Habla el pionero del soplado de borosilicato para el fumador en España
Entrevistamos en su estudio a Elias, pionero en España del soplado de borosilicato para el fumador, con su marca Red Bubble Glass ofrece una gama de piezas únicas que demuestran su intenso trabajo y excelente evolución.
Entrevistamos en su estudio a Elias, pionero en España del soplado de borosilicato para el fumador, con su marca Red Bubble Glass ofrece una gama de piezas únicas que demuestran su intenso trabajo y excelente evolución.
Entrevistamos en su estudio a Elias, pionero en España del soplado de borosilicato para el fumador, con su marca Red Bubble Glass ofrece una gama de piezas únicas que demuestran su intenso trabajo y excelente evolución.
¿Cuando empiezas con las extracciones?
En el 2000, bajaba a Marruecos antes y empecé a coger allí interés. Siempre me ha gustado el Ice-o-Lator, después descubrí el tema de los aceites y fui subiendo mi nivel de conocimientos. Empecé a darle mucha caña al tema en la época que tenía el grow. Luego decidí dar un cambio, en el 2007 traspasé el grow y estuve un año viajando: Mexico, Thailandia, Nepal e India, en este viaje iba enseñando a la gente los sistemas modernos de extracción, también presencié los tradicionales.
¿Por qué empiezas a soplar?
Canica decorada en plena elaboración |
¿Cómo fue el principio de tu formación?
La información la saqué de vídeos del youtube, me pase así unos años. Más tarde empecé a buscar material y mirar cuanto cuesta, pues no resulta nada barato arrancar un taller. Compré un soplete pequeño para cosas sencillas, tipo colgantes, pendientes y pipas pequeñas.
Tenía conocimiento de que Karl Termini estaba en Holanda, justo cuando me quería iniciar ya en serio y le contacté para clases, me respondió que hacia menos de un mes que se había marchado, así que tuve que aprender solo, usando internet para buscar información. Enseguida me di cuenta que el soplete no me daba para realizar las cosas que quería, por ejemplo no podía hacer una buena spoon con color por dentro y vidrio duro, gordo. Así que pensé en uno que me durará toda la vida, entonces compré ya el soplete profesional que uso ahora.
¿Cómo fue el día que te llegó el soplete grande?
Como cuando era pequeño y recibía los reyes magos. Es como un Mercedes de los sopletes, un Arnold, tecnología alemana, de una compañía especializada en el soplador de vidrio. Me decidí a comprarlo porque sino al año siguiente me subía un pastón el precio. Fue muy emocionante el momento de arrancarlo.
Elias soplando en su estudio |
Además del soplete grande, te compraste un horno y más piezas.
Empecé con la manta cerámica, metiendo las piezas ahí debajo tapaditas, algunas me rajaban y me di cuenta que no era el sistema. Ya me pillé un horno grande, también de una marca conocida. Luego aumenté la lista, me di cuenta que me faltaban manos, pues hay diversos instrumentos para cada paso, como pequeñas pinzas, herramientas de grafito, etcétera. Aparte la maquina de grabado con arena. He ido comprando material a medida que avanzaba y podía, porque es un pastón. Ahora mismo tendré invertidos en mi estudio 5000 euros tranquilamente, no es un hobby barato.
Otro momento importante es cuando te visita Joel de Jolex Glass
Llegó poco después de que comprará el soplete, de forma que me enseñó y asentó muchas técnicas importantes, me explicó las proporciones del oxigeno y propano en el soplete, según lo que pretendas hacer en cada momento.
¿Cuál es el momento más importante de tu aprendizaje?
Todo el año que me pegué absorbiendo información por vídeos y luego practica y más practica. La verdad que me gusta mucho, a veces me tiro 12 horas seguidas soplando tan contento. Estoy por la noche en casa y me arde el cuerpo de ganas de subir al estudio y ponerme a soplar, el fuego me encanta.
Resume tu evolución
Las primeras cosas que hice fueron controlar la bola de vidrio fundido en la punta de una varilla, luego empezar a hacer la bola mas grande, una vez controlado eso empecé a poner color en esas bolas y hacer colgantes y canicas (Marbles), seguí con cosas pequeñas y tubos extractores de aceite. Con las pipas primero las sencillas y luego más complicadas como bubblers. Bubblers he realizado de diferentes medidas, pequeños y mas grandes, con diferentes juntas, según las necesidades. Ahora estoy haciendo oilers pequeños y funcionales, es lo que pide la gente, las piezas grandes cada vez tienen menos demanda.
¿Cuando elaboras un bubbler compras partes ya hechas y unes o las haces tu todas?
Las hago yo todas. Soplar un bubbler no es una cosa fácil, requiere un montón de piezas que hay que ir elaborando una a una e ir uniéndolas. La única excepción son las juntas que ya vienen hechas, lo demás es tubo, varilla, soplete y trabajo, voy haciendo el difusor y las piezas. Requiere dejar todas las soldaduras perfectas, fundir las dos partes de vidrio por igual y ponerlas en contacto es algo muy delicado, no te puedes pasar estirando, ni apretando, hay que tener pulso y práctica. Nunca elaboro piezas en serie, sino que voy cambiando las formas, la boquilla, la decoración, un montón de detalles,es un trabajo totalmente artesanal y artístico. Cada pieza es única.
Joel en el estudio de Red Bubble Glass |
Empiezas a hacer pipas cuando era totalmente underground ¿ha llegado la ola de cultura del cristal o estamos viéndola llegar?
Está entrando con mucha fuerza, desde hace dos años que empecé cada vez hay más gente interesada, hay una buena aceptación, más gente se anima a fumar puro y compran pipas, sobre todo en el mundo de las extracciones. La gente se conecta con Estados Unidos y flipa, mucha información, reportajes de dispensarios que ven escaparates enteros de concentrados y de resinas. En Estados Unidos es un mundo muy grande, se juntan sopladores de todos los lados, hacen colaboraciones y el mercado es muy amplio.
Para acabar, ya que hablamos de colaboración¿Estás dispuesto a enseñar a más gente lo que has tenido que aprender prácticamente en solitario?
Por supuesto, al que se quiera iniciar le doy clases particulares, quiero que esto crezca, ya llegaron a preguntármelo, estuve buscando para alquilar un taller de Barcelona que tiene cinco sopletes para dar las clases, salía como a 500 euros por persona, con el material y las comidas, pero al final no cuajó. Ahora la idea que tengo es montar en mi mi casa un taller ya grande, con un buen banco, tres o cuatro sopletes en linea, el horno, la maquina de grabado con arena, incluso me gustaría tener un pequeño torno para elaborar piezas más grandes. En fin todo el estudio en plan perfecto para poder dar clases, personalizadas o en grupo.