Crónica de la copa cannábica CABA 2012
Recordamos la Copa cannábica CABA en 2012. Ahí estuvimos. Recuerdos verdes de humos dulces.
Voy a la copa cannábica CABA 2012. Es la mañana de un domingo soleado e invernal en la ciudad de Buenos Aires. Todos los habitantes de Palermo participan de la rutina habitual del barrio: un vecino sale abrigado a pasear a su perro y tomar el sol; una turista alemana lee el diario mientras desayuna sentada en una mesa en la vereda; Los artesanos acomodan sus cosas en los puestitos de Plaza Serrano. Mientras, en una discoteca en Honduras y Bonpland algo se escapa de lo común: los empleados del boliche Jackos se preparan para recibir a los invitados de la quinta copa CABA de cannabis organizada año a año por la revista HAZE durante los últimos cinco.
Llego a la copa como una total outsider. Entro al boliche a las 11.30 AM y me recibe una ola de humo gigante. Como soy de la prensa, me dan una pulserita verde flúor que dice “acceso total”. Diego Fabio (Defe) –mi contacto- me explica que la pulserita me habilita a entrar al sector de cata que es donde los jueces/cultivadores prueban las muestras en competencia y deciden quien gana. “Ese es mi lugar”, pienso.
El sector de cata queda en un entrepiso sin ventana y está compuesto por cinco mesas con 12 cultivadores por mesa. Ellos han presentado las muestras que participan de la competencia. Se catarán 8 muestras por mesa a lo largo de la jornada. Cada juez tiene una ficha de cata, donde califica con puntaje de 1 a 10, evaluando por separado aroma, presentación, sabor y potencia, me cuenta Guille, uno de los organizadores del evento.
Voy pasando por las mesas y me entero que ya van por la segunda muestra. Me convidan de la muestra número 12 (son todas anónimas). La cosa comienza a andar en cámara lenta.
En la mesa 5 alguien me explica que para esta copa quedaron seleccionadas 40 muestras sobre un total de 61 que se presentaron. Hay dos categorías en la copa cannábica CABA 2012: interior y exterior. Pruebo de la muestra 9. Se acerca Pulpeta, dueño del grow Pulpot (hoy cerrado) a saludar. Me explica que este año no cata porque le tocó ser jurado de exterior junto con el Chino, campeón de la CABA 2011. Me cuenta que se pasó tres días en su casa con amigos confeccionando el ranking. Me comenta que hay dos que para él son merecedoras del primer puesto (la snowdog y la peyote purple)… y hace una analogía sencilla pero clara; “si uno tira una moneda al aire, puede salir cara o sello, y tanto cara como sello, sería un resultado justo”.
Llego a la mesa 2 de la copa cannábica CABA 2012. Me dan a probar la muestra 58. ¿esa es la 58? ¿esa es la 58? ¿esa es la 58? … la pregunta se escucha loop y alguien nos aclara que la 58 pasó hace un rato. Ahora ya estamos con la 7.
La mayoría de los cultivadores tienen unos kits de lo más completos compuestos por lupas, pikachus de alta gama y unas cajas con compartimentos donde almacenan las distintas variedades de su última cosecha. Cada tanto alguna “gruppie del faso” logra franquear la seguridad y llegar hasta la mesa a charlar con los cultivadores: “¿eso es cream caramel?”, pregunta coqueta. Le dan de probar.
Alguien en la mesa 2 me dice “hay mano negra”, que ganan los amigos de los organizadores. Le pregunto porqué dice eso y levanta los hombros sin respuesta. Pasadas las 2 de la tarde anuncian que es hora de parar a almorzar. Entra un escuadrón de mozos con pizzas y cazuelas de lentejas. Los cultivadores se abalanzan sobre la comida, elemento clave para recuperar fuerzas y criterio y seguir catando.
Más allá del sector de cata, hay todo un boliche lleno de gente: 460 personas pagaron la entrada de 200 pesos. Aprovecho el almuerzo para dar una vuelta y ver las actividades variadas: en el primer piso está arrancando un concurso de armado. Me llama la atención un porro con forma de dragón. El creador del dragón-porro es impaciente y se fuma su creación antes de que elijan al ganador. Después arranca un concurso de cata a ciegas. Un superdotado acierta 5 de 7 variedades. Cuando está empezando el concurso de hash decido volver al sector de catas para no perderme la segunda parte.
Vuelvo y me siento en la mesa 5, justo para probar la muestra número 1. Huele muy bien y el gusto es increíble. Alguien dice “che, la 1 es un 10 total”. Efectivamente es como un mazazo en la nuca y después no puedo parar de reír. Veo que varios ponen 10 en sus cartolas.
A duras penas me arrastro a otra mesa. Caigo en medio de una charla técnica. Hablan en idioma cannábico inaccesible. Escucho frases como “es un cruce de sativas de tremble … lo preño de polen feminizado de ak47 … hay que estresar la sensi star para que hermafrodite… los términos cannábicos se multiplican y dejo de entenderlo todo por varios minutos. Hasta que llega un mozo con tortas y facturas y me como una pasta frola. El alma comienza a volverme lentamente al cuerpo.
