Estabilidad del cultivar cannábico: mismo resultado de esqueje o semilla
No cualquier variedad de cannabis es de un verdadero cultivar cannábico.
Aunque no es culpa suya, la mayoría de los criadores de semillas que trabajan en la industria del cannabis no han estudiado horticultura. Como resultado, cientos de variedades de cannabis han sido etiquetadas y nombradas como cultivares específicos, pero sólo un pequeño porcentaje de ellas son homocigóticas para algún rasgo específico.
Una variedad es un cultivar concreto perteneciente a una especie. En horticultura, sólo se reconoce un cultivar si produce los mismos resultados asexualmente (con esquejes) como sexualmente (con semillas) y, además, es una variedad homocigótica o pura. Para conseguir esto, los criadores de plantas deben producir un Cultivar que sea único en un rasgo en particular y sea homocigótico para ese rasgo. Esto significa que la descendencia del Cultivar debe tener las mismas características, tanto si se cultiva a partir de un esqueje como de una semilla.
Inestabilidad en el cultivar cannábico
Blueberry es una fantástica variedad de cannabis. Crece mirando hacia arriba, con notas de gris, púrpura y azul que embellecen cualquier jardín. Aunque no pretendo desacreditar el trabajo de los criadores que la desarrollaron (DJ Short / Breeder Steve), Blueberry es una variedad de cannabis muy inestable.
Pero si los criadores intentaron aislar y perpetuar una variedad intersexual (que muestra flores femeninas y masculinas) en su linaje, entonces tuvieron éxito. La razón por la que aparece este rasgo intersexual es porque las plantas parentales que se usaron originalmente para hacer Blueberry también eran inestables.
Semillas de bolsa (recolectadas entre la marihuana importada) cruzadas entre sí con prisa como consecuencia de la prohibición. De todos modos, el dulce sabor y el aroma almizclado de Blueberry se han convertido en legendarios y, todavía hoy, los criadores siguen trabajando para aportar algo más de estabilidad a la línea, con métodos seleccionados de cruces endogámicos y retrocruzamientos. ¡Bravo! Otro ejemplo sería Jack Herer (la variedad, no el hombre).
El banco de semillas Sensi Seeds tiene gran prestigio como criador de genéticas de alta calidad. Para formar este legendario trihíbrido se combinaron Northern Lights #5, Haze y Skunk #1. Es raro que un cultivador pueda encontrar en un paquete de Jack Herer una hembra de tipo sativa completamente madura que no produzca unas pocas semillas sin que haya ningún macho presente.
Esto sucede porque las genéticas tailandesas (y posiblemente mexicanas) que están entre los ancestros de Haze (y de Blueberry) tenían rasgos de intersexualidad. El polen recolectado de las plantas hembra intersexuales fue, en un tiempo, muy lucrativo para la producción de semillas 99% femeninas; antes de la llegada de la aplicación de plata coloidal, que inhibe la sexualidad femenina permitiendo que los “criadores” apliquen “polen feminizado” sobre plantas hembras para producir semillas feminizadas.
El resultado de esto es tan estable o inestable como las plantas parentales utilizadas. Puede ser adecuado mencionar en este punto que algunas variedades de cannabis (a menudo aquellas que son homocigóticas o puras) no responden bien a las aplicaciones de plata coloidal.
Estabilidad del cultivar cannábico
La estabilidad de las variedades de cannabis hoy en día es, con frecuencia, completamente desconocida, ya que la mayoría de los cultivadores destruye las plantas macho y se fuma los esquejes hembra. Un alto porcentaje de las semillas feminizadas cultivadas hoy en día son dodos botánicos (el dodo era un ave terrestre que se extinguió en el siglo XVII..
