¡Primero se hizo la luz!
La luz es el aspecto más importante del espacio de cultivo. Hay otros elementos que son necesarios para tener un cultivo de éxito, pero la luz el elemento individual más importante ya que sin él nada más puede funcionar. ¿Qué opciones de iluminación están disponibles para los cultivadores que vayan a montar su cuarto de cultivo?
Existen tres tipos de fuentes de luz que se han usado con éxito en el cultivo de cannabis. Las lámparas de descarga de alta intensidad (HID), las lámparas fluorescentes compactas (CFL) y los paneles de diodos emisores de luz (LED). Las lámparas HID son las luces de cultivo tradicionales, las que se ven en la mayoría de los artículos de cultivo. Estas lámparas funcionan al conducir la electricidad a través de un gas encerrado en una cámara, dentro de la bombilla. Su uso más habitual es la iluminación de grandes espacios y zonas de exterior. Si miras hacia fuera desde tu ventana, es muy posible que veas una de estas lámparas iluminando tu calle. Llevan décadas a la venta y fueron las primeras en usarse para cultivar cannabis. Sin embargo, probablemente estén llegando a su fin, pues su producción seguramente cesará en los próximos años, ya que consumen mucho y los LED las están reemplazando en la mayoría de sus usos habituales.
Las lámparas CFL son las bombillas de bajo consumo que se usan comúnmente en las casas desde mediados de la década de los noventa. Su historia se remonta mucho más atrás pero no fue hasta los años noventa cuando se empezaron a producir en masa y cuando se popularizaron como alternativa a las bombillas tradicionales. Con la misma tecnología y aplicaciones que las lámparas CFL encontramos los clásicos tubos fluorescentes, típicos en la iluminación de oficinas y hospitales. Los tubos fluorescentes llevan a la venta desde antes de que aparecieran las bombillas de bajo consumo, pero su instalación, más complicada, las hace menos atractivas para los novatos. Es probable que oigáis a otros cultivadores referirse a los tubos fluorescentes como T8, en referencia a un modelo de 30w comúnmente usado. Los cultivadores empezaron a usar este tipo de tecnología principalmente para reducir el consumo eléctrico y, en segundo lugar, para evitar algunos problemas que ocurren cuando se usan lámparas de descarga.
Hoy en día hay una nueva tecnología que está ganando popularidad. Los paneles LED utilizan diodos (pequeñas lámparas) que producen luz a través de un chip. Es una tecnología que se inventó en los años sesenta que se ha empezado a producir en masa a partir del año 2000, ahora está por todas partes. Las luces del coche, la televisión, el teclado, la lista es interminable. Es una fuente de luz barata, pero que sigue siendo muy cara para aplicaciones a gran escala. Una tecnología muy flexible, puesto que permite que cualquiera que tenga unos conocimientos técnicos básicos de electrónica y construcción mecánica pueda fabricar su papel de LED casero. Se han usado en cultivos durante la última década, pero no ha sido hasta hace un par de años que ha empezado a despegar su utilización.
Los cultivadores no acertaron con los LED desde el principio. Más bien se podría decir que los primeros intentos de cultivar con LED fueron bastante desastrosos. Los primeros paneles que aparecieron en el mercado eran increíblemente caros y daban unos resultados horrorosos. Las plantas quemadas o incapaces de producir eran tan habituales que crearon muchas dudas en la comunidad cannábica sobre si los LED servían para cultivar. Lo que inicialmente atraía de la tecnología LED era la posibilidad de reducir el consumo eléctrico, pero los fabricantes del momento fallaron a la hora de imaginar una forma original de emplear la tecnología. En lugar de enfocarse en distintos aspectos y técnicas de cultivo, simplemente intentaron reemplazar la lámpara HID tradicional con un enorme panel de LED. Esto dio lugar a la creación de enormes paneles cuyo precio era tan alto que espantaba a los potenciales cultivadores.
