Así es como los bancos estadounidenses destruyen el negocio del cannabis en Uruguay
Cuando los gigantes quieren remar hacia atrás, es difícil contraponerse a ellos. Por eso, los bancos estadounidenses se han agarrado a esta estrategia para frenar la legalización del cannabis en Uruguay y de esta manera resurgir al narcotráfico en el país.
A falta de unos meses para que se cumpla el cuarto aniversario de la legalización de la marihuana en Uruguay, comenzó a venderse de forma libre y directa a todos los consumidores. Para entonces ya había cerca de 5.000 usuarios registrados que podían adquirir cannabis en cualquiera de los dispensarios autorizados.
Vendían el cannabis en paquetes de cinco gramos por 6,5 dólares cada uno, con el objetivo de competir con el mercado negro, donde imperaba un producto de baja calidad y elevado coste. Fue todo gracias a José Mujica, sin duda uno de los pioneros en la legalización del cannabis a nivel mundial, buscando así una alternativa para combatir al narcotráfico desde una perspectiva no prohibicionista.
Pasadas tan sólo dos semanas de que comenzara la venta, el número de inscritos se duplicó, por lo que muchas de las farmacias autorizadas tuvieron que apresurarse para reponer el stock, pues veíamos largas filas de consumidores esperando para comprar su dosis de marihuana.
Fue por esto que otras farmacias también se interesaron en el suculento negocio de la marihuana, ya que pueden obtener ganancias de hasta un 30%, en un proyecto que tiene un trasfondo tan importante como es acabar con el narcotráfico. Comenzábamos a ver a un pueblo unido por la legalización, y entonces comenzaron a llegar cartas de los bancos estadounidenses.
Es ilógico que Estados Unidos, pionero en la legalización del cannabis medicinal y recreativo, esté pisándose sus propios talones manteniendo leyes contradictorias como esta. La Ley Patriota se creó con la intención de evitar el blanqueo de capitales y el mercado ilícito, pero sin embargo, está promoviéndolo al impedir que se venda el cannabis de forma legal, poniendo obstáculos. Faltará ver si esta absurda ley tan sólo se ha aplicado en Uruguay, ya que está comprobado que el cannabis en EE.UU genera mucho dinero, y a lo mejor lo que no les interesa es tener un competidor en el mismo continente.
Es por eso que, por miedo a perder el acceso al sistema bancario estadounidense, los bancos de Uruguay comenzaron a informar a los dispensarios que durante las próximas semanas, iban a cerrar sus cuentas bancarias. También el Banco Santander pasó a la acción, cerrando cuentas In Situ y avisando a muchos dispensarios de las medidas que iban a tomar contra sus cuentas bancarias en caso de no dejar de vender marihuana.
Las primeras hipótesis apuntan a que es la Ley Patriota Estadounidense la que ha generado el problema. Esta ley fue aprobada tras los ataques del 11S. Con ella, se prohibió a las instituciones financieras de EE.UU realizar negocios con distribuidores de ciertas sustancias ilegales, como la marihuana.
Por ahora, la amenaza de perder sus cuentas bancarias ha ocasionado que varias farmacias de las que distribuían cannabis hayan rechazado comercializarlo, mientras que otras, siguen pendientes de que el gobierno les dé otra solución para poder seguir distribuyendo el cannabis.
Otras fuentes aseguran que la presión de los bancos pretende promover la venta ilícita de cannabis, ya que la regulación estadounidense es contraproducente en un panorama legal. Y es que, en los próximos meses, Canadá también comenzará a vender marihuana legal. Habrá que esperar si para entonces, los bancos norteamericanos les hacen llegar las mismas cartas que a los uruguayos.
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