Sólo queda un puñado de cultivadores amantes del cannabis que por amor, dinero, o ambos, permiten que unas cuantas plantas macho vivan y se diviertan con unas pocas plantas hembra. Si pusiéramos una X imaginaria sobre los bancos que venden semillas feminizadas, nos quedaríamos con Breeder Steve / DJ Short, GrowDoc, No Mercy, Shantibaba y unos pocos más que todavía mantienen variedades exclusivamente normales (machos y hembras) de cannabis.
Además, por supuesto, de todos los criadores y colectivos clandestinos. Esto no quiere decir que algunas variedades feminizadas no sean estables y puras. Hay unas pocas variedades feminizadas que lo son. Lo que esto significa es que la descendencia de las plantas macho, de la misma variedad feminizada, pueden no volver a aparecer nunca ni usarse en proyectos de crianza de variedades normales.
A corto y largo plazo, la continuidad de ciertas variedades de semillas está en peligro de extinción. Ya se han extinguido algunas variedades concretas (algunas con aplicaciones medicinales) que han acabado igual que el dodo. Obviamente, se han guardado algunos prolíficos especímenes y se han reproducido como esquejes. De todos modos, el enorme alcance de lo que significa perder las variedades individuales, con todas las plantas hermanas de esos esquejes tan especiales, es incalculable. Esto no quiere decir que todas las semillas tendrían el mismo potencial.
Esperanza de vida del cultivar cannábico
La mayoría de las variedades de semillas de cannabis tienen una esperanza de vida corta. Muchos criadores domésticos realizan un nuevo cruce con dos plantas, cultivan (y comparten) las semillas y, unos pocos años después, la variedad desaparece. Sólo en el caso de las variedades clonadas o cruzadas endogámicamente para crear F2, continúa el linaje en existencia dentro de la reserva genética disponible.
En este sentido, el cannabis todavía está evolucionando como cultigen doméstico (planta que ha sido alterada o seleccionada por los humanos). Las variedades domesticadas de cannabis son controladas por humanos más que por la selección natural. Desafortunadamente (a causa de la prohibición), a menudo son personas que tienen pocos conocimientos sobre la genética cannábica.
Una trampa evolutiva que perjudica a los ganadores en favor de los perdedores, basada en unas pocas observaciones y una buena cantidad de suerte. Lo contrario de un método y programa de crianza organizados. Cada cierto tiempo, un cultivador doméstico se encuentra un viejo paquete de semillas que guardó como reserva.
Unas pocas pueden ser todavía viables de germinar. A menudo, esto ayuda a refrescar la piscina de genes disponible con viejos genes que pueden reforzar algunos rasgos, sobre todo con retrocruzamientos (cruzar las genéticas parentales de nuevo con sus ancestros).
Del mismo modo, los esquejes que se mantienen y circulan largas distancias pueden insuflar la reserva genética local con genética fresca. Afortunadamente, gran parte de los cultivadores de cannabis todavía son generosos cuando se trata de compartir “su” genética con otros cultivadores de cannabis. La mayoría de los criadores de semillas normales (con machos y hembras) son conscientes de que otros criadores pueden experimentar más adelante con las variedades que ellos desarrollan.
Bancos de semillas de cannabis: el verdadero cultivar cannábico
Un banco de semillas es un lugar que permite a los jardineros depositar y recoger semillas. Una precaución común entre los criadores que no tienen un interés comercial en su stock de semillas es compartir las nuevas genéticas con criadores amigos, en “depósito” o como medida de seguridad.
Con el acuerdo de que si el criador pierde la línea genética como resultado de su estupidez, el fuego o un robo, las semillas sobrevivirán y podrá volver a recuperarla. Hoy en día, muchos almacenistas de semillas se publicitan como “bancos de semillas” cuando, en realidad, solo actúan de vendedores de semillas para varios criadores. Otros “bancos de semillas” trabajan como cooperativas, empleando a varios criadores conocidos o desconocidos para que mantengan un stock de parentales con los que producir las semillas.
