La pasión por el cannabis nunca muere

Soft Secrets
23 Mar 2018
Cuando afrontas la pérdida de un ser querido, es un buen momento para echar la vista atrás e intentar ver y agradecer todo lo que esa persona ha aportado a nuestras vidas. También, de una manera en la que podemos hacer que, de una forma u otra, el recuerdo y las ideas de esta persona permanezcan para siempre en nuestros corazones y, por ende, en nuestras vidas.       Author: David Saulina y equipo Philosopher Seeds/ Alchimia Una vez se empieza ese repaso vital, que se suele iniciar desde el dolor de la pérdida, pero que poco a poco va mutando hacia el agradecimiento a todo lo que esa persona nos ha aportado. Uno se da cuenta de lo mucho que recibimos de nuestros compañeros de vida. En el caso de nuestro amigo Yohan, también conocido en las redes como Alchimix, esta aportación al mundo cannábico ha sido enorme. Para dar cuenta de ello, voy a empezar a explicaros de qué manera entró en nuestras vidas y como fue haciéndose alguien tan importante en ellas, tanto desde el punto de vista personal como profesional. Conocimos a Yohan hace aproximadamente 10 años, apareció en nuestra tienda como cliente, justo empezaba su experiencia como cultivador indoor, aunque era ya un experto cultivador de exterior y un gran amante de la planta y sus efectos. Cuando llegó a nuestro growshop, Alchimia, estaba totalmente entusiasmado, él era de origen francés y los Growshops con venta de semillas eran toda una utopía en esa época en Francia. Ya antes de entrar a formar parte de nuestro equipo, empezó a moverse por foros de habla francesa e inglesa bajo el nombre de Alchimix y su curiosidad y ansias de aprendizaje le llevaron a ser moderador de Cannaweed, -el foro más importante de habla francesa-, e incluso llegó organizar una fiesta de Cannaweed en su casa de Sant Pere Pescador, donde nos dio la oportunidad de conocer a los cultivadores francófonos más activos del foro. Al cabo de poco tiempo, estaba ya trabajando para Alchimia en calidad de desarrollador web, formando un equipo magnífico con Isaac y Ramon. Fue en esa época cuando se crearon las bases de lo que es hoy la proyección internacional del proyecto Alchimia. En esa primera fase, Yohan, entre otras muchas cosas, tenía la función de responder comentarios sobre dudas y preguntas de cultivo que nuestros clientes nos formulaban, sin dejar de lado su activismo en las redes en las que siguió aportando información a los dudosos, compartiendo sus seguimientos de cultivo, organizando concursos, propiciando encuentros y mucho más. Era una persona incansable y muy motivada, le movía la energía de la pasión por la planta de cannabis. Por circunstancias de la vida, a veces más compleja de lo que pareciera y después de una etapa de gran desarrollo, Yohan dejó de trabajar en el proyecto Alchimia. Continuó con sus cultivos, con su pasión, pero esta vez caminando en solitario. Esto no impidió que siguiéramos teniendo con él una relación de cercanía y de amistad. Tiempo después, cuando el proyecto Philosopher Seeds empezaba a ser una realidad externa (al principio fue un proyecto en exclusividad para el Grow Alchimia) vimos en Yohan de nuevo a la persona que podía ayudarnos a internacionalizar el proyecto, por sus contactos y conocimientos del mercado francés y anglosajón tan grandes. Por otro lado, él era un gran conocedor y amante de nuestra genética. Se lo propusimos y volvió a trabajar con nosotros, otra vez estaba haciendo lo que más le apasionaba, hablar con la gente sobre marihuana, ayudarles a conseguir mejores cultivos con mejores rentabilidades y mejores sabores. Volvió a coger las riendas de los comentarios en francés y español y a compartir su experiencia en artículos blog. Yohan era brillante en todo aquello que se proponía. Empezó a desarrollar tiempo después una de las tareas de las que más disfrutó durante su experiencia laboral con nosotros: visitar Growshops franceses para dar a conocer nuestras semillas. En esa tarea se reencontró con un montón de amigos a los que había conocido a través de las redes y de nuevo creó una red de ayuda/colaboración que fue mucho más allá de la simple visita de un representante, les asesoraba sobre la legalidad de la venta de semillas, compartía con ellos experiencias de cultivo, penas y glorias de los tenderos. Yohan establecía una relación muy cercana y cálida con sus clientes y era muy querido por ellos. Y ahora, cuando ya no le tenemos físicamente entre nosotros, recordamos sus virtudes, entre las que destacaba sobre todo una, su enorme generosidad para y hacia todo el mundo y hacía los proyectos de los que formaba parte, generosidad a la que no ponía límites. A modo de anécdota, me gustaría recordar su enorme pasión por las extracciones y en especial por el Dry Hash del que era un ferviente defensor (a pesar de que fue una técnica muy a la baja debido a la eclosión de los ices y los BHO). Por ello, el próximo hachís que haga será en seco y de Lemon OG Candy, una de sus variedades favoritas. Cuando aspire la primera calada sentiré la presencia de Yohan dentro de mi e intentaré no soltar jamás el humo a ver si consigo retenerle dentro de mí para siempre. Muchísimas gracias Yohan te queremos y te querremos siempre.
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