Aprovecha las ventajas de un invernadero para cannabis

28 Feb 2020

Marihuana cubierta: cosecha asegurada El cultivo de cannabis en invernadero aprovechando la luz solar es cada vez más popular. Los automatismos han ayudado enormemente en este gran movimiento del cultivo. Y también el conocimiento adquirido de cada vez más cultivadores que ya no conciben el cultivo sin esta bendición de la agricultura llamada invernadero. Aunque también tiene sus inconvenientes como sus emisiones de carbono.


Las ventajas del invernadero para cannabis

Aprovechar la luz solar es imprescindible para las plantas. Aunque pueden crecer perfectamente sin que los rayos la toquen. Pero cuando tienen ese recurso las cosechas cobran otra relevancia. Cuando el fotoperiodo es el adecuado para el desarrollo de la planta todo estará previsto y bajo control. Pero hay momentos del año que las horas de luz serán pocas para el buen desarrollo ya sea vegetativo o de floración.

Entonces es cuando conviene sacar ventaja de todo lo bueno que tiene para ofrecer la iluminación artificial. Y no solo la iluminación artificial sino todas las posibilidades de medición y de automatización de unos cuantos procesos relevantes como el riego que llevan mucho tiempo y constancia. O cualquiera de esos trabajos que las máquinas pueden hacer con más eficiencia y menos esfuerzo que sus creadores los humanos. Por no hablar del control de humedad y temperatura. Estas dos variables tan importantes que son la base de cualquier invernadero que se use para el cultivo de cannabis.

Primero lo primero. Cuando se habla de un invernadero será esencial hablar de la iluminación artificial que soportará. Si el cultivo es extensivo el costo de la energía eléctrica puede ser desorbitante. Por eso la enorme mayoría de las empresas que cultivan a gran escala saben que hay que aprovechar la luz del sol.

Huella de carbono e invernadero de cannabis

Una de las principales ventajas de este método combinado de iluminación es la reducción de la huella de carbono de los cultivos de marihuana. Activar una luz para cultivar marihuana implica preguntarse cuál es el costo ambiental que tiene prender esa lámpara y eso en parte puede calcularse. Aunque no es lo único que deja una huella de carbono del cultivo de interior de marihuana.

La huella de carbono se compone de todas las actividades industriales que generan un residuo de carbono en la atmósfera. Es un tema importante porque es el gas que desencadena el efecto invernadero, ese que está haciendo que el planeta se caliente a un ritmo como nunca antes.

Por ejemplo, en Estados Unidos1 se estudió que el cultivo de cannabis implicaba del uno al tres por ciento del consumo energético total del país. Eso quiere decir que solo en ese país al año los cultivares de marihuana despiden 4.600 kilos de dióxido de carbono a la atmósfera. Una cifra nada despreciable. Calefacción, purificación de agua, transporte, generadores de CO2, filtros de carbono activado, controladores eléctricos, ventiladores, deshumificadores, aire acondicionado y otros implementos del cultivo significan el 67% del total de emisiones. La iluminación implica el 33% restante.

Una de las grandes ventajas para el cultivo de marihuana en invernadero, sin dudas, es la posibilidad de hacer una cosecha continua. Es decir, cultivar cannabis todo el año independientemente de las horas de luz.

Usar un invernadero con control de temperatura es posible en lugares con condiciones climáticas adversas. Por ejemplo, en el desierto o en ciudades frías o por el contrario calurosas. Los invernaderos permiten controlar todo lo que puedas imaginar, o mejor dicho pagar.

Para sacar una buena producción de un invernadero de ciclo completo debes entender los principios del cultivo de interior pero también los de exterior. Y por supuesto cómo combinarlos. Además, de entender el fotoperiodo exterior y cómo combinarlo con el de interior, habrá que estar pendiente de la parte estructural.

Si tienes suficiente espacio y recursos en un solo invernadero podrás tener una sala de madres con sus necesidades nutricionales y de iluminación cubiertas. Y por otro lado una sala de esquejes, por ejemplo. Y quizás una más para vegetativo y otra para floración. Además, podrías llegar a disponer de un lugar para secado. Es verdad que la inversión puede ser muy grande pero también que se puede hacer de a poco. O priorizar en función del fotoperiodo para que los distintos estadios de la planta estén a gusto.

Si estás pensando en armar un invernadero, primero sé honesto contigo mismo. Pregúntate si estás capacitado para hacerlo. Si estás decidido piensa en lo importante de la limpieza general del espacio. Una buena fumigación antes de meter cualquier planta es ideal. Pero también fíjate el tipo de sustrato que introduces. Un sustrato que no está esterilizado es un potencial problema lleno de parásitos dispuestos a procrearse a costillas del futuro invernadero. Si te quieres ahorrar este pequeño gran problema apuesta por sustratos inertesy en caso que vayas a hacerlo con tierra orgánica que esté esterilizada por el bien de tu descendencia.