Acusan a dos miembros de un CSC de aprovecharse de su condición de socios para vender marihuana
Un hombre y una mujer miembros de un CSC, que administraban un cultivo de 825 plantas de cannabis en Astigarraga, han sido condenados a cuatro años y medio de cárcel y tres años y diez meses de cárcel, respectivamente, tras ser acusados de un delito contra la salud pública.
Según la sentencia, los acusados tenían un cultivo de cannabis dentro de una nave situada en un polígono. El Tribunal acusó a ambos de aprovechar la colecta para venderla en el mercado negro. El cultivo fue descubierto hace dos años.
Tras analizar la marihuana descubierta, se vió que tenía unos altos porcentajes en THC, que rondaba el 15%, con un valor de más de 16.000 euros.
Según la resolución, explica que los acusados “promovieron el desarrollo de este cultivo con la finalidad de distribuir las sustancias estupefacientes” a terceras personas, “amparándose en su condición de socios” del CSC que estaba presidido por la acusada, mientras que el procesado realizaba labores de “encargado de la nave industrial” en la que se localizaron las plantas.
J. Vega
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Soft Secrets
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