Manicura, secado y curado de la marihuana

Manicura del cannabis

La manicura consiste en cortar las hojas grandes que están pegadas al tallo y de aquellas pequeñas que rodean al cogollo tras el secado. Si dejamos que las hojas se sequen en la flor para luego cortarlas, el trabajo posterior de sacar las hojas puede resultar muy tedioso, es más sencillo hacer la manicura cuando las hojas están blandas y flexibles.

La misión de la manicura es dejar nuestros cogollos bien pelados para evitar hongos indeseados durante el secado. Imagina esperar tantos meses de trabajo para luego echar todo a perder. Tanto la manicura, como el secado y posterior curado son fundamentales en el trabajo de todo cultivador para no morir en el intento ni lamentar esos meses de esfuerzo.

Así que presta atención a estos puntos para poder disfrutar de tu merecida cosecha. Depende las ganas y el gusto de cada cultivador, he conocido algún que otro colega que prefiere cortar las hojas una vez que la planta esta totalmente seca. Hay técnicas y explicaciones para cada una de ellas, así que simplemente nos queda experimentar y sacar nuestras propias conclusiones.

A mí me gusta hacer la manicura gruesa (cortar las hojas grandes pegadas al tallo) cuando la planta todavía sigue en pie ya que me resulta menos trabajoso a la hora de llevar la planta a la mesa de trabajo y así solo me resta dedicarme a la manicura fina.

O sea, cortar las hojas más chicas que rodean al cogollo para dejarlo lo más al descubierto posible y facilitar el secado. Afila las tijeras y ten a mano una botella de alcohol, la resina que desprenden los cogollos es tanta que en algún momento tu tijera y tus manos estarán pegadas y la tarea puede empezar a molestar.

Es bueno que cubras la mesa donde realizarás la manicura con una malla fina, vidrio o nylon para luego recoger el material vegetal y poder utilizarlo para la producción de aceites, hachís, tinturas, o lo que imagines.

Luego del proceso de curado comienza la fase final. Cuando la rama haga “crack”. Es momento de enviar al frasco hermético.

Las mallas para secado cuando tienes grandes cantidades es importantes para un buen manjeo de temperatura y humedad.

Secado de la marihuana

Luego de la cosecha y de la manicura solo nos resta secar la marihuana. El secado provoca que el tan ansiado THC tome poder y se convierta en psicoactivo. El cannabis fresco y/o verde no será muy potente pero además no lo podrás fumar. Con el secado reducimos aproximadamente un 75% el peso del material cosechado. Eliminar las hojas y los tallos grandes en la cosecha hace que el secado sea más efectivo.

Si secamos rápido nuestros cogollos es posible que la clorofila quede atrapada generando una mala combustión, mal sabor y gusto a “verde”. Un secado correcto debería durar entre 10 y 14 días, durante este lapso obtendremos mejor sabor, una correcta combustión y un humo que será una caricia para la garganta.

Extractores, ventiladores y deshumidificadores serán de mucha ayuda a la hora de controlar el calor y la humedad. Evita apuntar el ventilador directo a los cogollos, esto provocaría un secado rápido. En climas muy calurosos es de suma importancia contar con un aire acondicionado para mantener tu sala de secado con la temperatura y la humedad correcta. De igual manera que si tu sala es muy calurosa debido a las condiciones climáticas externas.

Cuando hay volúmenes importantes para secar conviene usar un contenedor plástico hermético.

Unos días antes de la cosecha conviene cortar las hojas más grandes para evitar trabajo durante la manicura.

Temperatura y humedad secando cannabis

La temperatura ideal aproximada para el secado tendría que estar entre los 19 y 25 grados centígrados y la humedad entre un 40 y 50 por ciento. Una temperatura por debajo de los 19 grados demoraría el secado del mismo modo que si la humedad se encuentra por encima del 75 por ciento. Esto no es aconsejable.

Temperaturas superiores a los 25 grados generarían un rápido secado, al igual que si la humedad relativa se encuentra por debajo de los 35/40 porciento. Esto tampoco es aconsejable. Los cogollos secados con rapidez se vuelven crocantes, quebradizos y se deshacen a la hora de picarlos, el humo será denso y nos raspará la garganta haciéndonos toser.

