Cáñamo: alternativa sustentable para construcción hogares
La casa ideal existe y está hecha de cannabis La planta de cannabis también sirve para construir hogares eficientes. La falta de información e investigación, en parte generada por la prohibición de la planta, obstaculizan la aceptación y aprensión de una alta gama de materiales de construcción extraídos mayoritariamente del tallo de la especie vegetal. Su utilización podría revolucionar la arquitectura y la ingeniería sostenibles.
Tradición en materiales
Por Germán Pereira
Es conveniente comentar que la forma de construir con cáñamo se inició hace solo poco más de veinte años con los experimentos del constructor Charles Rasetti durante la refacción de su casa. Buscó una alternativa a los materiales existentes que sirvieran como aislante. Así hizo un relleno de mortero de cal con cáñamo entre la estructura antigua de entramado de madera (encofrado).
La mezcla simple de cal, agua y cáñamo fue exitosa de inmediato. La mayor parte del tallo de cáñamo consiste de cañamiza que a su vez es la parte más económica de la planta. La construcción entonces era una salida ideal para el gran volumen de este material de bajo costo. Si bien históricamente la planta de cannabis había sido usada para hacer casas, hogares y todo tipo de espacios habitacionales, lo era de forma rudimentaria no como lo es en la actualidad cuando permite imbricar diseño y vanguardia edilicia con estilo propio.
Esta novedosa forma de construir comenzó a ser imitada primero por diversas empresas francesas. Hoy ha terminado en la comercialización de variopintos productos para la construcción y afines a nivel global. Todavía con mucho futuro por delante. Por desinformación el cáñamo todavía no es un material muy utilizado en el ámbito de la construcción.
Opciones convencionales
El concreto es el material fabricado por la humanidad más utilizado de la historia. Sólo el agua lo supera como recurso más consumido en el planeta. Aunque el cemento —pieza clave en el concreto—, ha dado forma a gran parte de las construcciones que nos rodean deja una enorme huella de carbono. La producción de cemento es la fuente de aproximadamente el 8% de las emisiones de CO2 del mundo. El concreto en su elaboración (mezcla de arena y grava, un conglomerado de cemento y agua) necesita elevar la temperatura a 1500º C.
La emisión de polvo especialmente de la chimenea del horno implica el impacto ambiental más significativo en la producción de cemento. Aunque también tienen incidencia los molinos de materias primas (canteras), enfriadores de clinker (sustancia expulsada del horno), molinos de cemento y el transporte o la logística, entre otros factores. La producción cementera emite a la atmósfera más CO2 que el combustible de aviación (2,5%) y no está muy lejos del que emite la agricultura mundial (12%).
Todo el ciclo del cemento demanda 10 veces más energía que otras actividades industriales. Una sola planta cementera puede consumir tanto gas natural por día como una ciudad de 80.000 habitantes. Si la industria cementera fuere un país, sería el tercer emisor más grande, solo detrás de China y EEUU. Otro elemento muy utilizado como aislante en la construcción es la fibra o lana de vidrio que es un compuesto sintético fabricado mediante el calentamiento a 1500ºC de arena de sílice, carbonato de sodio y caliza.
Si bien la base de su producción es reciclaje de botellas de vidrio su impacto medioambiental radica en la energía necesaria para la fusión y en la presencia ocasional de elementos tóxicos en el compuesto. La fibra de vidrio al estar constituida por pequeñas partículas finas puede desprenderse y entrar al sistema respiratorio de quien la manipula. Otro riesgo con el aislamiento de lana de vidrio es que debe mantenerse seca todo el tiempo. La humedad es un factor a tener en cuenta ya que el aislamiento se verá perjudicado.
Innovación sustentable
Dos de las características emblemáticas de la humanidad actual son el creciente consumo de materiales para construcción y su gran producción de residuos. Su “impacto ambiental es un problema complejo. La industria de la construcción, producto de su alta demanda energética en la fabricación de materiales procesados, contribuye a un importante incremento en las emisiones globales de carbono (CO2)”, explicó a Soft Secrets Katia Basaure Rodríguez, ingeniera en construcción de la Universidad de Valparaíso en Chile La manera convencional de construcción es inviable con el tiempo.
Basaure Rodríguez aclara que la producción de materiales de construcción no es solamente la que contamina sino que las viviendas también son foco de ineficiencia energética. Necesitan más consumo de calefacción o iluminación por estar construidas con materiales ineficientes que podrían ser sustituidos, en parte, por otros de cáñamo. “Las fibras de cáñamo se utilizan cada vez más en la industria como un sustituto de la fibra de vidrio. La ventaja de la sustitución de fibra de vidrio, con el cáñamo es que éste último es más ligero, tan fuerte o más, es biodegradable y potencialmente más económico”, explicó la ingeniera.
Mercado cañamero de la construcción
La industria de la construcción innova con materiales limpios, ecológicos y sustentables en sintonía con el medio ambiente. Edificaciones de bajo impacto ambiental, altamente eficientes y de bajo consumo energético transforman las viviendas en espacios sanos, de alto confort mientras contribuyen a combatir el calentamiento global.
