Cultivo del Siglo XXI: Capítulo 7
En el anterior número, os describí algunas técnicas básicas de cultivo que os ayudarán a comprender dos formas diferentes de plantear un cultivo que vengo practicando en los últimos tiempos. Era necesario conocer estas técnicas elementales para abordar las dos técnicas con las que estoy obteniendo unos rendimientos que no imaginaba ni por asomo. Os recomiendo que las probéis, ya que son una buena manera de optimizar nuestros cultivos: Sodio + LED y Tutorado vertical. A continuación os detallo como lo hago.
En el anterior número, os describí algunas técnicas básicas de cultivo que os ayudarán a comprender dos formas diferentes de plantear un cultivo que vengo practicando en los últimos tiempos. Era necesario conocer estas técnicas elementales para abordar las dos técnicas con las que estoy obteniendo unos rendimientos que no imaginaba ni por asomo. Os recomiendo que las probéis, ya que son una buena manera de optimizar nuestros cultivos: Sodio + LED y Tutorado vertical. A continuación os detallo como lo hago.
Sodio+LED
Son ya muchos cultivos los que he realizado con este tipo de luminaria mixta que me permite trabajar con la potencia del sodio y la sutil dulzura del LED. Como ya sabéis, la potencia del sodio y la del LED son regulables. Por ello estoy estudiando el punto de saturación lumínico con optimización de CO2 (800-1000 partes por millón), ya que quiero averiguar cuantos lúmenes “máximo” puedo aplicar sin llegar a derrocharlos en un armario de 1,5m2. Sabemos que la planta absorberá lumenes hasta llegar a su límite fotosintético, pasado este nivel, la planta ya no puede producir más azucares.
Este sistema de iluminación se compone de:
Sodio
En mis pruebas cuento con un balastro Lumatek “regulable” de 600 vatios. Para mí, que sea regulable es primordial ya que así puedes acondicionar la potencia según te convenga. Son muchos los reflectores que estoy testando, pues busco sobretodo poder de refrigeración y, aunque mi armario es de 1,5 m2, quiero que concentre la luz como si fuera para 1m2 .
Estoy anotando datos de los lúmenes que llegan a las plantas, y como se distribuyen estos. También compruebo cuál de ellos proporciona menos calor al cultivo, ya que dependiendo de la distancia en que se encuentra la lámpara de las puntas de las plantas, así será la eficiencia y producción que saquemos.
Últimamente, estoy probando un reflector refrigerado por aire para lámpara “vertical” y, la verdad, es que en lo que se refiere a reflexión estoy contento, pero los reflectantes que rodean el interior del reflector le restan poder de refrigeración ya que obstruyen el libre recorrido de entrada y salida de aire y, en este caso, hay que comprobar si es mejor optar por uno con mejor reflexión y peor refrigeración o por uno que tenga menos reflexión y mayor poder de refrigeración (el cual nos permitirá acercarnos más a las puntas de las plantas manteniendo una temperatura óptima).
Si se trabaja con aire acondicionado, primará una buena reflexión del reflector, pero si se quiere optimizar al máximo la ventilación y así reducir el gasto eléctrico del aire acondicionado tendrá que tenerse en cuenta cualquier factor, como la refrigeración, así el aire solo será conectado cuando realmente se necesite.
Para conseguir un buen rendimiento, es primordial que las plantas tengan una altura y estructura similares. La importancia de esta homogeneidad hace que cultivemos en S.O.G y, en un armario de 1,2x1, 2x2 (1,44m2), trabajemos con un mínimo de 16 contenedores de 11 litros, rotando las plantas para así conseguir una gran uniformidad en el cultivo.
LED
En este apartado, lo primero que hay que destacar, es que en el mercado actual del LED hay de muchos tipos y formas, pero no todos valen para el cultivo de marihuana. Muchos fabricantes de LED los hacen “muy bonitos”, pero que no valen para optimizar nuestros cultivos y si para ponerlos en escaparates, semáforos, árbol de navidad, o cosas por el estilo. Como nota en este punto, un “disipador de calor” de calidad, aumentará la eficiencia del dispositivo LED y será primordial para que este sea “eficiente”.
Fabricantes como Cree, Osram y Seoul Semiconductor, son los que están marcando el camino a seguir en esto de la tecnología LED. Para el cultivo de interior tenemos que utilizar un LED de calidad, un LED “barato” sale caro. Lo primordial es que nos ofrezca una eficiencia en la fase de floración (compactación) y que irradien al cultivo el mínimo calor posible. Me gusta trabajar con sistemas modulares, ya que se pueden distribuir “equitativamente” por el cultivo y se adecúan a mi manera de plantear el sistema de iluminación que aplico (Sodio+Led).
