La cucaracha tendrá para fumar legal
Hasta ahora en México está prohibido fumar cannabis en la calle. Pero eso podría cambiar en poco tiempo. Si prospera un proyecto de ley que además regularía todo el mercado del cannabis.
Se viene la regulación de la marihuana
El grupo político que lo impulsa esta vez es Morena. Lo formó el presidente electo en México: Andrés Manuel López Obrador. Su futura mano derecha, María del Carmen Sánchez Cordero, es senadora (integrará el gobierno) y el mes pasado presentó un proyecto de ley para regular la marihuana. Que además tiene el apoyo de varios congresistas de otros partidos.
O sea, tiene amplias posibilidades de ser aprobado. La propuesta es una mezcla entre la regulación uruguaya y la canadiense. Y por supuesto: una alta dosis de picante mexicano. En el proyecto también trabajaron varias organizaciones de la sociedad civil mexicanas que se reunieron en la plataforma Regulación por la Paz. La iniciativa legal, que deberá ser estudiada el próximo año, dice que “el Estado tiene dos obligaciones. La de respetar la autonomía de las personas y evitar que dicha autonomía afecte a los demás.
Para que el Estado tenga la capacidad de cumplir con ambas obligaciones, es necesario que intervenga en el mercado del cannabis”. El proyecto de ley del grupo Morena también pretende “desalentar las actividades ilegales” que rodean a este negocio. El grupo parlamentario que auspicia la “Ley General para la Regulación y Control de Cannabis” entiende que para cuidar la salud de los usuarios debe haber un contralor estatal que garantice la calidad del producto a nivel comercial, personal y científico. Entre las finalidades de la ley está la garantía a los pacientes de cannabis medicinal.
Y “fomentar la promoción, la educación para la salud”, es decir hablar de los repetidos “riesgos”. El escrito que se podría convertir en ley dice que uno de sus objetivos es “reconocer y proteger el derecho de las personas a adoptar sus propias decisiones relacionadas con el uso del cannabis, respetando la capacidad de alcanzar su propio potencial, su sentido de la dignidad y su derecho a adoptar las decisiones que afectan su manera de vivir. Esto siempre y cuando no menoscabe el derecho de terceros”.
Autoconsumo
El proyecto prevé que se puedan cultivar hasta 20 plantas de cannabis en floración para consumo personal y un máximo de 480 gramos de almacenamiento. Lo cual es un poco raro. Porque es posible conseguir esa cantidad en dos plantas, tres como máximo. Pero tal vez sea uno de los puntos que mejore el debate parlamentario de este año nuevo. Y ojalá que otro sea el del registro que deberán hacer los usuarios. Ya se vio en Uruguay que el registro solo aleja a los usuarios de la legalidad.
Una cosa positiva de la propuesta de ley es que si alguien necesita más de veinte plantas por un problema de salud puede solicitar un permiso al Instituto Mexicano del Regulación y Control del Cannabis que estará a cargo de implementar la regulación del cannabis. Será un organismo desconcertado de la Secretaría de Salud. Esta propuesta, que tiene en vilo a México, también crearía cooperativas de cannabis que tendrán un mínimo de dos y un máximo de 150 socios que además de marihuana deberán ofrecer cursos de reducción y riesgos de daños en su uso.
La única sustancia psicoactiva que podrán ofrecer es el cannabis, el alcohol y otras drogas están expresamente prohibidos en el proyecto de ley. Siembra, cultivo, cosecha, producción, procesamiento y venta con fines comerciales podrán realizarse con autorización federal. Habrá licencias para productos farmacéuticos, terapéuticos, paliativos o herbarios. También para uso adulto o industrial. Incluso el país norteamericano prevé la venta de cannabinoides sintéticos, aunque con receta médica controlada.
Los paquetes de marihuana deberán ser estándar y estar sellados a pruebas de niños. Además, deberán informar sobre los niveles de THC y de CBD, también del híbrido que contenga y cuáles serían sus efectos esperados. El instituto federal que regularía este nuevo comercio deberá dar a conocer los máximos y los mínimos permitidos tanto de THC como de CBD. Los puntos de venta no están claros en el proyecto de ley, el instituto de regulación dirá dónde estarán emplazados, qué derivados permitirá y cuáles accesorios.
En estos dispensarios solo podrá venderse cannabis para adultos. Entre las prohibiciones se encuentra el comercio a menores de edad y la publicidad. Ni siquiera podrá haber publicidad sobre cannabis medicinal. Tampoco conducir bajo los efectos de la mota, en realidad concretamente del THC que es el principio activo mencionado por los parlamentarios. [caption id="attachment_5801" align="alignnone" width="800"] Jorge Hernández Tinajero, activista y escritor: “No hay ninguna regulación. La ley no cambió”.[/caption]
Activistas: sus visiones
“Regular el cannabis como pide la Suprema Corte es positivo”, opina Mariana Sevilla de México Regula una de las organizaciones que junta a los activistas que apoyan la regulación en la plataforma Regulación por la Paz. Desde que hubo indicios fuertes de que el gobierno entrante iba a cambiar la relación legal del cannabis con la ciudadanía —incluso se habló regular la amapola— varias organizaciones, colectivos e individuos se reunieron en Regulación por la Paz.
