Problemas habituales y soluciones en el cultivo indoor

Soft Secrets
30 Apr 2012

Mejora la producción conociendo los factores limitantes y las buenas prácticas que ayudan a optimizar el cultivo de interior.


Problemas y soluciones en indoor: Factores limitantes

Problemas y soluciones en el cultivo indoor. Cuando cultivamos, nos encontramos básicamente con cuatro factores limitantes: climatización, iluminación, nutrición y genética. Si conseguimos tener los tres primeros parámetros de forma adecuada ya tendremos un espacio en el que las plantas podrán expresar todo su potencial; si descuidamos alguno de ellos el resultado será pobre, aunque el resto de factores sean perfectos.

Climatización del medio: Problemas y soluciones del  indoor

Cuando cultivamos en un espacio cerrado, lejos de la sabiduría de la madre tierra, nos toca hacer de directores de orquesta y mantener unas condiciones que emulen al exterior, su entorno natural. Ésta no es tarea fácil pero con un poco de interés y trabajo podemos conseguirlo.

Dentro de este apartado tenemos que observar dos divisiones principales: la renovación del aire y el movimiento de éste dentro de la sala. Para el primer punto dependemos de los extractores e intractores, que se encargan de vaciar el habitáculo cada pocos minutos e introducir aire renovado. El cálculo para la potencia del caudal de extracción es la multiplicación de los metros cúbicos de la zona de cultivo por treinta. Para la intracción es más sencillo: ponemos la mitad. Ojo que si dejamos la intracción pasiva deberemos aumentar la potencia del extractor.

Hay que tener en cuenta que con cada ángulo que tengan los tubos que utilicemos para la instalación, el caudal bajará, así que si utilizamos un par de codos ya puedes olvidar esos cálculos, que son para tiro recto. Es mejor ir un poco sobrados y utilizar un potenciómetro para tener un mayor control si tenemos que bajar las revoluciones.

Si disponemos de un poco más de capital, podemos optar por invertir en un controlador de clima automático para estas funciones. Estos aparatos controlan la renovación según las necesidades y ajustes que establecemos. No son económicos, pero si podemos permitírnoslo serán una gran ayuda.

Problemas y soluciones en el cultivo indoor: aireación

Este paso es vital, renovar el aire de forma correcta tiene la función de mantener unos niveles de dióxido de carbono adecuados, ya que el cannabis consume el CO2 de su entorno en minutos.  El nivel normal del ambiente es de 350ppm (partes por millón), si éste desciende es como si les pusiéramos unas bolsas de plástico a las plantas y no las dejáramos respirar de forma correcta. Algunos cultivadores experimentados utilizan enriquecedores para aumentar este nivel, pudiendo llegar a las 1800ppm con las ventajas lógicas que esto conlleva.

Si somos capaces de hacer el resto de las cosas bien, las plantas aumentarán la demanda de nutrientes, lo que puede desencadenar de forma muy rápida carencias y bloqueos. El CO2 se suministra siempre en el periodo diurno, se debe apagar la extracción y conseguir repartirlo de forma uniforme entre el follaje. Si no tenemos un cultivo optimizado, experiencia y plantas sanas, solo aumentaremos los problemas y el gasto.

Una vez que en nuestro espacio el aire es siempre fresco, el otro punto a tener en cuenta es la ventilación. No tiene nada que ver con la renovación, aquí hablamos de cómo mover el aire dentro de la sala/armario. La función de los ventiladores es la de conseguir que no se formen bolsas de aire viciado, ni entre las hojas, ni en puntos muertos de la sala.

Para eso necesitamos que un primer ventilador apunte de forma directa al follaje entre las copas y la base del tronco, ahí es donde se realiza el intercambio de CO2 en el punto óptimo. Esta primera unidad debe estar en modo suave y oscilante, no necesitamos que la planta tenga que defenderse del viento, solo recibir una brisa. Lo que supere un leve movimiento en las ramas ya significa que desviamos recursos que deberían ser para crear flores.

Otra cosa es en el periodo de crecimiento, donde sí podemos y debemos forzar un poco más este punto para obligar a la planta a endurecerse. Lo ideal es cambiar cada día la potencia del ventilador, para recrear el exterior, donde hay días de viento, brisa, tormenta. Pero en el periodo de floración queremos conseguir su máxima comodidad. Del mismo modo que se hace en las granjas de alta calidad, dando todas las comodidades posibles al ganado. La felicidad da en todos los seres el mejor resultado.

Un segundo ventilador debería estar situado sobre la canopia (ápices), haciendo de colchón de aire para evitar quemaduras en las hojas superiores. Así podemos ganar unos centímetros de proximidad. Como sabemos, los lúmenes aumentan de forma exponencial con la distancia, por eso siempre tenemos que trabajar lo más cerca posible, siempre que la temperatura de las puntas no supere los veintisiete grados, así aprovechamos además todo el potencial de penetración de la luz. 