Con el sodio me gusta trabajar con un reflector que potencie la zona central del armario y que tenga una acusada bajada de lúmenes en la periferia, motivo que aprovecho para reforzar estas zonas con ocho barras de LED que son colocadas formando dos figuras cuadrangulares alrededor del reflector que iluminan los bordes del armario:
-El primer cuadrado de LED o cuadrado interior, está formado por 4 barras de LED de 70 centímetros de largo, en las cuales van incorporados 4 grupos de luces de 15W cada grupo. Cada grupo de luces se compone de 9 lámparas LED.
-El segundo cuadrado de LED o cuadrado exterior, está formado por 4 barras de LED de 90 centímetros de largo, en las cuales van incorporados 5 grupos de luces de 15W. Cada grupo de luces se compone de 9 lámparas LED.
Tutorado vertical (S.C.R.O.G vertical)
Esta forma de cultivar con tutores ya lleva implícita la técnica comentada anteriormente de Sodio + LED, y a pesar de que las ramas cogen cierta altura, entre 60 o 80 centímetros, la penetración lumínica es muy satisfactoria.
En primer lugar, recordaremos la técnica del S.C.R.O.G que apareció en el número anterior. Como todos sabéis, consta de una malla o red que colocamos “horizontalmente” por encima de los contenedores y que servirá para aguantar y guiar las ramas. En lo que se refiere a la producción y pocas plantas que se precisa, es una técnica interesante, pero con algunos puntos negativos:
- El principal inconveniente es que hay que hacer un crecimiento largo hasta llenar un 70%-80% de la malla y esto son muchos días a 18/6 por lo que el gasto eléctrico se dispara.
- Si por una de aquellas nos saliera alguna semilla con falta de vigor u otro problema, sería relevante ya que al ser pocas plantas, puede suponer un 20% o 25% del cultivo.
- Otro problema añadido es que todas las plantas forman un bloque y no se pueden mover de una en una. Operaciones como hacer un lavado de raíces (que es obligado hacer si quieres conseguir una marihuana de calidad) se convierte en una odisea. Si por cualquier circunstancia queremos cambiar una planta de lugar, no podemos.
Una buena manera de aumentar la producción y eliminar los aspectos negativos de un S.C.R.O.G normal (horizontal), seria guiarlo de forma individualizada, verticalmente, con lo que se eliminarían todos los aspectos negativos y potenciaríamos en gran medida su lado positivo: “la producción”.
He probado diferentes elementos para guiar las ramas de forma vertical y, el que mejor se adapta a esta forma de cultivo, es un ingenioso elemento de cultivo denominado “Ultimate plant cage” que consta de 3 semicírculos con 2 tutores cada uno. Es decir, 6 tutores en total. Los 3 semicírculos se colocan alrededor del tallo y cuando se tienen unidos forman un aro que se fija al sustrato y permite poner los tutores en unos encajes de forma segura. Estos tutores son móviles, lo que nos permite una gran versatilidad y, además, se pueden alargar, cosa que viene genial cuando alguna rama se nos va de altura quedando, de esta manera, asegurada.
Como mejor trabajaremos será dejando tantas ramas como tutores tengamos, ya que el tutor guiará la planta, y toda su superficie foliar tendrá contacto lumínico, puesto que no se producen sombras, ni habrá ramas unas debajo de otras. La luz penetra hasta el último cogollo bajero.
Conforme comienza la floración, tendremos que ir haciendo la técnica del “supercropping” (chafar y doblar) en la rama más alta para que pare de crecer y así lo hagan las que vienen por debajo. De esta forma, iremos moldeando la planta en altura y atándola a los tutores conforme corresponda. Es importante realizar esta técnica de la forma adecuada, pues la homogeneidad final depende de ello.
Las ventajas de usar esta técnica de S.C.R.O.G vertical, es que elimina los efectos negativos que produce el S.C.R.O.G horizontal:
- Podemos poner un buen número de plantas para realizar este tipo de cultivo. Por lo general, se suelen colocar 16 contenedores de 11 litros y 6 ramas por cada planta. De esta manera, se consiguen 96 puntas con una longitud de cogollos bastante considerable. Es obvio que habrá plantas que se adaptarán mejor a la poda y ramificación, por este motivo, hay que utilizar variedades que ramifiquen bien.
- La movilidad que adquieren los contenedores es el factor más importante, otorgándonos comodidad, ya que elimina los defectos de cultivar plantas en bloque (S.C.R.O.G). Si, por cualquier circunstancia imprevista, alguna planta tuviera que ser sustituida por otra, no habrá el más mínimo problema. El lavado de raíces de cada contenedor se podrá realizar fuera de su ubicación habitual y no habrá que acarrear de un sitio a otro gran cantidad de agua.
- En crecimiento, no hay que esperar a llenar ninguna red y, una vez realizada la poda apical, al poco tiempo se podrá pasar a la fase de floración sin el más mínimo perjuicio.
Un saludo amigos. En el próximo número explicaré como hay que proceder en nuestro cultivo del siglo XXI (exterior-interior) para que este “no moleste a nadie”.