Disfruta la cosecha
Con la llegada del otoño, por toda la geografía se recogen cosechas de cannabis. Es también la estación de las intervenciones y los titulares. Desde el autocultivador que se abastece y es detenido por unas pocas plantas, hasta los grandes invernaderos con cientos de plantas. Todos los que cultivamos estamos en el juego y todos podemos caer.
Con la llegada del otoño, por toda la geografía se recogen cosechas de cannabis. Es también la estación de las intervenciones y los titulares. Desde el autocultivador que se abastece y es detenido por unas pocas plantas, hasta los grandes invernaderos con cientos de plantas. Todos los que cultivamos estamos en el juego y todos podemos caer.
Con la llegada del otoño, por toda la geografía se recogen cosechas de cannabis. Es también la estación de las intervenciones y los titulares. Desde el autocultivador que se abastece y es detenido por unas pocas plantas, hasta los grandes invernaderos con cientos de plantas. Todos los que cultivamos estamos en el juego y todos podemos caer. Eso si, igual que los populares nos dicen que ya sabíamos a lo que nos arriesgábamos, también podemos nosotros destacar que el PP, el partido que nombra a los fiscales antidroga y los azuza contra nosotros, ha sido relacionado innumerables veces con el tráfico de cocaína en los medios de comunicación.
Durante una escuchas al popular Salvador Palop, para investigar a su hermano por tráfico de cocaína, surge el caso Naseiro, en el que acaban imputados dos tesoreros populares, Rosendo Naseiro y Angel Sanchís. Ahora mismo hay tres tesoreros populares imputados por los papeles de Barcenas: Lapuerta, Sanchís y Barcenas. Esto trae al foco de la actualidad la compañía agrícola argentina “la Moraleja”, situada en Salta, una de las principales rutas del tráfico de cocaína. Esta hacienda es propiedad de Sanchís y también está relacionada con Barcenas, la extensión es 270 kilómetros cuadrados, área similar a la mitad de Madrid. En la prensa argentina se habló de la pista privada de aterrizaje de “La Moraleja”, usada supuestamente para el tráfico de cocaína. Muy cerca de La Moraleja se produjo el accidente de una avioneta con 500 kilos de cocaína y 20 millones de dólares. El Instituto de Crédito Oficial prestó a “La Moraleja” 18 millones de euros, extraña deferencia, ya que no es una empresa española. A pesar de las condiciones ventajosas, se negaron a devolver el dinero y acabó el caso en los juzgados argentinos.
Otro caso explosivo son las fotos del presidente del la Xunta de Galacia, Nuñez Feijoo, de vacaciones en el yate del narcotraficante de cocaína Marcial Dorado. Poco sorprende, si se tiene en cuenta que conocidos contrabandistas gallegos, como Manuel Díaz “Ligero”, “Nené” Barral o Vicente Otero, “Terito”, son históricos de esta formación. Pablo Vioque, militante de AP y exsecretario de la Cámara de Comercio de Vilagarcía, además de ser abogado de narcos, estaba detrás de importantes alijos de cocaína, conchabado con otros populares de Vilagarcia, como Luís Jueguen Vilas y su primo José Manuel Vilas Martínez, asesinado de un tiro en la cabeza en Benavente, presuntamente en un ajuste de cuentas por un cargamento de cocaína sin pagar. Incluso el mismo Manuel Fraga tuvo cenas y contactos con los señores del contrabando gallego. La guinda a este pastel la pone Rajoy en la campaña electoral del 2009, con sus fotografías en el Moropa, un barco propiedad de un conocido clan de traficantes de cocaína, “Os Caneos”. Lo de Galicia en los 90 no fue broma, ni fardos de café. Hubo asesinatos, ley del silencio, tiros, sicarios y miles de kilos de coca. En numerosas ocasiones afiliados al PP estaban por allí, en el control de alcaldías y cámaras de comercio, en el sobre y disimule. Eso no es una exclusiva de Soft Secrets. Aquí solo te resumimos alguno de numerosas publicaciones sobre los escándalos que relacionan al PP con el narcotráfico.
