Kryptonite: Chica del Año 2019
Kryptonite de Pyramid Seeds es una Sativa rápida, resistente a la humedad y a las bajas temperaturas, productiva y de efecto potente. Además, resulta vigorosa y fácil de cultivar, por lo que es ideal para el cultivo de exterior, y se ha ganado la confianza de muchos cultivadores. Una variedad completa con raíces en la crianza amateur ibérica, que aumenta su fama cada temporada. Son muchos los motivos para este premio “Chica del Año 2019”, sin duda se lo ha ganado.
La Kryptonita se supone que es una roca de origen extraterrestre, capaz de tumbar a Superman. Para una variedad de marihuana, Kryptonite es un nombre que pone altas las expectativas, pero los años y pruebas han demostrado que merece este apelativo.
Orígenes
La Alpujarra granadina es una de las zonas de España con mayor tradición cannábica, pues allí están establecidos grupos de personas que llevan plantando en exterior desde los años 80 del siglo pasado, o incluso antes, casi medio siglo de cultivo. En estos años han ido elaborando sus propios cruces, con la mezcla de landraces y genéticas holandesas, entre las que destacaron una Yumboldt y una Orange Bud. Esta piscina genética es la base de la que surge la Kryptonite. Según nos explico el principal criador de Pyramid Seeds, Toni, ``Aunque conozco bastante a esta gente y estuve con ellos en las montañas, no son muy de dar sus genéticas, me pasé pidiéndola tres años hasta que me mandaron las semillas. Me habían llamado la atención porque daban buenos resultados con un clima muy duro, pues se criaron a más de 1000 metros de altura, también me atrajo que eran rápidas y daban unos cogollos duros como piedras, así que pensé que podía emplearse en una variedad de exterior´´. Esta variedad le llega con el nombre de “la morá”, por un ancestro que mostraba coloraciones moradas, sobre todo cuando, durante la floración, hace mucho frío en la noche, aunque el híbrido final no suele presentar estas tonalidades.Selección y crianza
Tras conseguir la genética vino un año entero de búsqueda en interior de los mejores ejemplares. El camino parte de unas 250 semillas, con machos y hembras. En la primera selección se eliminan machos y se apartan las más débiles, hasta quedar con unas 50 plantas. Esta primera etapa se realiza con criterios generales, sin buscar nada concreto, no es como cuando seleccionas por ejemplo una Jack Herer, que conoces por adelantado los rasgos a identificar. En este punto, la selección ya se empieza a complicar, pues eran todas hembras de buena calidad. Además de valorar la estructura, aspecto del cogollo, paladar y efecto, tienen en cuenta otros factores, como la resistencia a la humedad, el vigor, la rapidez de crecimiento o el desarrollo radicular y facilidad de esquejado. También se efectúan distintas catas para valorar su efecto. De esta forma, se reducen hasta 10 ejemplares, las que se inclinaban al lado Indica se emplearon en la Alpujarreña. Los cinco o seis fenotipos de “la morá” de tendencia Sativa fueron la base de la crianza de Kryptonite. Sobre su estilo de selección nos explica Toni: ``Muchas veces, la mejor en un aspecto falla en otros, más que la mejor planta en tal o cual criterio, busco la que puntúa alta en muchos baremos. De esta forma, no es la ganadora de una categoría concreta, pero destaca en todos los aspectos y en el conjunto general es la mejor´´. El desarrollo de la Kryptonite combinó el interior con testados y selecciones en exterior, tanto en su zona original de la montaña granadina, como en los Pirineos y otras zonas montañosas del Norte de la península. Antes de ponerla en el mercado, repartieron semillas del híbrido final entre distintos amigos, para asegurarse de que era una variedad rápida, estabilizada, vigorosa y resistente al mal clima. Con la Kryptonite ya en el mercado, empezaron a desarrollar su versión auto, cruzándola con su Auto Northern Lights y estabilizando la descendencia hacia los rasgos más sativos. Fue un trabajo de dos años hasta llegar a la Auto Kryptonite, donde la estructura es más compacta.Cultivo
Ante todo, Kryptonite es una Sativa rápida. En la estructura y aspecto se nota la ascendencia Sativa, también en la distancia internodal y crecimiento pujante. Aunque ofrece plantas grandes, no ocupan mucho espacio, pues el desarrollo es más a lo alto, que a lo largo. Al llegar la floración sigue creciendo, a la vez que forma cogollos finos y alargados. Es una variedad que resiste el frío, pero a la que le gusta el sol, cuanto más reciba más densos se harán sus cogollos. También aguanta muy bien otros factores de estrés, como las variaciones de EC y pH. En una reciente prueba de Pyramid Seeds cultivaron 27 variedades en el mismo sistema hidropónico, por lo que no se podía ajusta pH y EC individualmente. Kryptonite fue la que mejores resultados ofreció. Por sus ascendentes de alta montaña y crianza, es una variedad ideal para el cultivo de exterior, donde estará lista para finales de septiembre, pero también dará buenos resultados en interior. Resulta vigorosa en crecimiento, resiste a plagas y aguanta bien en climas duros, con lluvia y humedad, sin sufrir infecciones fúngicas. Por eso estamos hablando de una auténtica todoterreno, ya que se adapta a muchas condiciones, desde el cultivo urbano en balcón, hasta guerrilla de alta montaña. Para lo rápida que resulta ofrece producciones altas. Además, alcanza niveles de THC elevados, en torno al 20%. El efecto es diferente, con subidón inmediato, limpio, potente y cerebral.
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