Estas tiendas granja a menudo producen lotes de semillas de la misma variedad de irregular calidad a lo largo del mismo año. Antes de abandonar completamente la línea porque, 1) el criador que seleccionó originalmente la variedad por un rasgo específico ya no es el productor actual de las semillas o 2) el criador original hizo un híbrido a partir de parentales inestables o actualmente extintos. Los pocos criadores que todavía hoy mantienen sus propias instalaciones de banco de semillas, con stock de semillas normales con machos y hembras, seleccionadas a mano y recolectadas en lugares tan lejanos como Alaska, Brasil, Hawaii, Holanda, India, Marruecos y Estados Unidos, se están volviendo raros (como el dodo).
En 2012, el número de bancos de semillas profesionales que admiten abiertamente haber estabilizado sus propias genéticas más allá de la séptima u octava generación, pueden contarse con los dedos de las manos. Esos criadores suelen invertir una gran cantidad de tiempo, dinero, investigación y recursos para guardar su material en varios lugares diferentes. Sobre todo para evitar tener todos los huevos (semillas) en la misma cesta (bolsa). Por esta razón, GrowDoc Seeds envió algunas de sus mejores genéticas a la Boveda Global de Semillas de Svalbarg (Noruega) hace muchos años.
Semillas de bolsa no del cultivar cannábico
Definimos una semilla de bolsa como una semilla encontrada en una flor de cannabis que no era parte de un proyecto planificado de crianza. Las semillas de bolsa son fenómenos que aparecen cuando menos te lo esperas (a menudo en el último cogollo) y, a veces, producen las plantas más increíbles.
Muchas variedades famosas que sólo existen en esqueje, incluyendo Diesel y OG Kush, parecen descender de semillas de bolsa. Del mismo modo, las genéticas en las que se basan muchas variedades californianas también provienen de semillas encontradas en bolsas de hierba.
Estas semillas (encontradas en cosechas de plantas femeninas) son con frecuencia el resultado de los rasgos intersexuales de la planta madre. Rasgos genéticos que la planta en que se convierte la semilla lleva consigo, ‘dominantes’ si aparecen flores intersexuales cuando se cultiva, o ‘recesivos’ si lo hacen cuando se cruza con otra planta más abajo en la línea de descendientes. Los cogollos de esa planta también contendrán semillas de bolsa y, cuando se cultiven, perpetuarán los rasgos intersexuales entre los cultivadores y los criadores.
Aunque son completamente inestables e inútiles para la crianza, algunas de esas variedades de semillas de bolsa a menudo producen algún rasgo característico (en sabor u olor) que es específico sólo de este cultigen. Por esta razón, muchos criadores han usado esas plantas en programas de crianza que, aunque preservan el rasgo característico y específico, también promueven la aparición de genéticas sexualmente inestables dentro de la “reserva genética”.
La reserva genética doméstica del cultivar de cannábico
La reserva genética es el conjunto formado por todas las semillas y esquejes en existencia. Si tuviéramos que imaginar la reserva genética domesticada del cannabis como una torta, cada trozo contendría un subgrupo o familia genética diferente. El trozo más grande de la tarta doméstica sería el de las variedades Skunk, seguidas posiblemente por las variedades Kush, las variedades Haze, y así hasta completar toda la torta.
Muchas de ellas contienen genéticas mexicanas y afganas. Los trozos más pequeños del pastel corresponderían a una variedad de interior de Hawaii o alguna otra igual de remota. Teniendo en cuenta que el Cannabis sativa se originó en Asia, antes de viajar a Eurasia, Polinesia, Europa y África, la demografía de la reserva genética domestica ha ido oscilando hacia América.
Algunos botánicos cannábicos han argumentado que esto ha llevado a un cuello de botella genético. O, siguiendo nuestro ejemplo, menos trozos de tarta. Varios criadores europeos han empezado a trabajar con una nueva reserva genética de variedades locales de África y Asia. Será interesante ver los resultados de esos híbridos durante los próximos años.