La importancia de los carbohidratos y la relación carbono - nitrógeno
La adición de carbohidratos durante la fase de floración del cannabis es una práctica que nos permite obtener cogollos más densos, de mayor calibre y mejor sabor, mejorando el resultado de cada cosecha. Este azúcar aporta una dosis de energía extra a las plantas, permitiéndoles concentrarse en el desarrollo de los cogollos, en lugar de intentar obtener la energía mediante sus propios medios. Los azúcares y otras materias orgánicas tienen una implicación directa en el equilibrio de los elementos químicos del sustrato, sobre todo el nitrógeno. La materia orgánica sirve de alimento para los microorganismos beneficiosos del suelo, pero a la misma vez disminuye el nivel de nitrógeno disponible para las plantas.
Los azúcares y los aminoácidos en el cultivo de marihuana
En el mundo de los aditivos, para optimizar los resultados en el cultivo de cannabis, los carbohidratos, en forma de azúcares, las enzimas y los aminoácidos tienen un lugar privilegiado. En teoría, si aportamos mediante el agua de riego los azúcares, los aminoácidos o las enzimas que la marihuana necesita en cada ciclo de desarrollo, ésta no tendrá que dedicar su energía en obtenerla mediante la descomposición de la materia orgánica del sustrato. De este modo, puede concentrar todo su esfuerzo en otras cosas, como por ejemplo en formar cogollos de un tamaño mayor y con más resina. Estos carbohidratos, en definitiva, ayudan a la planta a desarrollarse más rápido y a ofrecer un rendimiento mayor, porque hemos eliminado un factor limitante, la cantidad de energía total disponible para las plantas. No olvidemos que los carbohidratos son energía. Pero, ¿pueden realmente las plantas absorber todos los carbohidratos, los aminoácidos y las enzimas directamente por las raíces? Esta pregunta viene atormentando a los cultivadores y desarrolladores de nuevos fertilizantes y aditivos, cada vez más complejos.
Los diferentes tipos de carbohidratos varían en tamaño, desde estructuras simples y muy complejas como la glucosa o la fructosa, hasta moléculas complejas enormemente grandes como los polisacáridos. No todos los tipos de azúcares son igualmente absorbibles por las plantas, según su tamaño o su estructura y composición, algunos tipos de carbohidratos serán más fáciles de absorber que otros.
¿Listos para la ciencia? Os presentamos a la Banda de Caspary: La guardia privada del Cannabis
En el interior de las raíces se encuentra una banda de células de vital importancia, llamada la banda de Caspary. Se trata de una especie de filtro de seguridad que se utiliza para bloquear el flujo pasivo de materias que viajan entre las células, como el agua y otros elementos disueltos, hacia los sistemas vasculares encargados de transportar el agua de las plantas: el floema y el xilema. Esta barrera obliga a que todos los elementos pasen activamente o sean rechazados por la endodermis. Una vez dentro de la epidermis, el agua pasa a través de la corteza.
Para que los minerales disueltos pasen a través de la endodermis, deben estar en forma inorgánica e iónica para poder ser transportados
Por este motivo, los fertilizantes orgánicos deben ser degradados y transformados en formas inorgánicas para poder ser aprovechables por las plantas. Solo los azúcares simples son absorbidos por el sistema de raíces de las plantas. Y el sistema de raíces solo absorberá una cantidad muy pequeña de los aminoácidos suministrados. Pero, aunque la planta solo sea capaz de absorber una pequeña cantidad de carbohidratos y aminoácidos, podemos obtener bastantes efectos positivos de estos aditivos.
Los azúcares simples se absorben directamente, mientras otros azúcares más complejos sirven de alimento para las bacterias y hongos beneficiosos presentes en el sustrato
Aunque no debemos olvidar que las raíces del cannabis exudan constantemente proteínas simples y complejas, aminoácidos y carbohidratos hacia la rizosfera. Estos exudados sirven como compuestos que también promueven el crecimiento de todos estos microorganismos y se dividen en:
- Compuestos de bajo peso molecular, como los aminoácidos, los ácidos orgánicos y los azúcares.
- Metabolitos secundarios y exudados de alto peso molecular, como mucílagos (polisacáridos o carbohidratos complejos) así como proteínas.
