Fuma por tu derecho a fumar
La Marcha Mundial de la Marihuana 2014 en América Latina fue un éxito y es notorio que cada vez participa más gente con diversos intereses y que el reclamo de un cannabis regulado, legal, liberalizado o como quieran llamarle ya no es exclusivo patrimonio del mundo cannábico. En América Latina cada vez somos más peleando por el cambio.
La Marcha Mundial de la Marihuana este año fue un éxito. Argentina se llevó el premio, unas 200 mil personas se manifestaron en 19 ciudades el sábado 3 de mayo. En Buenos Aires la concentración fue en Plaza de Mayo. La pancarta que encabezaba la reunión era clarita como el agua: “No más presos por cultivar, regulación del cannabis ya”.
Los activistas argentinos pidieron el fin de los allanamientos y las detenciones que están “arruinando muchos proyectos de vida”, dijo el activista Matías Faray de la Agrupación Oeste. Faray estuvo detenido hace algunos años por capricho de la policía y conoció de cerca las injusticias del régimen de drogas.
También solicitaron el fin de las detenciones policiales por tenencia, reclamaron por cannabis medicinal y también industrial. A su vez, se hicieron escuchar para que exista una ley de atención pública, universal y gratuita para quienes tienen problemas asociados al uso de drogas de tráfico ilícito. Y claro, solicitaron una urgente modificación de la muy menemista (léase hipócrita y corrupta) ley de drogas.
En Chile hubo dos días cannábicos. En mayo Puerto Montt, Temuco, Antofagasta, Valparaíso y Talca se movilizaron bien fuerte. En Santiago la fiesta se hizo esperar, se hizo el primero de junio en Plaza Italia. Hubo problemas con la autoridad para que autorizara la marcha, que tuvo que cambiar de día algunas veces. Finalmente todo funcionó y los cabros llegaron a Plaza Italia todos volaos. La despenalización de consumo y del autocultivo fueron los principales reclamos chilenos.
En Uruguay fue la primera marcha de la marihuana legal, y algunos cientos de personas estuvieron charlando y fumando porros semi legales en el Molino de Pérez, en el montevideano barrio de Malvín que tiene una magnífica vista al río. Allí entre reggae, humos y consignas para seguir haciendo que pasen cosas se llevó adelante el encuentro cannábico del año en Uruguay.
Perú, Colombia, México, Ecuador y Brasil también se movilizaron porque hay que moverse, porque si no nos movemos nosotros nadie va a mover lo que nos interesa.