Pero del dicho al hecho, siempre en la política latinoamericana hay un gran trecho. “En México tenemos muchas leyes bonitas pero luego no todas se aplican bien. Ese es uno de los riesgos. Pero veo la iniciativa muy positiva. Durante mucho tiempo se dijo que no podíamos tener una iniciativa que regulara toda la planta y esta al menos reconoce derechos de usuarios de pacientes, usos industriales, alimentarios y cosméticos”, opina Sevilla. La activista entiende que los usuarios al tener acceso al cannabis despenalizado evitarían la corrupción cuando las autoridades pillan a alguien fumando en la vía pública, por ejemplo. Una situación repetida que genera extorsiones, violencia y criminalización de los usuarios.
“Muchos de ellos, sobre todo los más vulnerables son los que terminan procesados”, explica Sevilla. Lo primero que dice Jorge Hernández Tinajero, activista y escritor de larga data, es “que no hay todavía ninguna regulación. La ley no ha cambiado”. “Lo único firme son las sentencias de la Corte reconociendo el derecho a cultivar cannabis sin fines de lucro”, explica Hernández TInajero. La Corte entiende que hay un derecho para ejercer en el ámbito privado y sentó jurisprudencia. Y dice que parte de ley general de salud vulnera esos derechos.
En el último fallo la corte ordenó a congreso que legislara al respecto. Y aunque hubo proyectos de ley anteriores (como el de la senadora Martha Tagle), todo indica que será el del grupo Morena (ver recuadro) el que tendrá apoyo de varios partidos, además del gubernamental. Para el activista hay algunas propuestas que le parece “riesgosas” como el registro de cultivadores privados. Es “un poco al estilo Uruguay. Es invasivo de la privacidad porque finalmente si estás haciendo algo para ti mismo dentro de tu exclusivo ámbito privado ¿por qué se va a meter el estado?
El estado debería velar porque no haya comercio ¿Por qué registrarse si lo que estás haciendo no es un delito? Hay una manía de control que no solo va contra el espíritu de la ley, sino que plantea problemas y riesgos para ejercer el cultivo privado”, entiende Hernández Tinajero. Ojalá que todo funcione. Si a México le va bien, nos va bien a todos en América Latina. La famosa tonada popular de la cucaracha que estaba mal porque “no tiene porque le falta marihuana pa´ fumar” ahora tendrá para estar mejor y fumar legal.
Los objetivos de la regulación mexicana
• Respetar la autonomía de las personas. • Proteger la salud de las personas frente a un producto psicoactivo. • Minimizar la alteración del cannabis con componentes de efectos inciertos. • Promover la información basada en evidencia. • Proteger de riesgos a la población más vulnerable: niños y jóvenes. • Establecer la venta de cannabis como un servicio socialmente responsable. • Facilitar programas de rehabilitación y tratamiento para todo aquel que lo solicite.
¿Por qué regular el cannabis?
El gobierno entrante presenta esta propuesta bajo el entendido que una regulación del cannabis repercutirá en una mejora en el altísimo nivel de homicidios y desapariciones que sufre el país. Algo cuestionable porque la violencia la generan los grupos que transportan las drogas a Estados Unidos. Pero bueno. Las fuerzas de seguridad, las autodefensas y los grupos narcos desarrollan una verdadera guerra en México. Y el año pasado este problema se catalogó como uno de los diez conflictos armados más grandes del mundo. Desde 2006 cuando el ex presidente mexicano Felipe Calderón cortó el espacio aéreo para el narcotráfico y puso a los militares a luchar “contra las drogas” hubo 250 mil homicidios. Y las ejecuciones se multiplican. También las torturas y las desapariciones. Se estima que unas 120 mil personas faltan a su hogar.
Autorizan productos derivados del cannabis
Empresas mexicanas, estadounidenses y una española fueron autorizadas a vender suplementos alimenticios y cosméticos de cannabis. La Comisión Federal para a Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aprobó 38 productos de estas empresas. La Cofepris analizó 43 permisos y habilitó 38 productos. También aprobó nueve cosméticos. La lista de aprobados también incorporó seis alimentos.
Corte: cannabis debe ser legal
El mes pasado Suprema Corte de Justicia de la Nación mexicana reiteró que el consumo de mariguana debe ser legal. Fue la quinta oportunidad en que la máxima instancia de la justicia, la última y más potente en materia de jurisprudencia mexicana, reafirmó con un fallo que el consumo de marihuana es perfectamente constitucional. El ministro Arturo Zaldívar de la Corte de Justicia recomendó al Congreso regular y controlar el mercado de cannabis. Y solicitó al organismo estatal encargado de controlar los productos médicos que autorice a los usuarios a que tengan su marihuana siempre y cuando no haya fines lucrativos.