Con un mal secado la clorofila no se elimina, se genera todo eso que no queremos que nos pase a la hora de fumar la cosecha. En tu sala de secado es necesario que cuentes con un medidor de temperatura y humedad, de esa manera podrás mantener los valores correctos y tendrás tiempo de corregir cualquier problema.

Parámetros de humedad y temperatura adecuados para el secado del cannabis.

Secado de manicura fina de marihuana.

Cosecha pequeña vs. grande

Una cosecha pequeña puede secarse más fácilmente en un armario, ropero o caja de cartón. Para una cosecha grande precisarías un lugar adecuado (habitación, sala, carpa de cultivo). Si piensas hacer una gran cosecha es recomendable hacerla de manera escalonada y así poder aprovechar tu espacio al máximo sin correr riesgos de amontonamiento provocando problemas de temperatura y humedad.

Si cultivas en interior puedes usar esa sala o cuarto para su secado, una vez que cosechas acondicionas el lugar con los valores de temperatura y humedad que hemos visto. Pero no seques las plantas si todavía tienes las lámparas prendidas y nos has terminado la cosecha.

Para esto es necesario contar con una misma variedad o de similares características (sabiendo con eso que cortaras todas tus plantas en el mismo tiempo). Revisa diariamente los cogollos para evitar la propagación de moho. Por ejemplo, con la botritis el hongo que se genera desde el tallo hacia afuera y es difícil que a simple vista lo detectes si no tienes demasiada experiencia.

Me ha pasado que por no revisar los cogollos en su interior luego del secado me encuentro con esos hongos, sabemos que fumar esos cogollos no es bueno para los pulmones y es recomendable descartarlos. Para cosechas pequeñas las cajas de cartón resultan un buen lugar. Tienes que hacerle agujeros y procurar que estén guardadas en un lugar acorde a los valores que se aconsejan.

Todos los días tendrías que abrir la caja, observar los “cocos”, girarlos y/o rotarlos para que el aire que circula por dentro sea uniforme y pueda hacer que los cogollos se sequen de manera pareja. Otra opción es que dentro de la caja de cartón puedas poner una cuerda, hilo o tensor, generando así un colgadero. Es una buena técnica y de fácil mantención.

Las cajas son de suma importancia a la hora de preguntarnos que hacemos con los cogollos chicos que nos quedaron fuera del tallo y que no podemos colgar. Colgar las plantas es una buena manera de facilitar el trabajo. Generan un secado lento y acorde a lo que buscamos.

Trata de eliminar los tallos grandes ya que retienen mucha humedad y cuelga solo las ramas más pequeñas. Un tendedero de ropa plegable es muy buena opción, reduces espacios y facilitas el secado. Hay varias maneras y/o lugares para generar un secadero, lo importantes es tener en claro y controlar la temperatura, la humedad y la circulación de aire.

Utiliza tu ingenio, tu creatividad y piensa de ante mano en dónde vas a secar las flores. Ventiladores, deshumidificadores, extractores son fundamentales para controlar el olor, y evitar que algún vecino curioso pueda generar un dolor de cabeza. Los aires acondicionados serán de vital importancia a la hora de armar y/o preparar tu lugar de secado.

Las mallas que se pliegan como un acordeón y que cuelgas del techo generando varios pisos, para mi es una de mis preferidas, eso si, tengo que todos los días girar las ramas con los cogollos para que el aire corra parejo y para evitar que se aplasten. Cualquiera que sea tu manera siempre tienes que estar todos los días observando y controlando los niveles de temperatura y humedad.

El tiempo de secado va a depender de la temperatura, la humedad y de la consistencia del cogollo y de la interacción con el medio ambiente. Una técnica para saber si están secos es quebrar el tallo, si el tallo cruje y hace ese ruido “crack” es porque nuestro cogollo estará pronto para el curado. Los tiempos de terminación son relativos, pero entre una semana y diez días tendrías que tenerlos prontos.

