Adiós Antonio Escohotado
El filósofo, jurista y profesor universitario defensor de las drogas y la libertad español, Antonio Escohotado, falleció a sus 80 años el pasado 21 de noviembre en Ibiza. En el pleno celebrado el 30 de noviembre en el Ayuntamiento de Madrid, se aprobó la creación de una estatua en su nombre en Ciudad Universitaria con el lema "Quise ser valiente y aprendí a estudiar".
Antonio tenía una ideología definida y adaptativa. Él declaraba al periódico eldiario.es que los “fachas” le producían rechazo y que la calle estaba llena de curas vestidos de curas, de militares vestidos de militares y de grises (policías antidisturbios), y que todo ello le “levantaba ampollas”.
Según recuerda esta frase de la nota del periódico online El Mundo, Antonio tenía una comprensión profunda por la vida, y por ende por la muerte, su parte fundamental. La nota recuerda: "Veo a otros viejos de mi edad intentando evitar, o saber, lo inevitable, y me da pena y me da orgullo. Pena de ellos y orgullo de haber llegado a mi situación, donde prestarle atención a la fonética noruega y a la geología de Islandia, es lo único que me permite sentir lo previo, es decir, si la vida se despide, yo me despido antes. ¿Tú pataleas ante lo inevitable? Yo no".
Antonio Escohotado y el cannabis
La nota de El Mundo que mencionamos antes, explica la clara perspectiva que tenía Antonio de las drogas: "Señora, a usted le está tomando el pelo su hijo de una forma ignominiosa. Usted es mucho más dependiente de sus medicinas que su hijo de la supuesta heroína o cocaína". Escohota, además de haber sido profesor de derecho, filosofía y sociología de la Universidad de Madrid, haber comenzado con la famosa discoteca de Ibiza, Amnesia, y haber escrito decenas de obras, escribió el prólogo del libro del Observatorio Europeo de Consumo y Cultivo de Cannabis (OECCC), Ley del cannabis medicinal y terapéutico.
En su libro , Antonio Escohotado ahonda en lo absurdo de la prohibición vislumbrando que más que adicción, hay malos usos. Escohotado dice: “La cuerda que sirve al alpinista para escalar, sirve al suicida para ahorcarse, y al marino para que sus velas recojan el viento”.
No solo en el libro que escribió desde la cárcel, Historia General de las Drogas, habla del cannabis, en su obra La cuestión del cáñamo, una propuesta constructiva sobre hachís y marihuana también habla extensamente de ello. En éste último libro Antonio habla de los aspectos básicos de la situación mundial, y agrupa distintas políticas en modelos. También menciona investigaciones oficiales y aporta una visión objetiva a los efectos del consumo. Por supuesto, no deja de añadir ideas constructivas para mejorar la situación en el país.
Las palabras de Escohota, permiten vislumbrar la fragmentación de la mente del hombre postmoderno cuando explica lo absurdo que motiva al prohibicionismo. Utiliza una analogía para explicar cómo a veces uno cree que poniendo una barrera amnésica entre lo que cree ser y lo que le atemoriza, éste último desaparece. En este sentido, el miedo que intenta calmar inútilmente la prohibición no se relaciona con las raíces que motivan el supuesto conflicto, por lo que solucionar las cosas prohibiéndolas resulta un absurdo.
El maestro dice en el prólogo que le regala al libro del OECCC, Ley del cannabis medicinal y terapéutico: “Dicen que el avestruz cree protegerse del león hundiendo la cabeza en la tierra, no hay duda de que una reacción análogamente absurda pretende proteger al adulto de tales o cuales psicofármacos, logrando los efectos más contrarios a su intención”.
Cuando una persona tiene muchas respuestas, encuentra buenas soluciones a los problemas que más afectan a la humanidad. Es posible que esa haya sido una de las razones que motivaron a Antonio a hablar sobre el cannabis. En el prólogo del libro del OECCC, Escohotado señala con el dedo al capitán que sostiene el timón. Él nos dice: “En nuestro país de los tres poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) depende navegar en la oportunidad o seguir alimentando al híbrido de ineficacia arbitrariedad e inseguridad reinante.”
Además, enciende la mecha que dispara en el corazón de la prohibición cuando dice: “Un mínimo de buena fé debería influir en la conducta de nuestras autoridades, aunque solo sea para quedar apeados de un oscurantismo nacido en Norteamérica, cuando ella misma empieza a dar marcha atrás.” Y así como señala al capitán, también señala a los marineros. Antonio separa bien los bandos y deja claras sus directrices: “La pesquisa ofrecida por el OECCC va mostrando punto por punto cómo asumir lo real sin hipocresía, respetando el rendimiento y lo consensuado, a expensas del despilfarro y la tiranía.”
Buen Viaje Antonio Escohotado
Hoy nos toca despedirnos de una mente maestra. Extrañaremos sus obras, presentaciones, reflexiones, ideas, y su punto de vista que tanto ayuda a corregir las incongruencias que afligen a la sociedad. Nos queda agradecer su obra y reivindicarla con la atención que merece ¡Adiós Antonio!
Puedes seguir la cuenta de Twitter de Antonio Escohotado que gestiona su hijo.