Hierbas
En este número prestaremos una mayor atención al tema de las "hierbas" (también llamadas "malas hierbas"). Al contrario de lo que sucede con otras plantas que suelen ser agrupadas en familias o géneros, las hierbas son clasificadas por los horticultores en grupos de plantas no relacionadas entre sí. Más sencillamente, la "hierba" se puede describir como "una planta que crece en los lugares que otras plantas desdeñan". Muchas de estas "especies indeseadas", como descubriremos, son a menudo las plantas más invasivas y a veces más productivas del jardín. Esas plantas que a los agricultores y jardineros les gustaría erradicar y/o eliminar completamente de la sociedad.
En este número prestaremos una mayor atención al tema de las "hierbas" (también llamadas "malas hierbas"). Al contrario de lo que sucede con otras plantas que suelen ser agrupadas en familias o géneros, las hierbas son clasificadas por los horticultores en grupos de plantas no relacionadas entre sí. Más sencillamente, la "hierba" se puede describir como "una planta que crece en los lugares que otras plantas desdeñan". Muchas de estas "especies indeseadas", como descubriremos, son a menudo las plantas más invasivas y a veces más productivas del jardín. Esas plantas que a los agricultores y jardineros les gustaría erradicar y/o eliminar completamente de la sociedad.
En este número prestaremos una mayor atención al tema de las "hierbas" (también llamadas "malas hierbas"). Al contrario de lo que sucede con otras plantas que suelen ser agrupadas en familias o géneros, las hierbas son clasificadas por los horticultores en grupos de plantas no relacionadas entre sí. Más sencillamente, la "hierba" se puede describir como "una planta que crece en los lugares que otras plantas desdeñan". Muchas de estas "especies indeseadas", como descubriremos, son a menudo las plantas más invasivas y a veces más productivas del jardín. Esas plantas que a los agricultores y jardineros les gustaría erradicar y/o eliminar completamente de la sociedad.
En primer lugar debemos comentar las características de las especies de hierba en contraste con las plantas domesticadas. En segundo lugar indagaremos en la percepción popular de las "hierbas" dentro de la sociedad y en las razones por las que el cannabis ha recibido el nombre de "hierba". Finalmente, compararemos el cannabis silvestre con el cannabis domesticado que se cultiva y se fuma.
Especies de hierba
Todas las plantas proceden originalmente de especies salvajes. Así mismo, toda especie vegetal del planeta tiene su propio entorno favorito, donde prefiere vivir. Aunque los seres humanos han aprendido a adaptar determinadas especies a entornos domesticados, la mayoría de plantas del planeta son hierbas. Muchas de ellas han evolucionado a través de millones de años para adaptarse a toda una diversidad de entornos como forma de supervivencia. Para comprender totalmente la naturaleza de las hierbas, por lo tanto, es necesario conocer sus principios botánicos.
Todas las hierbas tienen la capacidad de invadir espacios de tierra que si no quedarían vacantes por varias razones biomecánicas, relacionadas con la morfología y metabolismo particulares de cada hierba. El método a través del cual se propagan las hierbas también es fundamental para sus posibilidades de supervivencia. Las hierbas son generalmente aquellas plantas que mejor han aprendido a propagarse por la naturaleza. Esto incluye tanto la eficacia de una planta para multiplicarse con el objetivo de producir descendencia, como su capacidad para distribuir después esa descendencia por zonas despobladas de otras plantas. Ciertas especies de hierba basan su propagación en sus invasivas raíces subterráneas o rizomas, mientras que otras especies lo hacen basándose completamente en métodos invasivos de dispersión de semillas.
A medida que crecen las hierbas anuales, su principal objetivo en la vida es procrear y producir semillas. Algunas hierbas invierten su energía en producir solo unas pocas semillas por flor, mientras que otras pueden producir millones por planta. Una vez que una hierba ha invertido su energía en la producción de semillas debe inventar un medio para esparcirlas a lo largo y ancho, todo lo lejos posible, para que su descendencia pueda vivir. Esto resulta especialmente importante en el caso de las especies anuales, que solo viven durante una estación, por naturaleza. Sin embargo, muchas semillas de hierba permanecen en estado latente durante muchos años, hasta que las condiciones se hacen viables para su germinación.
A medida que una especie coloniza nuevas zonas de terreno se incrementa su capacidad de producir descendencia. De este modo, una sola semilla transportada por causas climáticas, aves, animales salvajes o seres humanos, crecerá hasta convertirse en la "matriarca" de toda una población de plantas en el futuro. De hecho, la mayoría de hierbas es tan típica y adaptable como fueron sus ancestros en su capacidad para producir descendencia en la misma zona. Esta es posiblemente la verdadera clave de la supervivencia y éxito de las hierbas.