Cuida tu marihuana seca de los rayos UV y del calor ya que la degradaría. Otro cuidado es durante la manipulación. Si se manosean mucho los cogollos la resina se irá desprendiendo y los niveles de THC empezarían a bajar. Estos puntos son necesarios de tener en cuenta si pretendes hacer o tener un producto de calidad, hay detalles que parecen obvios o muy exquisitos, pero a la hora de presentar una flor de calidad entre tus amigos o de participar en alguna cata notarás la diferencia.

Recuerda que los cuidados en el cultivo no se terminan en la cosecha. Tanto la manicura como el secado y el posterior curado son claves para poder decir: misión cumplida.

Temperatura y humedad del secado de marihuana: Temperatura: 19/25º C.  Humedad 40/50% en oscuridad total.

Una vez en el contenedor final habrá que abrirlo todos los días hasta que la clorofila desaparezca.

Curado y guardado de la marihuana

Con el curado generamos que los cogollos se sigan secando muy lentamente. Con un buen curado evitamos la presencia de algún hongo y/o su propagación y también conseguimos guardarlos de la manera más óptima. Al fumar un cogollo bien curado notarás mejor calidad en la combustión, mejor aroma y sabor.

Aunque hayamos pasado la etapa de secado la marihuana todavía sigue generando humedad por dentro. Dicha humedad afecta sobre todo sabor y potencia. El curado termina de sacar esa humedad y hace que el material se seque de manera pareja.

De esta forma el THC estará en sus mejores condiciones, las que generarán mayor placer. Cortar los cogollos y sepáralos de sus tallos y/o ramas para así poder guardarlos en frascos de vidrio herméticamente cerrados. Si la cosecha es demasiado grande puedes optar con contenedores de plástico grandes que también puedes cerrarlos al vacío.

Muchos cultivadores evitan esto último ya que dicen que el sabor que genera el plástico es horrible, pero ante una cosecha abultada los frascos de vidrio resultan muy tediosos ya que precisarías muchos y tu alacena se convertiría en un caos.

En un frasco de vidrio medianamente grande podrías almacenar entre 15 a 25 gramos, mientras que en un contenedor de plástico apropiado podrías guardar arriba del kilo. Ya sea de vidrio o plástico guárdalos en un lugar seco, oscuro y fresco.

En los primeros días de curado es cuando debes prestar más atención y revisar por lo menos dos o tres veces al día el nivel de humedad del contenedor o frasco ya que la humedad en el cogollo vuelve a salir. Para eso tienes que orear y ventilar diariamente hasta que veas que tus cogollos están secos por completo.

Este proceso lo conseguimos de forma simple, debemos dejar la tapa abierta entre 10 a 15 minutos diarios para evacuar la humedad. Eso lo veras al fumarlo y al tocarlo, todos los días serán de suma experiencia. Si antes del curado los tallos en vez de quebrarse se pliegan, eso quiere decir que todavía no están prontos para ser curados.

Dependiendo de esa humedad contenida los cogollos estarán en su apogeo a los 10 días del curado, es decir, secos en su totalidad. Pasado ese tiempo puedes guardarlos y/o almacenarlos de manera hermética por varias semanas o meses. Así preservamos el aroma, el sabor y la potencia. Las selladoras al vacío son una excelente herramienta a la hora de guardar por mucho tiempo la producción.

Hay frascos, tuppers, y bolsas que puedes utilizar para el vacío y para su posterior guardado en un sistema refrigerado, por ejemplo. Al refrigerar enlentecemos la degradación. Si optas por refrigerar tu hierba ten en cuenta que debe estar totalmente cerrada, la humedad de la heladera puede penetrar tu recipiente y eso no es aconsejable ya que tendrías que volver a secar tu producción. Así que conserva en refrigeradores de frío seco. 

Sé prolijo, mantén tu área de secado en óptimas condiciones de limpieza, cura tus cogollos y verás cómo después de tanto sacrificio tendrás tus frutos para deleitarte y las ganas intactas de volver a empezar una nueva experiencia.

Las cajas de cartón son imprescindibles en el lento secado de la marihuana.

El buen secado de cannabis lleva varias semanas.