Los cultivadores que confiaron y probaron los primeros paneles acabaron defraudados cuando las plantas llegaban al final. Los resultados más comunes eran del orden de 0,2 gramos por vatio, la razón principal era el espectro equivocado que se usaba. Los fabricantes tenían la impresión de que las plantas eran tan simples que se podían emplear sólo dos colores para cubrir sus necesidades. Los primeros paneles tenían un espectro que sólo contenía azul y rojo, el azul se suponía que se ocupaba de la fase vegetativa y el rojo de la floración. No funcionó.
Con el tiempo, conforme los LED se empezaron a usar en aplicaciones domesticas para iluminación se fueron construyendo cada vez mejor. Los diodos se hicieron más potentes y mucho más baratos. Muchos fabricantes empezaron a usar diferentes espectros basados en el blanco, en lugar del sistema monocromático, crearon paneles que ofrecían buenos resultados, suficientemente buenos como para considerarse una interesante alternativa a las lámparas de descarga.
Cultivando con lámparas de descarga
La mayoría de los cultivadores, yo incluido, empezaron a cultivar con lámparas de descarga. El sistema típico contenía un balastro, un reflector y la bombilla. Un espacio de un metro cuadrado requiere una lámpara de 400 vatios para iluminarlo; con el 10% de pérdida del balastro, el consumo eléctrico total es de unos 440 w por hora. Las lámparas de descarga tienen un ratio de electricidad convertida en luz de alrededor del 11%, alcanza el 13% en las mejores marcas. Esto significa que, como mucho, tu área de cultivo recibe 50w de luz. Lo malo es que hay 350w de calor producido por la bombilla, lo que puede subir la temperatura del cuarto de cultivo hasta 10º C por encima de la temperatura ambiente. Este problema puede reducirse usando un reflector cooltube, un sistema que chupa el calor de la bombilla y lo saca fuera del cuarto de cultivo. El cooltube resuelve parcialmente el problema pero requiere toda una instalación extra para funcionar.
¿Sirven las lámparas HID para cultivar plantas buenas y productivas? Sí, no hay duda sobre eso. Si el consumo eléctrico no es una preocupación y tienes un buen presupuesto con el que comprar un buen acondicionador de aire, adelante con ello. Eso significa que también tienes que tener el dinero para pagar la electricidad consumida por el aire acondicionado, las lámparas y el equipo auxiliar (ventiladores oscilantes, etc.). Otra forma de evitar los problemas del calor producido por las lámparas de descarga es encender las luces durante la noche. En un piso europeo típico, la temperatura nocturna suele ser de unos 17º C que pueden subir hasta 27º C dentro del espacio de cultivo, una temperatura aceptable siempre que las mínimas no bajen de 21º C. De todas maneras, los cultivadores que hagan hidroponía pueden encontrarse con problemas por la temperatura del agua.
Otro problema con las lámparas HID, menos frecuente, pero no menos importante, es el peligro de incendio. Hay una pequeña posibilidad de que la lámpara explote, algo que además de causar problemas en el cuarto de cultivo podría derivar en un incendio. Ni tu esposa, ni tus vecinos estarán contentos. Se pueden tomar ciertas precauciones para reducir el riesgo, lo menor es estar en casa cuando las luces estén encendidas y vigilar constantemente el sistema. También es importante asegurarse de que no hay nada inflamable cerca del cuarto de cultivo y mantenerlo limpio, sin hojas secas, etc.
Hablando de armarios o tiendas de cultivo y como deben ser por dentro, nos encontraos con un problema habitual cuando se cultiva con lámparas HID en un espacio pequeño, la altura. Debido al calor (y al calor radiante) producido por la lámpara, el cultivador debe dejar un mínimo de 40 cm. de distancia entre la lámpara y la planta. En el armario medio, que tiene dos metros de altura, esto significa que las plantas tienen que mantenerse más pequeñas de 1,40 metros para evitar que se estresen por el calor, y en ese tamaño hay que incluir la altura de la maceta.
Yo no recomendaría las lámparas HID a los autocultivadores. Es una forma barata de empezar, son productivas, pero traen un montón de problemas. El cultivo debe ser divertido y no un problema de regular temperaturas y demás. Aunque las lámparas HID son baratas, eso solo se refiere a la instalación básica, ya que el coste irá subiendo en cuanto llegue la factura de la electricidad.
