin duda, se puede decir que las S.A.D. Auto fueron plantas de perfil arbustivo. No forman un gran cogollo central que supere en altura a los demás, sino que producen abundantes ramificaciones laterales. Se trata de esa tipología que crece a lo ancho, no sólo a lo largo.

Algunas conclusiones

Al cosechar y ver las raíces, se desveló el misterio del tamaño mediano: el trasplante fue tardío, por lo que no tuvieron tiempo de aprovechar al máximo el macetón, y las raíces casi no usaron el sustrato. Esto nos confirma que en el cultivo de autoflorecientes hay que andar veloz, pues perder tiempo en un proceso determinado puede ser irremediable. Las autoflorecientes agradecen el trasplante al final de la segunda semana, de forma que, cuando inician la floración, también pueden mantener el crecimiento. En estas plantas, el periodo de crecimiento puro es demasiado corto, por lo que el empujón de crecimiento al principio de la floración es algo fundamental, por lo que hay que facilitarlo al máximo dando espacio a las raíces. Si te retrasas, éstas no tendrán tiempo de aprovechar el nuevo sustrato y la planta quedará más pequeña de lo deseado.

En conjunto, salieron ejemplares vigorosos y muy resinados. Además, todas las semillas germinaron y dieron plantas hembra autoflorecientes, por lo que sin duda superan la prueba y cumplen lo prometido. Estas plantas pertenecen a la nueva ola de autoflorecientes, en la que se mantienen las características de autofloración (independiente del fotoperiodo), pero añadiendo genéticas más potentes. Esto puede verse en la producción superior de resina o en la variante Sativa de la Black Jack Auto. En todo caso, todavía se nota la herencia autofloreciente en los perfiles arbustivos que presentan la mayoría de las plantas, además de la gran cantidad de follaje que producen todas. Aunque esta generación ha supuesto una mejora, aún veremos avances en años venideros.

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