Lo que realmente fascina a los botánicos es el método a través del cual ciertas especies de hierba han adaptado, desde la aparición de los humanos, sus técnicas de distribución de semillas a entornos específicos. En especial, este es el caso dentro de los hábitats urbanos, donde las especies de hierba pueden estudiarse y apreciarse en entornos que de otro modo serían estériles. La complejidad y el ingenio implicados en la distribución de ciertas hierbas es parte de su historia natural.
Muchas especies han evolucionado para producir semillas más duraderas y vigorosas que sus colegas domesticadas. Lo interesante desde una perspectiva científica, es que la mayor parte de especies de hierbas también proporciona una densidad de hábitat mucho más rica para sostener a la fauna nativa que sus congéneres domésticas. Este es un factor importante a considerar a la hora de decidir erradicar especies indeseadas de plantas del jardín en favor de otras más débiles.
Cabeza de semilla Dandelion |
Especies domesticadas
La mayoría de plantas que hoy cultivamos en el jardín o huerto fueron domesticadas por los humanos a partir de especies de hierba. Además, muchas plantas domesticadas han perdido, a través de la cría selectiva, su capacidad de crecer salvajes como hacen las hierbas en su entorno natural. Sin embargo, hay unas cuantas especies de plantas que mantienen su capacidad de crecer silvestres si se les deja. No obstante, el índice de longevidad y supervivencia de las especies de plantas domesticadas, especialmente las que rodean los medios urbanos, es muchas veces pequeño.
El "factor de supervivencia" encontrado en todas las especies silvestres ha sido eliminado intencionadamente de casi todas las especies domesticadas. Esto ocurrió cuando las plantas fueron colocadas en filas uniformes para las granjas, parques y jardines. A cambio, esto creó un completo acervo genético de plantas domesticadas incapaces de sobrevivir sin la intervención humana. La mayoría de frutas y verduras entra en esta categoría porque ya no pueden sobrevivir en su estado salvaje y rara vez crecen asilvestradas cuando compiten con plantas realmente silvestres.
Una de las razones de la incapacidad de las plantas domesticadas para crecer por libre suele estar relacionada con los motivos por los que fueron cultivadas inicialmente. Por ejemplo, aquellas especies que se cultivan exclusivamente por la producción de sus hojas, raíces, frutos y flores, no emplean tanta energía como sus ancestros en la producción de semillas. Esto acaba produciendo semillas más débiles (si/cuando se producen). Otra razón de la debilidad de estas especies domesticadas es el entorno tan controlado en el que se las mantiene.
A la larga el debilitamiento de las especies domesticadas tiene un efecto goteo, a través del cual especies de hierbas antes fuertes y saludables empiezan a perder su "factor de supervivencia" dentro de un entorno manipulado. Sin una cuidadosa vigilancia las especies domesticadas tienen cada vez más posibilidades de perder su vigor natural según se van estandarizando con una endogamia excesiva. A su vez, esto lleva a muchos botánicos a creer que el contenido químico natural de muchas de las plantas domesticadas que consumimos ya ha empezado a disminuir.
Una de las cuestiones que los cannacultores podemos investigar es si el cannabis ha ido perdiendo parte de su condición de "especie de hierba" durante el proceso de su domesticación. Pero antes de ello debemos comentar brevemente algunas de las razones por las que el cannabis se considera una especie de "hierba".
Amapola silvestre en tierra yerma. |
Hierba (también conocida como cannabis)
Fuera del contexto de la horticultura, la palabra "hierba" solo significa una cosa: cannabis. Como ya hemos comprobado, la palabra "hierba" es un término peyorativo que busca destacar la existencia de una especie de plantas indeseada en la sociedad. El cannabis pertenece a una de las familias más adaptables y podría decirse que ha sido una "hierba" desde que las primeras plantas carentes de semillas poblaron el planeta. Viendo las cosas con perspectiva, al ser una especie de hierba salvaje, la cannabis sativa ha sobrevivido a los dinosaurios, al Doomsday Book (primer registro de Inglaterra), al pájaro dodo, y era una hierba antes de que los humanos fueran chimpancés.
A menos que un ataque con napalm destruya cada valle del Himalaya, África central, el sur de Europa y San Francisco, seguramente la planta de cannabis Sativa seguirá creciendo como especie de hierba salvaje mucho tiempo después de que se extinga la raza humana. Como toda especie anual, la cannabis Sativa crece naturalmente en primavera y empieza a producir semillas a finales de otoño. Después la planta se va marchitando al avanzar el invierno y las semillas se posan en el suelo húmedo. Ahí permanecen las semillas macho y hembra hasta la primavera siguiente, cuando todo el ciclo vuelva a empezar.
Hierba de cuneta |
El cannabis se convirtió en una "hierba" justo en el momento en que empezó a ser indeseable dentro de la sociedad. Hoy en día, solo en el Reino Unido existe más de un centenar de especies vegetales clasificadas como hierbas. A menudo se trata de plantas que a lo largo de la Historia han venido siendo apreciadas por sus usos culinarios, medicinales o naturistas. Por desgracia en la actualidad, y debido al proceso de industrialización y urbanización, demasiada gente ha perdido contacto con plantas antes bien conocidas por sus antepasados. Gradualmente, las especies de hierba fueron sustituidas por plantas domesticadas, y las generaciones posteriores heredaron el concepto de "cultivo" en lugar de "búsqueda", tanto de alimentos como de medicinas.
