LEDS, un poderoso aliado (parte1)
Llega el verano un año más y las temperaturas no perdonan, ha llegado el momento de apagar los sodios y encender los leds, en este cultivo podremos ver cómo se comportan una docena de genéticas diferentes con un nuevo equipo de iluminación.
Llega el verano un año más y las temperaturas no perdonan, ha llegado el momento de apagar los sodios y encender los leds, en este cultivo podremos ver cómo se comportan una docena de genéticas diferentes con un nuevo equipo de iluminación.
Llega el verano un año más y las temperaturas no perdonan, ha llegado el momento de apagar los sodios y encender los leds, en este cultivo podremos ver cómo se comportan una docena de genéticas diferentes con un nuevo equipo de iluminación.
Hace ya dos años que compré mis primeras lámparas de leds, desde entonces las he estado utilizando en verano y en invierno junto a las de sodio para conseguir un mayor espacio de cultivo, con un aumento mínimo del consumo, a la vez que consigo un excelente espectro y temperatura con ambas luminarias combinadas. Estoy satisfecho con el rendimiento que me han dado, pero ha llegado el momento de actualizarse y he adquirido un nuevo equipo, en este caso voy a utilizar cuatro módulos de de setenta vatios reales. Cada una de ellas tiene forma laminar y a diferencia de las anteriores no llevan ventiladores, gracias a un disipador de laminas de aluminio en la parte superior mantienen una temperatura adecuada. Esto me parece positivo, las lámparas no hacen ningún tipo de ruido, lo cual es siempre de agradecer, especialmente para minis o cultivos camuflados, donde si utilizamos Leds y Co2 prácticamente son indetectables al no necesitar extracción, eso sí tendremos que controlar la humedad.
Preparando la nueva instalación Led |
En el mismo momento de encenderlas uno se da cuenta de lo mucho que han mejorado, el aumento de eficacia es visible a simple vista al ponerlas junto a las otras, otra particularidad que me ha gustado es la posibilidad de elegir la potencia a la que queremos que trabajen, con lo que si las utilizamos para crecimiento o clonar con ponerlas al veinticinco por ciento es suficiente. Otro opción es ir aumentando la potencia progresivamente cuando pasamos a floración, conseguimos una transición más natural y nos ahorramos unos vatios que siempre es de agradecer en los tiempos que corren.
En este caso a diferencia del anterior artículo donde sólo utilice una variedad, voy a utilizar una docena de genéticas seleccionadas, esto es algo que siempre desaconsejo, pues la dificultad de alimentar variedades distintas, corregir las alturas y frecuencias de riego hacen que todo se complique. En este caso como conozco cada genética y puedo utilizar los cuatro módulos de iluminación de forma independiente, voy a ir agrupándolas por altura y con paciencia veremos si sale algo interesante. Las que mejor respondan a los leds son las que utilizaré para los próximos SOP (Sea Of Purple).
Fase vegetativa |
La superficie que utilizaré será de dos metros cuadrados, utilizando dos lámparas por metro, esto son realmente pocos vatios, pero prefiero ver lo que pueden rendir de este modo a utilizarlas todas en un metro, así será más sencillo sacar conclusiones.
En uno de los espacios hay veinticinco clones, en filas de cinco y macetas de siete litros. En el otro hay nueve clones en contenedores grandes de veinte litros, veremos las diferencias y si vale la pena utilizar tanta tierra. Las genéticas que van a entrar a floración son; Black Domina, Ed Rosenthal Superbud, Sour Bubble, Jack Flash, Reina Madre, Critical Bilbo, Lavender, Cannalope Haze, Tijuana, Caribe, Jack Herer, Somango Bilbo. Llegados a este punto tengo que agradecer la labor de las personas que realizan estas excelentes selecciones, dedicando esfuerzo y capital, conservándolas durante años y los más importante compartiéndolas.