Para regularizar los clubs ahora mismo hay dos opciones, legislar a favor del autobastecimiento o legislar a favor de la mafia. El cultivo colectivo es el acto fundacional y creador del movimiento cannábico, desde los primeros intentos en Cataluña y Euskadi, hasta el actual desarrollo de los clubs. Los que hicieron a finales del siglo pasado los primeros cultivos colectivos, son los mismos que empezaron este siglo con los primeros clubs de usuarios. Hay una continuidad en ideología y protagonistas, distintas adaptaciones del mismo deseo, que se permita la autogestión del usuario de cannabis, haciendo efectivo el constitucional derecho al consumo, en lugar de abandonarlo al mercado ilegal.
Tras años de indeterminación, silencio y ambigüedades, en que los usuarios de cannabis hemos abierto camino solos, parece que el fenómeno de los clubs ha llamado la atención de la fiscalía antidrogas, hecho muy previsible, dado el tamaño y falta de discreción con que estaban operando algunos. Tras una serie de reuniones, la fiscalía ha decidido cargar contra el derecho al cultivo colectivo, ejercido por las asociaciones. Según esta opinión se debería tender a un modelo holandés de club con una cantidad moderada, que ha comprado “por la puerta trasera”.
Esto solo crearía sobreproducción, doblepensar y mercado negrísimo, en contacto con la mafia internacional. Por el contrario el sistema que propone la FAC es cerrado, con usuarios que producen para ellos mismos, con todo bajo luz y taquígrafos, además de crear puestos de trabajo, cotizaciones, riqueza y un modelo que funcionaría como ejemplo para toda Europa. Ante este pronunciamiento algunos pensarán: los fiscales quieren ayudar a los narcotraficantes y perjudicar a los activistas. Otra visión es que los señores fiscales siguen la lógica del Estado que los designa, por lo que les parecería lo más apropiado no dar a nadie permiso de cultivo, aun a costa de conseguir mafia al contado y Kafka en cada rincón.
Según la lógica política habitual, el momento de intervenir los clubs sería a partir del 2016, al principio de la segunda legislatura popular. Ahora es momento de centrarse en simular que va todo bien, hasta conseguir el triunfo en las elecciones nacionales. En todo caso, vivimos un caos multifactorial, en que cualquier pequeña chispa, cualquier notas con ganas de ponerse una medalla, puede incendiar la pradera. Además, el crecimiento rápido y fuera de control de los clubs, aumenta las probabilidades de que el PP intervenga ahora, pues la situación podría ser ya inmanejable para dentro de dos años.
Según nos cuentan, las inscripciones de nuevos clubs de usuarios de cannabis se empiezan a denegar. Parece que hay un plan de la fiscalía en dos pasos. Primero impedir que siga aumentando la masa crítica. En segundo lugar repartir leña entre los registrados con motivos varios. Corderos habríamos de ser para dejarnos conducir separados a tal matadero. Sumados todos los clubs que hay hasta el momento, existe una gran base de recursos logísticos, desde numerosos abogados, a expertos en comunicación, también fondos económicos y base social. Intentan detenernos, pero no podrán, la gente de la marihuana no vamos a parar.
Hoy es momento de examinar los puntos que nos unen y buscar objetivos comunes. Este programa de mínimos ya lo escribieron también los pioneros que empezaron los cultivos colectivos, es el denominado modelo “patxarán”. Las bebidas alcohólicas de baja graduación, como patxarán, sidra, vino o cerveza pueden elaborarse para el autoconsumo o la distribución no comercial, pero también pueden elaborarse de forma profesional para atender al mercado con intención de obtener un beneficio, cumpliendo una normativa sanitaria y pagando los impuestos correspondientes. De igual forma se puede tratar con el Estado un modelo a dos tiempos, que tenga en cuentas los clubs de usuarios originales, enfocados al autobastecimiento de sus socios sin ánimo de lucro, a la vez que se negocia la existencia de clubs más grandes, capaces de atender la demanda de millones de usuarios y de pagar grandes cantidades de impuestos y cotizaciones sociales.
Y ajeno a esta corrupción global, ya ha llegado el otoño, finalizan los cultivos de exterior y empiezan las catas y fiestas de la cosecha. También los cannabicultores exitosos deben alegrarse y celebrar otro año de autocultivo y autogestión. Tomar el relevo de aquellas fiestas agrícolas que se celebraban en la época de la recolección. Al final el éxito en la vida es ser feliz en cada momento, aprovechar cada presente, pues el futuro es un presente que se sucederá luego y el pasado es presente que sucedió antes. La felicidad solo lo encontrarás hoy. Para el ruido externo. Escucha tu voz interior. Disfruta ahora.