Las bacterias y los hongos rizosféricos devuelven el favor, en una relación simbiótica, al descomponer los productos complejos en formas iónicas que la planta puede absorber y metabolizar, para después excretar proteínas y moléculas secundarias de sintetización propias, que benefician a la planta al aumentar su tasa de crecimiento y desarrollo. Es en esta relación simbiótica entre los aditivos y los exudados donde radica gran parte del éxito de los productos ricos en carbohidratos, al suministrar una excelente fuente de alimentación para los aliados de la zona de la raíz.
La relación carbono - nitrógeno C:N
Todos los medios de cultivo que contienen materia orgánica, o a los que se les haya añadido mediante el riego, sufren un proceso de descomposición de esta materia de origen orgánico, que afecta directamente a la cantidad de nitrógeno disponible en el mismo medio. La relación C:N expresa la concentración de carbono en relación con la cantidad de nitrógeno presente. Este proceso es realizado por los hongos y bacterias del suelo, que segregan enzimas. Generalmente, la proporción de carbono en la materia orgánica siempre es mayor que la de nitrógeno, y se representa con dos cifras numéricas. Por ejemplo, si la proporción es 20:1, esto significa que hay 20 gramos de carbono por cada gramo de nitrógeno en ese tipo de materia orgánica. Una relación C:N baja significa que la cantidad de carbono es razonablemente similar a la cantidad de nitrógeno.
La relación C:N no nos indica en qué forma se encuentran el carbono y el nitrógeno, sino en qué cantidad se encuentran cada uno de los dos
Este indicador es importante en el manejo del cultivo de cannabis, por los procesos que se desencadenan cuando se incorporan materias orgánicas; fertilizantes biológicos, carbohidratos, enzimas, etc., al medio de cultivo.
- En primer lugar, los organismos más grandes, como los ácaros, rompen la materia en partes más pequeñas.
- Después, los hongos y las bacterias comienzan a descomponer estos trozos más pequeños, secretando enzimas para romper la estructura de los compuestos químicos que integran la materia orgánica.
- Una vez que las enzimas han alterado estos compuestos, las bacterias y los hongos pueden utilizar como nutrientes algunos de estos elementos liberados.
Para realizar este proceso de descomposición de la materia orgánica, la microvida del suelo utiliza parte del carbono y del nitrógeno disponibles. Los microorganismos pueden acceder al nitrógeno presente en el sustrato más fácilmente que las plantas, por lo que a veces, si la proporción de microorganismos utilizada es muy elevada, corremos el riesgo de sufrir carencias de este elemento en nuestro cultivo.
Cuanto mayor sea la cantidad de materia orgánica presente en el sustrato de cultivo, mayor será la demanda de nitrógeno por parte de estos microorganismos descomponedores
Esto significa que cuando cultivamos con fertilizantes y sustratos orgánicos o utilizamos aditivos como los azúcares, es necesario mantenerse alerta ante cualquier síntoma de deficiencia de nitrógeno en las plantas. Y así poder corregirlo lo antes posible añadiendo un aporte extra de nitrógeno. Por otro lado, es indudable que la materia orgánica juega un papel muy importante para lograr una buena textura del suelo y mantener la salud de la rizosfera. Pero solo puede satisfacer las necesidades nutricionales de las plantas, en la medida en que estos compuestos orgánicos puedan ser transformados en iones inorgánicos. Una vez dentro de la epidermis, solo los iones inorgánicos pasan hacia el interior de las células. También es posible que, si no tenemos cuidado, podemos sobrecargar el sustrato con un exceso de carbohidratos. Azucarar demasiado el medio de cultivo puede ser casi tan perjudicial como una sobrefertilización, Como dijo algún sabio: incluso la mejor de las medicinas, puede ser un veneno si es administrada en exceso.
Cualquier aditivo administrado en una dosis demasiado alta, dominará los sabores sutiles de los terpenos naturales de la planta
A la hora de elegir qué tipo de carbohidratos utilizar, es preferible agregar carbohidratos complejos naturales, lo más puros que se puedan obtener. Los azúcares simples como la fructosa aún tienen que ser procesados por las plantas para poder consumirlos en forma de carbohidratos complejos. Algunas fuentes naturales de carbohidratos son por ejemplo la harina de algas marinas y de alfalfa o el jarabe de maíz, porque poseen reguladores de crecimiento. Los dos tipos de frutas que tienen los carbohidratos más complejos son los albaricoques y las ciruelas.
¿Cómo detectar una deficiencia de nitrógeno en las plantas de cannabis?