Cultivando con CFLs y tubos fluorescentes
Una luz popular usada por los cultivadores domésticos. Fácil de encontrar, no se requieren muchos elementos como con las lámparas HID, no hay peligro de incendio, es más fácil controlar las temperaturas… ¿qué más se puede desear? Bueno, la verdad es que el problema viene si uno quiere conseguir buenos cogollos.
A pesar de su bajo coste, eficiencia y falta de peligro, los fluorescentes compactos no dan buenos resultados en floración. Los emplean principalmente los principiantes, ya que se encuentran en cualquier supermercado y son muy fáciles de instalar y usar en pequeños espacios. En cualquier caso, se quedan muy atrás a la hora de florecer plantas. Junto con los tubos fluorescentes son útiles para enraizar esquejes y en las fases iniciales del ciclo vegetativo, pero no llegan más allá. Una vez cambias a floración hay que cambiar las luces.
De todos modos son una solución fácil para un microcultivo con un presupuesto muy limitado. La mayoría de cultivos con fluorescentes compactos los realizan principiantes, cuando están experimentando el cultivo en interior antes de invertir más dinero. El cultivador puede esperar un buen crecimiento inicial bajo las lámparas de bajo consumo o los tubos fluorescentes, de hecho es un lugar ideal para la primera semana, mejor que bajo una lámpara de descarga, ya que cuando las plantas son jóvenes resultan muy vulnerables bajo la intensa luz y el fuerte calor de una lámpara HID. Las lámparas fluorescentes compactas se comercializan en todos los espectros blancos, mientras que los tubos fluorescentes suelen ser blanco frío (también llamado luz día, con una temperatura de color de más de 6000K)
El cultivo con fluorescentes compactos va camino de los libros de historia. Puede que algunas personas sigan usándolos para cultivar esquejes y plántulas antes de colocarlas bajo una lámpara HID, pero eso es todo lo que se puede hacer. Los cultivadores que intentan hacer un cultivo completo bajo fluorescentes acaban defraudados al final, terminan cambiando de lámparas o abandonando el cultivo totalmente.
Cultivando con LED
No hay una sola forma de escribir sobre el cultivo con paneles LED. La razón es que, al contrario que las estandarizadas lámparas de descarga, los paneles LED vienen en una gran variedad de tipos y tamaños diferentes. Un panel de 30w no puede tratarse igual que uno de 200w. Las diferencias también se dan entre la refrigeración activa y pasiva.
Hablando en general y asumiendo que consigas hacerte con paneles decentes, puedes esperar una reducción en el consumo eléctrico, comparándolo con las lámparas HID, mucho mejor control del ambiente, debido a la menor producción de calor, y al mismo tiempo obtener los mismos resultados. Los LED convierten alrededor del 33% de la electricidad en luz. En teoría, 180 vatios de LED deberían ser suficientes para reemplazar una lámpara HID de 400w. Esto también supone que en ese mismo escenario sólo unos 130w serán convertidos en calor, en lugar de 350w.
Otra ventaja de los LED es que emiten el calor por la parte trasera, no en dirección a las plantas. Esto sucede porque funcionan a través de un chip que está situado en la base de la luz. El calor se disipa más fácilmente en el ambiente y el sistema de extracción lo absorbe mucho mejor. Las plantas pueden acercarse mucho a los paneles sin sufrir por el calor, como lo harían bajo una lámpara HID. Otra ventaja es que no hay riesgo de incendio cuando se cultiva con paneles LED.
Cultivar un micro jardín usando paneles LED es muy fácil. Pueden obtenerse los mismos resultados que con lámparas de descarga, pero en unas condiciones medioambientales mucho mejores y sin tenerse que preocupar de que la casa se incendie. La factura eléctrica no será enorme y las plantas permanecerán sanas. El único problema es el mayor coste inicial de comprar los paneles, que puede ser mucho más alto que comprando lámparas de descarga o fluorescentes compactos.
Si quieres cultivar buenas plantas sin pagar una gran factura eléctrica, investiga y compra unos buenos LED que durarán varios años.