Las señoritas de la marihuana

Exitable
21 Aug 2014

Todo va enfocado hacia los hombres. Se ve que la sociedad piensa que sólo son ellos los que le dan al "fumeteo". Pero se equivocan. A las mujeres también nos encanta ponernos fumadas, liarnos porrazos y aspirarlos tranquilamente en la terraza del bar. Nos gusta plantar maría, ver como germin an nuestras semillas y observar como poco a poco nos van ganando en altura. Nos cautiva el olor y el sabor de esta planta, que por algo será que tiene nombre... de chica.


Todo va enfocado hacia los hombres. Se ve que la sociedad piensa que sólo son ellos los que le dan al "fumeteo". Pero se equivocan. A las mujeres también nos encanta ponernos fumadas, liarnos porrazos y aspirarlos tranquilamente en la terraza del bar. Nos gusta plantar maría, ver como germin an nuestras semillas y observar como poco a poco nos van ganando en altura. Nos cautiva el olor y el sabor de esta planta, que por algo será que tiene nombre... de chica.

Todo va enfocado hacia los hombres. Se ve que la sociedad piensa que sólo son ellos los que le dan al "fumeteo". Pero se equivocan. A las mujeres también nos encanta ponernos fumadas, liarnos porrazos y aspirarlos tranquilamente en la terraza del bar. Nos gusta plantar maría, ver como germin an nuestras semillas y observar como poco a poco nos van ganando en altura. Nos cautiva el olor y el sabor de esta planta, que por algo será que tiene nombre... de chica.

Seguro que lo primero que hacen la gran mayoría de los seguidores de Soft Secrets es abrir por las primeras páginas y deleitarse viendo a sus dos grandes bellezas: La marihuana y las mujeres. Y es que a sensuales no nos gana nadie. Pero es por eso mismo que nosotras también queremos sentirnos protagonistas en el mundo cannábico. Queremos ser las señoritas de la maría. 

Cuando he ido a visitar las ferias de nuestro mundo, me han sorprendido dos cosas: la gran amabilidad con la que me tratan y lo poco que se acuerdan de nosotras en su publicidad. Nunca he visto un solo anuncio en el que salga un hombre. Todo son tías en pelotas con tetas operadas. ¿Pero en serio no os gustan más naturales? Porque yo veo esos dos globos y de lo único que me entran ganas es de explotarlos. Y repartiendo folletos... más de lo mismo. Solo vemos culos esponjosos sobresaliendo de minúsculos pantalones. Y digo pantalones por no decir bragas. Y claro, al novio... se le van los ojos. Y nosotras nos cabreamos, y él se cabrea, y al final a los productos les dan por ahí. Lo peor de todo es que luego nos miran a nosotras con cara de superioridad, subidas en sus tacones... perdona bonita, a mi me ponen lo que tu llevas, y me queda mil veces mejor. 

Luego vas a un evento, y no cuesta mucho sacar el porcentaje de gente que hay dependiendo de su sexo. Por cada diez hombres hay media mujer. Así no cuesta nada ligar. Claro, vas y te sientes el alma de la fiesta. Todo el mundo te mira. Pides un cigarro y te dicen “Toma, mejor hazte un porro”. ¡Genial!  Y en cada stand te regalan una semilla. Y grinders, papel, cartón... de todo. Así es normal que cuando voy a una exposición de estas salga con mas yerba de la que he entrado. Y el triple de fumada. Y encima me llevé varias cosas para empezar a cultivar. ¡Es un chollo! Aun así, a las chicas nos hace falta involucrarnos un poco más en el tema del cultivo. Nosotras pasamos mucho de estos temas. Pero sin embargo luego bien que damos caladas de camionero.

La yerba tiene muchos efectos positivos sobre nosotras. Tras fumarnos un buen peta de Amnesia pasamos de ser gatitas a ser auténticas leonas. Y es que se dice que la marihuana es como el viagra de las mujeres. Nos relaja a la vez que aumenta el apetito sexual. Y no viene de ahora, porque desde hace más de 3000 años nuestros antepasados ya utilizaban esta planta para funcionar mejor en la cama. Cuanto más se rinda... mejor.

El aumento de la libido es un punto a favor, ya que las mujeres somos muy especiales a la hora de excitarnos. Nosotras no nos conformamos con que nos metan mano, hay que sabe manejar muy bien la situación para conseguir una respuesta positiva. Y tampoco nos conformamos con cualquier cosa... ya me entendéis. No es lo mismo un porro que una “L”. El tamaño siempre importa.

En la web, ya hay páginas que se dedican exclusivamente a reivindicar que las chicas monas e inteligentes también son abiertas de mente. La comunidad californiana de Girls Gone Weed nació con la intención de demostrar al mundo que las damas también le damos al porro. Camisetas, merchandising y un montón de fotos de tías aspirando humo copan sus redes sociales. Esta de moda eso de demostrar al mundo que nos gusta fumar. Cada vez son más las imágenes que se suben a Internet en las que se puede observar como nos gusta presumir de nuestros buenos vicios. Algunas salen con grandes bongs, otras grindando sus cogollos, y muchas de ellas en ropa interior, tirando humo blanco por la boca, o escondiendo sus cuerpos semidesnudos entre hojas y hojas... sabemos seducir.

El prototipo de mujer que gusta no es el de una niñata borracha y salida. Nosotras no somos así. Nos gusta la combinación de porro y birra. El ver una peli en el sofá de fumadas o quedar con nuestras amigas y hacer locuras. Somos amantes de la lectura, por eso leemos Soft Secrets. Y también nos encanta poder ir a la playa y tumbarnos bajo el sol, enrollar un buen canuto y acabar tiradas en la toalla, en bikini y con un subidón de esos que te dejan en el sitio. Nos encanta fumarnos un porro entre polvo y polvo y comernos una pizza de ciego mientras escuchamos buen reggae o un poquito de dubstep. El estilo da igual. A nosotras la poli no nos marea. No nos ve con malas pintas. Pero si se pararan a registrar se darían cuenta de que nosotras también escondemos ‘’droga’’ en la entrepierna, y además de muy buena calidad. ;)

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Exitable