Muchas especies ancestrales se perdieron durante este proceso sin sentido. En especial aquellas especies que ya no se adaptaban a la maquinaria de las sociedades industrializadas, así como aquellas que impedían ganar dinero a los sistemas capitalistas. En primer lugar se restringió su crecimiento, después se las señaló específicamente como marginadas sociales. Poco a poco los ingenieros sociales fueron creando una lista de especies de hierba desaprobadas por los botánicos. En uno de los primeros lugares de la lista se situó al género "cannabis": una hierba que crece en los lugares que otras plantas (y los humanos) desdeñan.
Annual Meadow Grass, una hierba invasiva |
La naturaleza asilvestrada de las variedades (incluso las domesticadas) del cannabis supone que muchas de ellas arraigan incluso en las zonas pobremente cultivadas. Siempre que las condiciones ecológicas que rodean al cannabis sean adecuadas para la supervivencia de la semilla, el cannabis actúa como cualquier otra hierba. Los cultivadores de cannabis de Estados Unidos lo sabían bien, ya que la cannabis sativa crecía silvestre (como la cebada) en sus campos varias temporadas después de haberlas plantado. Esto sucede porque, a diferencia de muchos otros cultivos, las semillas del cannabis ( y de la cebada) han conservado buena parte de su instinto de supervivencia.
A causa de una mala gestión del cultivo, la cannabis Sativa crecía silvestre en setos en Kentuky y Nebraska, y los agricultores pueblerinos llamaban "hierba" a esa especie indeseada. El nombre le pegaba como el hashish a un papel de fumar en verano, y la "brigada anti-marihuana" de Estados Unidos se apoderó del término. Después de ello el público en general comenzó a llamar hierba a la marihuana.
Amapola doméstica asilvestrada |
Cannabis silvestre
Hoy en día existen aún ciertos lugares de la tierra donde crece el cannabis silvestre. Las montañas de Bután, India y Nepal suelen ser los primeros sitios que nos vienen a la mente. Pero además existen unos cuantos lugares desconocidos donde el cannabis sigue felizmente creciendo silvestre. Algunas variedades son especies asilvestradas a partir de importaciones recientes, mientras que otras crecen totalmente salvajes en su estado natural, muchas veces desde hace cientos de años.
Por ejemplo en Dorset, un pintoresco y pequeño condado de la costa al sur de Inglaterra. Las plantas de cannabis crecen completamente salvajes en los setos. El origen de ello se remonta a los reyes Enrique (desde Enrique I hasta Enrique V). Uno de ellos decretó que todos los agricultores del municipio debían cultivar cáñamo para la producción de cuerdas, con las que derrotar a las naciones contra las que estaban en disputa (españoles y franceses). Las semillas de este cáñamo siguieron creciendo por libre en temporadas posteriores, y finalmente se establecieron para formar parte de la flora nativa silvestre de Gran Bretaña.
El cannabis Ruderalis (linaje del cual parten todas las variedades autoflorecientes) lleva siglos creciendo salvaje en Rusia y Siberia. Además de ser una valiosa fuente de alimentación para los animales en invierno, y de material textil y cuerda, también se recolectaban las semillas para la confección de velas y jabón. A diferencia de las variedades domesticadas de cannabis, estas variedades de "cáñamo" silvestre tienen un bajo contenido de THC, la sustancia que coloca. Esto llevó a los primeros criadores (en Asia hace tal vez unos 10.000 años) a experimentar y crear las variedades de cannabis más potentes para fumar. La única forma en que la cultura de fumadores podía progresar más era a través de la domesticación.
Grupo de hierbas comunes de pradera |
Cannabis domesticado
En contraste con sus primos silvestres, el cannabis domesticado siempre ha sido bien mantenido, bien alimentado y cuidadosamente dirigido. "Bien alimentado" significa también bien regado. Gracias al riego regular, las cosechas de cannabis domesticado crecían más rápido, con más salud y vigor que sus congéneres salvajes en los límites del pueblo. Algunas hierbas eran más manejables, más fiables o más productivas que otras, sus semillas siempre se conservaban para la siguiente temporada o para más tarde. Gradualmente estas hierbas se convirtieron en las variedades domésticas que se conocen hoy en día.
Se podría decir que la cannabis sativa es la más fuerte y eficiente de todas las especies de "hierba" del planeta, por su capacidad de propagarse, colonizar nuevas áreas e hibernar varios años, tanto en un entorno salvaje de exterior como en una plantación de interior.
Esperemos que en el futuro el ser humano comporte mejor con el cannabis, aunque se trate de una ("mala") hierba.