Rasgos para madres
Los rasgos que normalmente son más tenidos en cuenta para la elección son sabor, producción, velocidad de floración, resistencia a plagas y hongos, facilidad de cultivo, tiempo de manicurado y tamaño.
Una vez elegida la variedad debemos determinar las características que queremos preservar. Cuanto mayor sea el número de semillas germinadas más posibilidades tendremos de encontrar nuestra madre perfecta. Tomaremos nota desde el momento en que ponemos la semilla. Si alguna semilla tarda al brotar o enferma puede que también de problemas el resto de su vida. Durante el crecimiento tomaremos nota del vigor general de las plantas, de su tamaño, de la distancia internodal y del color de las hojas.
Es en la fase vegetativa cuando debemos hacer los esquejes, al menos dos por ejemplar por si alguno falla, y mejor cuando las plantas tengan al menos dos meses de edad. Marcaremos los clones con el mismo número o letra que su progenitora. Los esquejes se pondrán a enraizar y posteriormente a crecer mientras se termina todo el ciclo vital de las semillas y son seleccionadas las mejores.