Cómo cultivar a una futura campeona (Segunda parte)
En esta segunda parte de ‘’Cómo cultivar a una futura campeona’’, hablaremos de los cuidados necesarios en la fase de floración, secado y manicurado de los cogollos, antes de presentarlos ante el jurado.
Una vez nuestras plantas han comenzado el periodo de floración, observaremos que un ejemplar sano y con un sistema de raíces desarrollado en condiciones y bien alimentado nos asegura, siempre y cuando continuemos por esa línea, una más que buena floración.
Aun así, debemos seguir alimentando y controlando los niveles de pH como en todas las fases, corrigiéndolo si es necesario, -ácido fosfórico al tratarse de la fase de floración-. Cuando lleguemos a mitad de la floración, deberíamos poder apreciar algunas diferencias significativas entre lo cultivado en tierra con bio y lo que se está cultivado con mineral.
[caption id="attachment_10538" align="alignnone" width="800"] Muestras listas para el jurado.[/caption]
Además, estas serán más visibles si a lo largo de este proceso de floración estamos empleando algún estimulador de floración con nuestras plantas (productos bio como Green Sensation de Plagron o como el Biobloombastic de Atami).
Durante todo el proceso de cultivo, y en especial en la fase de la floración, es muy importante que el aire sea fresco y renovado continuamente, que atraviese bien el cultivo y facilitar este recorrido mediante la poda de las partes bajas y medias de nuestras plantas. Por ello, en cuanto éstas estén unos 10 días a doce horas, es conveniente podarlas (unos cuantos días más si trabajamos de semilla feminizada).
Así conseguimos, como ya hemos comentado en algún número anterior, que la planta destine su energía a la punta principal o apical, así como a las secundarias mientras las flores que están formándose reciben todo el aire que va circulando. Esto sumado a la destinación de energía por parte de la planta hacia las partes que dejamos, hace que las flores producidas por la planta resulten más compactas y grandes. Y no solo eso, sino que evitamos que posibles plagas repten desde esas partes bajas (que a veces rozan el suelo o tierra) hasta las partes altas de las mismas y se extiendan por nuestro cultivo.
En los últimos 10/12 días de la floración, resulta necesario llevar a cabo una buena limpieza del sustrato, interrumpir la alimentación de floración de la planta, dando paso a la utilización de enzimas o bio-catalizadores que ayuden a favorecer y realizar esa limpieza (que se verá reflejada en el sabor final de nuestras plantas). A la vez que pueden utilizar otros productos puntuales para los ciclos de final de cosecha o potenciador del sabor y el aroma biológicos, a base de melazas de remolacha, por ejemplo.
[caption id="attachment_10539" align="alignnone" width="800"] Muestras recogidas y listas para llevar a los jueces populares y seleccionados.[/caption]
Sin esta limpieza, la planta no tendría el mismo sabor limpio que le da una buena limpieza a base de agua y agua y enzimas. En el caso de que se estén cultivando variedades Sativas, hay que dejarlas los dos últimos días a oscuras completamente. Esto hace que variedades como las Haze segreguen una mayor capa de resina extra.
Cuando estemos a punto de recoger nuestra cosecha, debemos hacerlo en el momento apropiado, justo tal y como nos marcaran las glándulas al ser vistas por el microscopio. De entre todas esas plantas a las que hemos dedicado tanta ilusión, cariño y dedicación, seguramente se podrán observar más de una que sea digna de nuestra atención con respecto a las demás (por su porte, su presencia, su aroma, su resina, etc).
Esas serán las que con más delicadeza limpiaremos de hojas antes de ponerlas a secar. Comenzaremos por llevar el tiesto a una mesa de trabajo, donde empezaremos por limpiar con las hojas más grandes y seguiremos con las medianas. Cuando esté casi limpio, podemos cortar de tallo y trabajarlo de una forma más cómoda. Debemos ser pacientes y hacer la manicura con calma a fin de evitar romper o deteriorar el cogollo y su forma.
Una vez secados, -hay que ponerlos a secar colgados para que se sequen mejor y no se deteriore la forma del cogollo-, lo colocamos a curar en cajas de madera o de curado donde con más paciencia las dejaremos curar otros tres meses o más, permitiendo así que la clorofila existente en las flores de la planta se transforme en azúcares, eliminándose y dejando un sabor más definido, con personalidad y limpio si cabe, que hará las delicias de cualquiera que lo cate.
Es recomendable hacer una prueba de lo que vayamos a presentar para poder saber qué tenemos entre manos, para asegurarnos de que el secado y curado hayan sido adecuados y correctos. Si así ha sido, tal como decimos, estaremos ante una interesante muestra.
[caption id="attachment_10540" align="alignnone" width="800"] Cultivando futuras campeonas de semilla.[/caption]
Puede ser mucho tiempo de espera entre el secado y curado, pero pensad por un momento que cuando está por acabar una cosecha, los cogollos más sabrosos son los últimos que quedan. Eso es debido a que han tenido más tiempo para poder llevar a cabo ese proceso de transformación de clorofila en azúcares, haciendo por tanto que el sabor mejore considerablemente.
No olvidemos que el azar o la suerte también influyen en estas cosas. Es bueno pararse a valorar lo bonito e importante en una copa, es decir, la oportunidad de conocer a otros cultivadores e intercambiar experiencias y consejos.
Huguillo
S
Soft Secrets