Recetas cannábicas: tiramisú de marihuana

Depende de la receta y de la materia prima que usemos. Si empleamos manicura, hachís o cogollos, recién cosechados o ya curados, los pasos serán diferentes. El proceso de descarboxilación es esencial cuando usamos marihuana cruda o en receta fría para activar el THC.

Es importante volver a resaltar que el THC es únicamente soluble en grasa o en alcohol, ingerir marihuana sin uno de estos dos elementos no tendrá el efecto psicoactivo deseado. El THCA está presente en la planta viva o recién cosechada, durante el proceso de secado y curado el THCA se convierte en THC. La máxima transformación ocurre con la combustión cuando se fuma o vaporiza el cannabis.

Cuando cocinamos, el proceso de conversión de THCA en THC sucede al calentar las preparaciones de materia grasa con cannabis, sea a baño María o en el horno. Es importante alertar que si nos pasamos de tiempo o temperatura, el THC se transformara en CBN y la marihuana tendrá un efecto más sedante.

Si deseamos usar cannabis en un plato frío, donde no podemos someter la marihuana a una temperatura elevada, necesitaremos descarboxilar nuestra materia vegetal antes de poder usarla para cocinar. El proceso de descarboxilación consiste en calentar ligeramente el cannabis en un horno a una temperatura de alrededor de 100 - 150°C durante 15 a 60 minutas.

La temperatura nunca debe sobrepasar los 150°C. Un buen promedio es calentar a 120°C durante 30 minutas. Para descarboxilar, hay que envolver la materia vegetal picadita en un papel aluminio y disponerla en el horno pre calentado a la temperatura deseada. Si usas marihuana ya seca y curada desde varios meses necesitarás menos tiempo de calor, que si está recién cosechada y secada. A salir la marihuana del horno, verás que perdió su color verde y tendrá un ligero olor a tostado resaltando los terpenos de la planta.

Tiramisú descarboxilado de marihuana

Descarboxilar marihuana es fundamental en la receta de un postre helado como la torta de tiramisú. La marihuana descarboxilada también la podemos usar como una especie más. Por ejemplo, para salpicar ensaladas, gazpacho y salsas para agregar un toque psicodélico y gustoso a cualquier plato frío. Parte de esta receta usa una preparación parecida a la crema de sambayón. 

Primero preparamos un baño María, calentando agua muy caliente pero sin llegar a hervir. Mientras, separamos las claras de huevo de las yemas y reservamos las claras en la heladera para batirlas luego. En un bowl, batimos las cuatro yemas y el azúcar, primero en frío. Cuando esté bien u  nido, llevamos la mezcla al bowl arriba del baño María y seguimos batiendo hasta que la mezcla se ponga bien espumosa y doble su volumen. Después sacamos el bowl del baño María y seguimos batiendo hasta que tome la consistencia de una crema. 

Reservamos esta preparación para que se enfríe. Preparamos un café muy fuerte, si se dispone de una cafetera italiana mejor y lo dejamos enfriar. Montamos las claras de huevo guardadas en la heladera a punto de nieve con una pizca de sal hasta que queden bien firmes. Batimos el queso crema con 100ml de crema doble, el dulce de leche y la marihuana descarboxilada. Agregamos esta preparación a la crema sambayón fría e incorporamos suavemente para que no se baje la crema. Cuando la preparación está uniforme, añadimos las claras montadas a punto de nieve a la crema y las agregamos de manera envolvente y con cuidado hasta que la crema quede homogénea. Así, ya tenemos nuestra crema tiramisú.

Para esta receta usamos un molde sin fondo, es obvio para los más experimentados. Pero sabiendo que un cocinero cannábico es capaz de muchas cosas, no nos olvidemos de poner el fondo al molde. Asegurado esto, podemos empezar a montar nuestra torta tiramisú. Mojamos ligeramente las galletas en el café y las ponemos en el fondo y alrededor del molde. Cubrimos con crema tiramisú y colocamos más galletas remojadas en café encima y seguimos con el resto de la crema. Dejamos reposar en la nevera por dos o tres horas.

Para terminar, preparamos una crema chantilly con chocolate blanco. A baño María, calentamos el chocolate blanco para que se derrita y luego la dejamos enfriar pero revolviendo cada tanto para que no se solidifique de nuevo. Para realizar un chantilly bien firme, vale destacar que la crema doble, el recipiente y el batidor tienen que estar muy fríos.

Es recomendable dejarlos en la nevera unos 15 minutos antes de preparar el chantilly. Después el proceso es simple, ponemos la crema en un recipiente y batimos hasta conseguir una consistencia cremosa y firme. Es ideal que al batir la crema, hagas un baño María frío con cubos de hielo bajo del recipiente, ayuda a montar la crema más rápido y que no baje. Agregamos el chocolate blanco y mezclamos unos minutos más para homogeneizar el chantilly.

Sacamos la torta de la nevera y recubrimos con el chantilly, para luego volver a ponerla en la nevera hasta el día siguiente para consumirla helada. Antes de servir, espolvoreamos cacao puro con un colador para terminar el postre. 

Bon appétit!

¡Coma despacio!

Como siempre: hay que consumir con cuidado. Es preferible experimentar con dosis bajas para empezar y luego aumentar poco a poco hasta encontrar la medida que te conviene para disfrutar y solo disfrutar.  Es necesario ser cuidadoso con la dosis empleada, la calidad de la materia prima, la situación de consumo y si tenemos el estomago vacío serán condicionantes para tener en cuenta. No es recomendable mezclar comida cannábica con alcohol u otras drogas.