Estos materiales vegetales tanto en su fase de cultivo como durante su crecimiento ayudan a disminuir el CO2 en el aire absorbiéndolo e intercambiándolo por oxígeno. La especie vegetal que cumple con todos los requisitos mencionados es el cáñamo. En el mercado se encuentran por ejemplo aislantes de cáñamo, ladrillos de fibras de cáñamo, paneles prefabricados rígidos, morteros aislantes o fieltro de cáñamo en rollo. También se creó el “concrecáñamo” (hempcrete, en inglés), que es una especie de concreto de cáñamo.
Es una mezcla a base de cal, agua y estopa (fibras cortas) y cañamiza (partículas de distintos grosores provenientes del tallo del vegetal) que producen un material rígido que se usa como relleno en paredes, entre o alrededor de los soportes estructurales como revestimiento y/o aislante. Es resistente a plagas, moho, bacterias e incluso al fuego. Las diferentes soluciones que se pueden fabricar a partir de la planta de cáñamo están hechas de las fibras del tallo que se denomina cañamiza. Son partículas y fibras cortas de distintos grosores y tamaños.
En las granjas canadienses realizan el cultivo de plantas doble propósito. Pueden usarse tanto para alimentos de cáñamo (semillas) como para fibra. Además, son cada vez más comunes porque generan diversos artículos, trabajo, comercio y toda una rueda productiva afín. Mientras las plantas crecen eliminan CO2 del ambiente (20 toneladas por hectárea) y no necesitan químicos para su ciclo madurativo que se extiende aproximadamente cinco meses cuando llega a los cinco metros o más.
Descalabros en la implementación
La utilización efectiva de cáñamo podría revolucionar la arquitectura y la ingeniería sostenibles. Pero para eso falta superar una serie de barreras. El cáñamo no escapa a las leyes del mercado. Por eso todavía presenta un elevado precio como materia prima que inhibe a los posibles procesadores y fabricantes de manufacturas cañameras.
Aunque el suministro de cáñamo cultivado, tanto en EEUU como en el resto del mundo, está aumentando rápidamente se cultiva principalmente para extracción de sus racimos florales. Los especialistas dicen que el tallo de esta variedad de planta para flor es demasiado “nudoso” para su uso en la fabricación de materiales para construcción.
Los costos de la materia prima cañamera disminuirán si se alienta a pequeños y medianos agricultores a cultivar formas de cáñamo sin racimos florales. Y también si la información de calidad sobre sus potencialidades avanza en la esfera pública. En la medida que se extiende la conciencia entre ingenieros, arquitectos y otros profesionales se podrá entender el potencial del cáñamo cabalmente. Es probable que muchas de las barreras para construir con cáñamo disminuyan con el tiempo. Al igual que muchas cosas relacionadas con la planta porque sus beneficios son abundantes.
El cáñamo es resistente a numerosos eventos dañinos, incluidas las plagas, el agua y el fuego. Posee excelentes propiedades de durabilidad, térmicas y de confort higrométrico. Es un material liviano y ligero, biodegradable, reciclable y reutilizable. No se desperdicia nada. Los edificios hechos con ladrillos de cáñamo incluso se vuelven negativos en carbono con el tiempo a medida que las paredes absorben el dióxido de carbono que exhalan los ocupantes. Una casa de 2000 pies cuadrados construida con estos bloques cañameros bloquearía más de cinco toneladas de CO2.
Solución, no problema
En momentos turbulentos yacen oportunidades. El cáñamo podría servir como engranaje agroindustrial, beneficio tanto ecológico como económico para reactivar la cadena productiva de manera sustentable y rentable. Nos encontramos temporalmente en una situación aprovechable para usar nuevamente el recurso cañamero como en otras épocas pero agregando conocimientos y experiencias actuales.
Tal como dice Basaure Rodríguez en su tesis de grado el uso de la cañamiza en morteros para revestimiento tiene buenos resultados acústicos y térmicos. Y es ideal para la aplicación en construcciones ligeras. De hecho, las construcciones cañameras tienen potencial antisísmico.
Durante varios años se intentó sepultar a la planta sin embargo en varios países está asomando como alternativa productiva eficaz. Las pruebas más exigentes se realizan en Europa donde el cáñamo es relativamente común y avanza bastante en construcción. Construir sin cemento, aunque es posible, es un desafío. El concreto es universalmente aceptado por los arquitectos y constructores como uno de los mejores materiales de construcción.
Sin embargo, con la introducción del cáñamo se reducirá el uso de cemento, de fibra de vidrio y otros aislantes contaminantes e ineficaces. El estado tendría que otorgar más facilidades y potenciar el cultivo a pequeña y mediana escala. Empresas, organizaciones y profesionales de la construcción podrían enfocar en las potencialidades de la planta como materia prima para erigir hogares y espacios eficientes. Si se levanta con cáñamo, es garantía sustentable.
Fuentes consultadas:
• https://www.hempitecture.com/hempcrete
• https://thehempmag.com/2019/03/the-walls-blocking-hempcretes-acceptance/
• http://justbiofiber.ca/products/sustainability-2/super-ssr/
• https://www.bbc.com/mundo/noticias-46594783
• “La influencia de la incorporación de fibra de cañamiza triturada en reemplazo parcial de la arena en el comportamiento mecánico, térmico y acústico de morteros de revestimiento” Katia Ibelisse Basaure Rodríguez, Tesis para optar al Grado de Licenciado en Ciencias de la Construcción y al Título de Ingeniero Constructor, Noviembre de 2018, Universidad de Valparaíso, Chile.