Problemas y soluciones en el cultivo indoor: Iluminación

En este apartado, como ya hemos comentado en los anteriores artículos, las reinas siguen siendo las incandescentes, los halogenuros metálicos (HM) para vegetativo y el sodio (HPS) para la fase de flor.

Mi consejo es utilizar para floración balastros digitales de seiscientos vatios por metro cuadrado, actualmente incluso hay algunos que pueden trabajar a diferentes potencias, según la fase en la que estemos o dependiendo de nuestras necesidades, ahorrando energía y temperaturas en algunos momentos.

Podemos mejorar estos resultados apoyándolas con leds, con lo que conseguimos un efecto sinérgico al tener un espectro más completo y ganar una superficie extra con un bajo costo pero a igual efectividad. Un aspecto que no podemos olvidar son los reflectores de calidad, hay mucha diferencia en cómo y cuánta luz distribuyen unos modelos u otros, lo mejor es utilizar los que nos permitan modificar el ángulo y que dejen respirar la bombilla, como los típicos de doble ala que ofrecen un rendimiento excelente. Del mismo modo que debemos utilizar mylar (papel de aluminio) o similares en todo el entorno que rodea el jardín, lo que nos hará ganar un extra que no podemos dejar pasar.

Para crecimiento, las lámparas de halogenuros metálicos son estupendas, consiguen unas plantas con una distancia internodal corta y robusta, con cuatrocientos vatios podemos trabajar bien sobre algo más de un metro cuadrado. Para las madres y clones,  lo mejor es usar bombillas de bajo consumo o, sin duda, leds. 

Problemas y soluciones en el cultivo indoor: suministro de nutrientes 

Llegados aquí, ya tenemos una sala con una correcta renovación y movimiento del aire y una buena distribución de luz, ahora nos toca aprender a observar las plantas más que nunca, porque aunque podamos tener tablas de alimentación genéricas o las instrucciones de los fabricantes de productos, cada planta es un mundo. Por tanto tenemos que estar más atentos a sus necesidades reflejadas en su aspecto, que a un patrón fijo de alimentación. Las hojas deben estar tersas e inclinadas hacia arriba, con un verde limpio. Debemos fijarnos en su capacidad para secar el sustrato, este es un indicativo bastante claro de su estado de salud.

Si queremos saber lo que hacemos, se hace indispensable la utilización de medidores de pH y EC, sin ellos vamos a ciegas. Aunque algunos cultivadores obtengan buenos resultados sin medir estos valores, el único motivo es la fortuna, ya que hay zonas donde el agua es ideal y por tanto aunque no la midamos todo va “bien”, pero en la mayoría de los casos se necesitan ajustar estos parámetros. En exterior la tierra madre amortigua estos errores sin demasiados problemas, pero en interior nosotros tenemos que corregirlos y a menor capacidad del contenedor donde cultivemos, más complicado resultará.

Por eso siempre aconsejo que se utilice una cantidad generosa de sustrato y de calidad. Si hacemos cálculos nos daremos cuenta de que es un punto donde nos interesa invertir; utilizar los contenedores más grandes que nos permita el espacio disponible y técnica seleccionada. De este modo, reduciremos las posibilidades de acumular sales o de quedarnos cortos a media floración. Para clones en SOG una buena medida son cinco litros, aunque con siete para mí la diferencia es notable. Para semillas debemos utilizar un mínimo de diez litros, yo suelo utilizar macetas de veinticinco litros para conseguir los mejores resultados.

Genética

La genética es un apartado donde muchas veces no se presta la atención que se debería y luego vienen las decepciones. Debemos aprender a buscar la mayor información posible antes de realizar nuestra compra, contemplar el tiempo que estamos dispuestos a esperar de floración, qué producción esperamos o qué tipo de flor buscamos; dulce, inciensada, cítrica, etc. Leer sobre los parentales y buscar los bancos que trabajen de forma más seria y contrastada. Eso nos dará un punto de partida correcto, sabiendo qué esperar y preparando un plan de cultivo adecuado a la variedad en concreto.

Es un error común de los cultivadores que se inician, empezar con variedades Sativas de máxima complicación, sin tener en cuenta que les puede llevar todo el invierno florecerla y que seguramente no conseguirán alimentarla bien durante un periodo tan largo. Si seleccionas híbridos con dominancia índica, seguro que empezarás con mejor pie, con el tiempo se puede empezar a probar variedades más exóticas, pero sabiendo lo que hay.

En resumen, podríamos decir que el único secreto para conseguir las mejores cosechas posibles es el equilibrio y experiencia. Cultivar se podría considerar como una cadena, formada por el cultivador, el clima, la nutrición y la genética. Ya sabemos que una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil. Así que no descuides ninguno de los puntos que la forman. Saludos, felices fumadas y dile chau a los problemas en el indoor ya tienes las soluciones.

 

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