Seres supremos
Las plantas comparten nuestros sentidos y tienen 15 más.
Las plantas comparten nuestros sentidos y tienen 15 más.
En los últimos años, numerosos estudios científicos han develado que el reino vegetal es una inminente fuente de perfección y complejidad. Stefano Mancuso es un neurobiólogo vegetal de la Universidad de Florencia que sostiene que las plantas tienen nuestros cinco sentidos y quince más.
Según Mancuso, existe evidencia científica de sobra para afirmar que las plantas tienen habilidades suprasensoriales respecto a los animales, "Sabemos que perciben los cambios eléctricos, el campo magnético, el gradiente químico, la presencia de patógenos, son sensibles a todas las gradaciones de la luz y las vibraciones sonoras."
Las neuronas son las únicas células en los animales que producen y transmiten señales eléctricas. En las plantas, la mayor parte de las células de su cuerpo lo hacen, y en la punta de las raíces tienen muchísimas. "Podríamos decir que toda la planta es cerebro", señala el científico italiano.
Huelen, saborean y escuchan.
Su olfato y gusto son muy sensibles. Perciben las moléculas químicas, es su modo de comunicación, cada olor es un mensaje. Y tienen tacto, solo basta ver a cámara rápida cómo palpa una planta trepadora para vislumbrarlo.
Existen ciertas frecuencias, sobre todo las bajas (entre los 100 Hz y los 500 Hz), que favorecen la germinación de las semillas y el crecimiento de las plantas hacia la fuente de ese sonido, que equivale a frecuencias naturales como la del agua que corre. Hablarle o cantarle a las plantas, no existe evidencia hasta el momento de que sea efectivo para incidir en ellas.
Wifi vegetal
Se comunican con otras plantas de la misma especie a través de moléculas químicas volátiles, envían entre otros, mensajes de peligro. Si un insecto le está comiendo las hojas, la planta produce al instante determinadas moléculas que avisan de un ataque en curso y se difunden en kilómetros.
Clorofiliales
En el reino vegetal encontramos el cuidado parental que observamos en los animales más evolucionados. Para probarlo investigadores de Canadá aislaron a un gran abeto del acceso al agua y los abetos de alrededor le pasaron sus nutrientes durante años para que no muriera. Esto ocurre por ejemplo en los bosques densos, donde un árbol recién nacido necesita adquirir cierta altura para poder hacer la fotosíntesis y ser autosuficiente han de pasar al menos diez o quince años, durante los cuales será alimentado y cuidado por su familia.
Las plantas son capaces de percibir dimensiones a las que los humanos no accedemos, muchas intangibles, se comunican quizás con mensajes mucho más profundos que los que hoy conocemos y que desde nuestros limitados cinco sentidos todavía no imaginamos.