Vista general del jardín |
Una vez preparados los clones en jiffies y con unas buenas raíces tras doce días, preparo los contenedores con tierra pre-abonada, micorrizas y un fondo de piedra volcánica para mejorar el drenaje y evitar que se apelmace la tierra. Es vital que el primer riego se hago de la forma más lenta posible, yo personalmente utilizo un pequeño truco, cojo una garrafa de las de beber de cinco u ocho litros y le perforo unos pequeños agujeros en el fondo, luego dejándola apoyada sobre los tiestos sale un fino hilo de agua por cada esquina que va empapando lentamente el sustrato, las voy cambiando de sitio y rotando, el proceso puede llevar varias horas, pero os animo a que lo probéis, nada tan económico os supondrá una diferencia mayor, a éste modo de regar en adelante lo referiremos como "riego lento(RL)". Si no lo hacemos así las primeras veces crearemos zonas de mucha presión radicular, con el RL respetaremos al máximo la esponjosidad. Como ya hemos comentado antes las raíces del cannabis son bastante vagas y hay que ponérselo lo más fácil posible. La asfixia radicular es uno de los problemas más comunes que veo en los cultivos, especialmente cuanto mayores son los contenedores, máxime cuando no son respetado los trasplantes intermedios.
Clones en contenedores grandes |
En el primer riego ajustaremos el ph a seis (luego subiremos progresivamente) y ajustaremos una EC de 0.6, si partimos de un agua con un nivel inferior completamos con calcio y magnesio. Añadiremos de forma generosa enraízador, como utilizamos tierra abonada con eso será suficiente para llevar a cabo la fase vegetativa sin complicaciones, las micorrizas se encargarán de mantener un medio limpio y potenciado para la absorción de nutrientes. No es buena idea empezar a abonar cuando son tan pequeñas, pues cuando lleguemos a media floración ya tendremos unas acumulaciones de sales indeseadas para el periodo más importante.
Inicio de floración a los quince días |
Un par de semanas de crecimiento y ya estamos listos para cambiar el fotoperiodo, no necesitamos que sean muy grandes, lo justo para cubrir el espacio con una rama principal y un par de secundarias. Las plantas entran con buena salud a floración, en seguida inclinan con brío sus hojas hacia los leds, parecen querer abrazarlos. Como siempre que he utilizado leds el color verde de las plantas roza la perfección, supongo que al no haber zonas tan calientes no se desencadenan por ejemplo las típicas quemaduras de potasio, por eso también desde mi punto de vista mantienen unas mejores propiedades organolépticas. Una menor evaporación parece proteger más eficientemente los terpenos y al conjunto en general.
A las dos semanas y sin variaciones en referencia al cultivo de estas variedades con el sodio, las plantas empiezan a mostrar sus flores y resinas, la temperatura del cultivo no varía al encenderse el equipo, así que hay una media de veinte cuatro grados, óptima para florecer.
En el próximo número veremos la evolución y los resultados del cultivo, repasaremos el fruto de cada variedad, peso, densidad y resina, además de intentar descubrir las mejores para esta iluminación.
Ed Rosenthal Super Bud mostrando las primeras flores |
Cada día hay más gente que utiliza los leds, aun así el desconocimiento sigue siendo muy grande, se siguen comprando lámparas de muy baja calidad que no sirven para nada y cuando digo nada, digo "nada". Si queremos cultivar con este tipo de iluminación no nos queda otra que invertir, los leds de altas prestaciones son caros y esto es un campo en pleno desarrollo, seguro que en unos años los precios serán populares y entonces los sodios solo serán aventuras que contar a los nietos. Lo que más me extraña es ver cómo se desaconseja por parte de algunos su uso, siempre con la misma frase "me han dicho que no van bien". Sería positivo que quien departa de un tema lo haga de primera mano, con sus resultados propios y no de oídas, por otra cosa un mal común en nuestro territorio.
Los leds funcionan y una vez más vamos a poder ver los resultados sobre un amplio abanico de genéticas conocidas y contrastadas bajo sodio. Disfrutad del sol y el humo!. X.