De nuevo gana la represalia; los socios de un CSC pactan su condena por miedo a entrar en prisión
Los responsables del club cannábico Kaneel, ubicado en Barcelona, han aceptado una pena de dos años de prisión por un supuesto delito contra la salud pública. Antes de que se celebrara el juicio, los dirigentes del CSC y sus abogados sellaron un acuerdo con la fiscalía para rebajar su condena y evitar el ingreso en la cárcel a cambio de aceptar los hechos de los que se les acusa.
La Fiscalía dirigió la acusación contra cinco miembros de Kaneel Club, creada en 2013 en el barrio de Gracia. Según los estatutos de la asociación, ésta se dedicaba al cultivo compartido de cannabis ''sin ánimo de lucro''. Sin embargo, medio año más tarde cambiaron los estatutos. La asociación eliminó todo lo relativo al cultivo compartido y estableció otro fin, consumir (de forma responsable) en el interior del local.
De hecho, esos son los cargos que afrontaban dos presidentes de la asociación, dos secretarios y la tesorera. Según la fiscalía, cree que los acusados se dedicaban a la ''venta indiscriminada de hachís y marihuana´´. Los Mossos hicieron una redada tras comprobar que había bastante afluencia de personas en el local y demostraron que vendían la marihuana a unos 10€ el gramo.
J. Vega
La Generalitat suspendió entonces el proceso de inscripción del CSC y lo trasladó a la Fiscalía para que estudiase si podía haber un delito contra la salud pública. El criterio de la Fiscalía era que, si la policía comprueba que en el local se vende marihuana se les acusa automáticamente de tráfico de drogas, al que se lo puede sumar fácilmente otro de asociación ilícita, al considerar que la junta directiva actua como una ''organización criminal''.
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