Guardando el cannabis
El oxígeno, el calor y la luz son los principales enemigos para un buen proceso de curado y secado en el cannabis.
Una vez que los cogollos están secos hay que disponerlos en un recipiente que no deje entrar luz, ni aire. Además, deben quedar guardados en un lugar seco a temperatura entre 19 y 34 grados Celsius. Y debe quedar lejos de toda fuente de luz o calor. La vida útil del cannabis guardado en frascos herméticos y en las condiciones ambientales predichas es de un año aproximadamente.
Me diverte mucho también fumar los petardos que tienen más tiempo de guardado porque van perdiendo ese colocón tan claro. Pero la verdad es que van teniendo otro efecto. Por lo menos para mí, es más risueño. Quedo casi bobo, no sé cómo explicarlo bien. Pero tampoco es que al año el cogollo sea inservible, solo que va perdiendo sus propiedades, pero no todas. Y lo va haciendo de a poco. De hecho, se estima que los cannabinoides desaparecen del todo a los cuatro años de cosechado y almacenado en condiciones óptimas de secado.
En países donde es clima es muy seco hay que cuidar que el cogollo no se pulverice. Debe ir pronto al contenedor final. Es conveniente abrirlo unos pocos segundos. Según la ausencia de humedad que haya en la zona. En países húmedos el tiempo de secado puede llegar a durar un mes.
Entonces, si no se cuenta con la posibilidad de regular humedad y temperatura, se requiere paciencia y abrir los frascos unios minutitos al medio día o cuando haya menos humedad en el ambiente. El secado propiamente termina en el contenedor cuando la hierba hace “crack” al doblarla. Permanece firme respetando su firma, colores, aromas pero ya se puede picar en la mano sin problema. ¡Buenos humos!