Casi todos los cultivadores saben de la importancia del nitrógeno para las plantas y cuáles son las señales que nos indican que nuestro cultivo está sufriendo carencias de este elemento. Las hojas más jóvenes y brotes superiores toman el nitrógeno de las zonas más viejas. Porque las plantas centran su su prioridad nutricional en las zonas altas, al ser las que reciben mayor cantidad de luz.
Uno de los signos característicos de niveles bajos de nitrógeno en tu cultivo, es que las hojas de las zonas bajas y más viejas se tornarán amarillas
Pero no hay que confundir esto, con el amarillamiento que ocurre al final del ciclo de vida del cannabis, cuando las hojas más viejas adquieren tonalidades cada vez más pálidas, hasta caerse. Si el cambio de color comienza a extenderse hacia arriba, como si trepara por la planta, entonces sí es posible que tengamos un problema de deficiencia de nutrientes.
Si existe un exceso de nitrógeno, es posible que deje un sabor y olor a amoniaco en los cogollos
La solución para no tener problemas de carencias o excesos de nutrientes, cuando cultivamos de forma orgánica, es proporcionar a las plantas fertilizantes de calidad. Con un balance de nutrientes bien equilibrado.
ditivos a base de aminoácidos. La magia existe si sabes hacer el truco
En los últimos años, el mercado de fertilizantes para cannabis ha progresado desde ofrecer nutrientes básicos y algunos estimulantes de la floración de fósforo hasta el mercado actual, donde se puede encontrar una desconcertante variedad de nuevas tecnologías y teorías sobre la fertilización del cannabis en cada una de las etapas de desarrollo. Los aminoácidos son, junto con los carbohidratos, dos de los productos que más han estado dando de qué hablar en la comunidad del cultivo cannábico. Y lo están haciendo por una buena razón, y es que son herramientas muy interesantes en el contexto de la nutrición vegetal. Tan importantes, que muchos expertos los consideran indispensables para obtener resultados óptimos.
Cada reacción o proceso químico que ocurre dentro de una planta se basa en proteínas. Desde la fotosíntesis hasta la producción de hormonas, el crecimiento, el desarrollo y el estrés
Los aminoácidos proteinogénicos son utilizados por las plantas en la producción de proteínas. Estas proteínas son utilizadas para todos los aspectos de su ciclo de vida, por lo que podemos ver que los aminoácidos son esenciales en la vida de las plantas. Además los aminoácidos son precursores directos de algunas hormonas, por ejemplo:
- El triptófano, es un aminoácido muy popular que está siendo utilizado porque se cree que es un precursor directo del ácido indolacético, una poderosa hormona del crecimiento.
- La arginina es un precursor de las citoquininas, y es un factor importante para estimular la producción de flores y frutos a nivel bioquímico.
Otras funciones interesantes de los aminoácidos incluyen su papel en la mitigación del estrés de las plantas
Las plantas de cannabis producen prolina en grandes cantidades durante los momentos de estrés, para ayudar con el equilibrio osmótico y mantener un estado hídrico positivo. Además, los aminoácidos también sirven de aporte de nitrógeno en la zona de las raíces, porque son descompuestos por bacterias y hongos que se alimentan de ellos. A cambio, durante el proceso, se libera nitrógeno en forma de amoniaco, que puede ser absorbido por las plantas.
Los aminoácidos también afectan la síntesis y la actividad de las enzimas, y juegan un papel importante en la expresión genética
Con estos motivos, es evidente por qué los fabricantes para plantas están cada vez más interesados en los aminoácidos. Pero al igual que ocurre con los carbohidratos, la mayoría de los aminoácidos, tampoco pueden ser absorbidos directamente por el sistema radicular. Recientemente, algunos investigadores han llevado a cabo experimentos, suministrando diferentes aminoácidos previamente marcados con un indicador radiactivo. De manera que, tomando radiografías de toda la planta 24 horas después, se pudiera visualizar el alcance real de la absorción de aminoácidos por las plantas.
En casi todos los estudios realizados, los resultados han concluido que solo un pequeño porcentaje de todos los aminoácidos suministrados mediante el riego, son absorbidos por las raíces y transportados efectivamente hasta las hojas y tallos. Pero a pesar de que solamente sean aprovechados una pequeña parte de los aminoácidos suministrados, estos tienen una influencia muy positiva en el crecimiento y el desarrollo de las plantas. Ayudan a mejorar la salud y acelerar el crecimiento de las raíces, incrementan la absorción de los nutrientes y mejoran la tolerancia a problemas causados por excesos o carencias hídricas, así como por enfermedades o condiciones climáticas adversas.