La cata termina a las 6 de la tarde. Las mesas quedan vacías, excepto por una, donde Guille de Haze y dos ayudantes cuentan meticulosamente los votos. Me siento al lado de ellos a mirarlos. Uno canta a viva vos los puntajes y los otros dos, con calculadoras en mano, sacan el promedio de cada planta. Hay entusiasmo cuando una de las muestras recibe varios 10, coincidentemente es una de las favoritas del jurado de exterior: la snowdog, que saca un promedio de 8.25 en su mesa.
A las 18:45 viene uno de remera verde que parece organizador a preguntar que a qué hora estarán los resultados. Nos dice que todos nos están esperando. Guille pide 15 minutos más. Van cayendo al sector de cómputos los 4 jurados, Roberto el dueño de la Haze, y otros amigos de la revista… Yo sigo sentada en el medio del asunto, pasando casi desapercibida con mi anotador y mi cámara de fotos, testigo silencioso de un momento crucial.
De pronto, despunta otra de las muestras. Se escucha varias veces 10. “Puede ser la ganadora”, dice Guille con emoción. La planta termina con 8.33 de promedio en su mesa. Se trata de la otra favorita de los jurados de exterior: la peyote purple. “las mesas votaron igual que nosotros”, dice Pulpeta contento. “Casi”, dice Guille, porque para las mesas la ganadora es la peyote (con 8.33), pero para el Chino la mejor es la Snow (8.25). A lo que el Chino allí presente responde “yo la caté con unos amigos, gusta más por contraste, pero eran viables las dos”.
Aparece el de remera verde y nos exige que resolvamos los premios, que nos apuremos porque los empleados del local se quieren ir. Le contestan que “estamos por empezar el ballotage, decile que banquen 15 minutos”, “Si, a las 7.15 nos vamos”, “Nos vamos volando”, todos ríen. El de remera verde desaparece fastidiado de la copa cannábica CABA 2012.
Sobre la mesa colocan 2 frascos de vidrio que contienen las muestras en debate. Las muestras son observadas y olidas por todos. A primera vista podría ganar la peyote: tiene mejor aspecto. El aroma de las dos es sublime. Se arman sendos porros y comienzan a dar la vuelta. La peyote es muy rica, pero a medida que probamos la snow, todos coincidimos en que el sabor definitivamente la distingue de todo el resto, tiene un picor de boca que la hace única. Sobre la potencia es difícil emitir opinión a esta altura de la jornada, nadie lo intenta.
El Chino se pregunta compungido, “¿pero decide la mesa o decide el jurado?, y se responde a sí mismo “y… es más democrático que decida la mesa”. Tengo la sensación de que el debate puede durar un rato que no tenemos. Abajo alguien dice por altoparlante: “no se vayan que ya vienen los premios de la casa”. Me animo a decir algo: “es casi un empate el de las mesas… pero ellos no probaron las dos muestras, lo importante es cuál les gusta a ustedes que probaron las dos. Si tuvieran que elegir sólo una para fumar en sus casa, ¿cuál sería?… “La snow”, dice el chino con seguridad. “la snow… y la peyote” dice el Pulpeta que realmente cree que son las dos fenómenas. Aparece el de remera verde con franca cara de culo y nos reta: “nos están hechando, loco, son unos colgados”. De fondo se escuchan los gritos del público que reclama los premios. El de remera verde se pelea con alguno y se hace un silencio eterno que dura 10 segundos.
Cuando remera verde se va enojado, nos ponemos las pilas –yo incluida que de pronto quedé a cargo de tomar nota - y con los apuntes de los jurados más los puntajes de las mesas se configura la lista de ganadores. En segundos está todo listo y todos desaparecen en estampida hacia el lugar de premiación, con renovado buen talante. Me quedo sentada sola en la mesa, pasa remera verde a mi lado, que ya se olvido de la rosca y me sonríe, luego dice: “bienvenida al mundo cannábico”.
Puestos Exterior copa cannábica CABA 2012
1 : Snowdog x C99 / Granjero: Demian
2 : Peyote Purple x Deep Chunk / Banco: Cannabiogen / Granjero: Jamaica Nice
3 : Royal Haze / Banco: Dinafem / Granjero: El Negro
4 : Kali Mist / Banco: Serious Seeds / Granjero: Iván
5 : Silver Haze 9 / Banco: Sensi Seeds / Granjero: Mandarina
6 : Red Cherry Berry / Banco: Barney’s Farm / Granjero: Tío Guille
Puestos Interior copa cannábica CABA 2012
1 : White Widow / Banco: Dutch Passion / Granjero: Lio
2 : Bubblegum x California Sativa / Granjero: Lucas Goffi
3 : Lemon Skunk / Banco: Green House Seeds) / Granjero: Fumo de Noche
4 : Crystal m.e.t.h / Banco: Dr. Underground / Granjero: Puro Humo
5 : White Widow / Banco: Green house seeds / Granjero: Gastón Chirry
6 : Lemon Skunk / Banco: Green House Seeds / Granjero: Ray