Shiva Shanti

Soft Secrets
19 Mar 2018
Variedad Indica de buen porte, con un periodo de floración muy corto y una cosecha realmente abundante. Es muy fácil de cultivar incluso para los menos experimentados y se adapta perfectamente a cualquier sistema de cultivo. Produce cogollos muy largos y densos que desprenden un penetrante aroma a ajo crudo y especias.              Author: TricomaTeam (tricomateam@gmail.com) Ben Dronkers, entre otras muchas cosas, es el fundador de Sensi Seeds, uno de los mejores bancos de semillas que existen y que lanzó al mercado en 1991 la Shiva Shanti y su homóloga la Shiva Shanti II. Estas dos magníficas variedades fueron bautizadas así en honor a las dos hijas de Ben, Shiva y Shanti. Fue criada a partir de la Garlic Bud, una clásica variedad afgana en la que se matizaron aún más sus especiales cualidades al cruzarla con una Kush y con una Skunk recesiva que le aporto más vigor y potencia. Es una planta de estatura media, con una distancia internodal corta, fuerte y muy robusta que produce tallos gruesos y hojas grandes. En interior, se puede cultivar en cualquier sistema obteniendo unos resultados excelentes. En exterior, a esta variedad le favorecen los climas más bien secos y soleados, aunque, gracias a su gran resistencia, tanto a hongos como a plagas y su velocidad de maduración también se puede cosechar perfectamente en zonas algo más frías y húmedas. Bajo lámparas podremos recogerla en apenas 50-55 días y si decidimos sacarla al exterior estará lista entre finales de septiembre y principios de octubre. La producción es notablemente elevada, llega fácilmente a los 450-500 g/m2 en interior y ronda el kilo por planta en exterior. Las puntas de las ramas se llenan de largas y peludas colas de cogollos que desprenden un olor muy peculiar, fuerte y amargo que recuerda al ajo crudo y en el que también se percibe el aporte de la Skunk. El efecto que produce es muy potente e induce instantáneamente a un estado de profunda relajación tanto física como mental. Ideal para consumir al final del día.

Crecimiento

Hace ya unos dos o tres años que adquirimos varios paquetes de semillas de Shiva Shanti. Metimos las semillas a germinar a oscuras en trapos previamente humedecidos en un lugar cálido y todas brotaron perfectamente en menos de 48 horas. Una vez sucedido esto y visible la radícula, introducimos las semillas en contenedores de algo menos de un litro rellenados con tierra que ya habíamos regado y con una baja concentración de nutrientes. En apenas otro día los cotiledones ya se habían erguido por encima de la tierra. A los primeros riegos le añadimos enraizador para favorecer la creación de un buen cepellón. Tras algo menos de dos semanas en las macetas pequeñas las raíces se amontonan en la parte inferior de los tiestos, es el momento de trasplantarlas a macetas de mayor tamaño. Las pasamos a 7, 11 y 18 litros para comprobar su potencial y añadimos de nuevo un estimulador de raíces al riego los primeros días tras el trasplante. A su vez, comenzamos también con el abonado de crecimiento en dosis bajas que iremos elevando a medida que la planta vaya creciendo. Acordaros siempre de llevar un control del pH y la EC. La Shiva Shanti no necesita una gran cantidad de abono, pero sí que el aporte sea constante. En algo más de un mes las plantas tienen un tamaño y un vigor excepcional. Sacamos e identificamos esquejes de todos los ejemplares. Los clones enraizaron a una velocidad asombrosa y apenas perdieron vigor retomando rápidamente el crecimiento. Elegir una madre no fue una tarea fácil debido a que todas las plantas eran muy homogéneas y apenas había diferencias organolépticas entre unas y otras. Debemos destacar además que la creación de ramas secundarias largas y fuertes es bastante grande, lo que favorece también la producción de gran cantidad de esquejes.

Floración

Los primeros pistilos que nos muestran el sexo de las plantas se desarrollan tras algo más de un mes después de haber germinado las semillas. Una vez sucedido esto y dado que ya tenían un tamaño considerable las pasamos al cuarto de floración. En la primera semana de floración les hacemos un pequeño lavado de raíces para después ir añadiendo de nuevo abono de floración en dosis cada vez más elevadas, que completaremos con un bioestimulador específico para esta etapa. El crecimiento se detiene a los pocos días de reducir las horas de luz diarias que reciben y la distancia internodal es cada vez menor. La formación de pistilos se acelera y rápidamente se forman alargados y peludos cogollos por toda la planta destacando las puntas de cada rama y en especial el central, el más denso y tupido de todos. Unos 15 días antes de cosechar realizamos un nuevo pero más abundante lavado de la tierra, a partir de este momento únicamente añadimos agua.

Cosecha y cata

Los más impacientes pueden cosecharlas perfectamente en unos 50 días. A nosotros suele gustarnos esperar un poco más y preferimos cortarlas en 55 o incluso 60 días. La cosecha es muy abundante, ya que todas las plantas están cargadas de cogollos de arriba a abajo. En las macetas de 7 y 11 litros se pueden cosechar en poco tiempo entre 40 y 70 gramos por planta y en las de 18 litros se pueden superar los 100 por planta con facilidad. Desde el primer día que la probamos nos dimos cuenta que de suave no tenía nada y desde entonces todo aquel que la prueba da fe de que el efecto sube enseguida, que su potencia es realmente fuerte y te sume en un sensación total de paz y tranquilidad. Su sabor encandila a cualquiera, pero pocos pueden sobrellevar la maravillosa sensación de bienestar que produce sin echarse a dormir.
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Soft Secrets