Andalucía se queda sin luz por los cultivos ilegales de cannabis

Andalucía es, desde hace años, la comunidad donde más marihuana se cultiva de toda España. Su proximidad con el continente africano, el alto paro y los salarios precarios son las principales razones por las que los cultivos ilegales se multiplican.  Muchas de esas plantaciones clandestinas se alimentan del fluido eléctrico de forma ilegal, lo que ya ha provocado numerosos cortes de luz en diferentes provincias, especialmente en Granada, donde, aseguran, hay el mayor número de cultivos. Sólo durante el año pasado, Endesa detectó más de 32.000 casos de fraude eléctrico, de los que recuperó 260,76 millones de kWh defraudados, una cantidad que equivale al consumo eléctrico de la ciudad de Sevilla durante 6 meses. Cuatro de cada diez inspecciones realizadas por esta empresa concluyeron con la detección de fraudes, y en el 48% de los casos se trataban de enganches ilegales a la red por parte de usuarios sin contrato. El resto pertenecían a otros fraudes como dobles cometidas o manipulación de los equipos de medida.

Los cultivos ilegales, ¿responsables?

Todo apunta a que detrás de los cortes de luz que se registran habitualmente en diferentes zonas de Andalucía se deben a que muchos cultivos de cannabis emplean luz de forma ilegal. Además, muchos de estos cultivos son a gran escala, pertenecientes al narcotráfico. Hablamos de plantaciones de centenares de metros cuadrados, con cientos de plantas y un consumo eléctrico bastante elevado. Por ejemplo, una vivienda empleada íntegramente al cultivo de cannabis consume lo mismo que 80 viviendas dedicadas al uso doméstico. La concentración de estos cultivos en determinadas zonas es lo que ocasiona que se sature la red. Sevilla fue la provincia que registró un mayor número de casos de fraude en 2018, con un total de 12.223. Le sigue Granada con 4.481 casos, seguida muy de cerca por Málaga, con 4.476 casos. Según cuenta Endesa, este tipo de fraudes perjudica a toda la sociedad, ya que 'produce' un aumento de la factura eléctrica del conjunto de los consumidores, y que además puede suponer un riesgo para la seguridad y calidad del suministro. Recuerdan que durante los últimos años se han registrado un gran número de incendios y descargas provocadas por la manipulación de este tipo de instalaciones.