Rosin Tech 3: planchas de serigrafía
Hacer Rosin de forma aún más cómoda
Hacer Rosin de forma aún más cómoda
Plancha, extracción de la segunda planchada e instrumental de cata |
Seguimos profundizando en la técnica de moda junto a su mayor defensor dentro de nuestras fronteras, Isaac de Delicatessen Glass. Esta vez, probamos una máquina de serigrafíar camisetas que nos permite procesar más cantidad de materia vegetal de una sola “planchada”. Esta es una de las formas más extendidas para sustituir al que quizás sea el mayor factor limitante del Rosin, la plancha de pelo.
Como llevo diciendo unos meses, hacer hachís de calidad en segundos y sin riesgos está al alcance de todo el mundo gracias al descubrimiento de la Rosin tech. La calidad de este hachís Rosin (y la facilidad con que se hace) ha dejado atónitos a muchos usuarios y expertos extractores. Algunos se pensaban que ya estaba todo inventado y esperaban como mucho una versión 2.0 de las metodologías ya existentes. Otros, los más inconformistas, simplemente esperaban a que surgiera algún nuevo tipo de extracto de complejísima elaboración… Y es que las tendencias indicaban que la próxima técnica que saliese requeriría instrumental y técnicas complejas de laboratorio, no unos segundos de calor y presión.
Unos cuantos pipazos por una prensadita es algo maravilloso pero cuando se quiere hacer grandes cantidades o juntar lo suficiente para un buen porro fumado ya no es tan automático y llevadero. Desde el primer momento han surgido toda clase de experimentos con el fin de llevar la técnica a una escala superior, pero el uso de planchas para serigrafiar camisetas se ha impuesto por el momento y por ahí van la mayoría de intentos hasta ahora.
Aunque estén ya a punto de lanzarse los primeros modelos comerciales de “Rosinadores XL” posiblemente no serán baratos y es más que probable que tardemos en verlos en tiendas españolas un poco más. Además no sería raro que estos aparatos experimenten una evolución muy acelerada que deje obsoletos de forma rápida los primeros modelos. Estos motivos hacen que intentar fabricarse o adaptar el propio no sea una idea descabellada.
Preparando la segunda tirada |
Eligiendo plancha y adaptándola
Comprar una plancha de camisetas no es una inversión de 30€ como la plancha de pelo así que recomiendo que miréis modelos y estudiéis posibilidades antes de tiraros a la piscina. Debemos tener claro que el modelo que queramos sirva para nuestro propósito( temperatura precisa regulable, formas planas…). De verdad, estudiar el precio y sus características, porque como posiblemente la vayamos a modificar, no podremos devolverla si luego no vale. El obstáculo al que nos enfrentamos es el diseño de la propia plancha, un instrumento que no ha sido concebido con la idea de prensar tanto, tan fino y uniforme como queremos hacer con nuestro cannabis. Hacerle pequeñas adaptaciones para que sea funcional es bastante fácil, sólo requiere imaginación y el famoso método prueba fallo.
La mayoría de modelos que hemos visto en internet (y el que hemos podido probar) tienen donde se coloca la camiseta como una capa de un material tipo gomaespuma densa o una especie de neopreno. He leído a varios extranjeros que dicen directamente tener que cortarla por que les impedía trabajar en condiciones. En nuestro caso no la cortamos y directamente pusimos una capa de chapa de la misma medida encima. El conjunto de las chapas con la gomaespuma, el papel y las flores nos quedó un poco grueso e incomodo así que el prensado no llegaba a ser todo lo excelente que podría. Estamos pendientes de conseguir unas chapas más finas (de menos de 3mm)y seguir probando…
Hay que apañárselas lo mejor que se puede para que el tuneo haga posible obtener una prensada uniforme, perfecta y fuerte, pero que además transmita bien el calor. Nosotros usamos chapas metálicas que se calientan rápidamente y son finas y duras. Si os estrujáis el coco y dais con algo mejor no dudéis en probarlo (que lo compartieséis no estaría mal tampoco).
Rosin de Reina Madre |
Planchando
El proceso de extracción es igual de sencillo de llevar a cabo que con la forma que ya conocemos de la técnica Rosin. La única dificultad añadida es que al ser a mayor escala requiere algo de atención, con algún pequeño detalle como la disposición y separación entre los cogollos a “planchar”. Esto, como podréis imaginar, es delicado, pues si juntamos mucho los cogollos armaremos un pequeño lío de resina y vegetal que queremos evitar a toda costa. Tened en cuenta el tamaño que creéis que puede abarcar el perímetro de la resina y dejadlo libre. Si se tiene que juntar resina de un cogollo con resina de otro al ser prensados, puede valer, si parte de la resina puede acabar en el cogollo de al lado, malo.
Prensad un poquito los cogollos uno a uno con la ayuda de un papel de horno y los dedos. Luego los vaís colocando encima del papel que pondréis en la plancha, os será bastante más cómodo todo el manejo y colocación. No uséis los cogollos más grandes que tengáis por casa, yo de momento veo que este sistema rinde mejor (igual que la plancha de pelo) cuando se usan flores de tamaño medio-pequeño.
Prensamos unos segundos a unos 150 grados y listo. Probad distintas temperaturas (empezando por bajas) para cogerle el truco a vuestra máquina como ya habéis hecho con la plancha de pelo. El rendimiento dependerá bastante de lo bien que hayamos conseguido que prense y transmita temperatura la plancha con las modificaciones. Ahora simplemente echamos los cogollos a un plato (para luego hacerles una segunda planchada) limpiamos motitas con un palito/dabber y ya podemos raspar resina del papel como locos.
Nosotros utilizamos unos cogollos de Reina Madre que es una genética que da grandes cantidades de resina muy rica para hacer hash. Como no podía ser menos el Rosin que hicimos y degustamos era de primera calidad . El rendimiento que obtuvimos fue inferior a las dos pruebas “testigo” que hicimos el mismo día con la misma materia vegetal y la plancha de pelo… pero lo achacamos a la poca perfección del prensado/sellado que conseguimos con nuestra modificación. No tengo duda alguna de que con nuestras próximas evoluciones de la máquina rasparemos esas decimas que nos separan de la plancha tradicional.
¡Buenas cosechas para todos!