Los políticos mienten hablando de marihuana
La marihuana es la predilecta de muchos políticos de América Latina. Aunque dicen no usarla, abusan de ella en ruedas de prensa, declaraciones a medios de comunicación y cada vez que se quieren sacar fotos con la policía para mostrarle a la opinión pública conservadora todo el bien que hacen en sus países.
El cannabis viene siendo un instrumento de manipulación de la opinión pública. La centenaria prohibición ha llevado las drogas al terreno del discurso público en vez de dejarlas circunscriptas al ámbito privado que es de donde nunca debieron salir.
Los políticos latinoamericanos, a falta de políticas públicas que mejoren la educación, la salud o las oportunidades económicas para los jóvenes tienden a culpabilizar a la “la droga” de males como el crimen, la falta de empleo o los malos resultados educativos.
Y esa potestad de decir cuál es la causa de un problema de difícil solución como el desempleo, o la delincuencia, es lo que le ha permitido al prohibicionismo elevar el tema drogas como una causa de estos males.
En la medida que el acceso a información con internet se enriquece, y se mejoran los sistemas estadísticos, se comprueba que esos problemas de la sociedad nada tiene que ver con las drogas sino con la falta de oportunidades en el desarrollo de la personalidad, de las capacidades de la persona y sus horizontes.
Si las drogas, y sobre todo el cannabis, son fuente de delito es porque se han ilegalizado a pesar de uso. Y porque todo un sistema de medios de comunicación y voceros policiales y judiciales coinciden en culpabilizar a los usuarios o los autocultivadores por el peso de la tradición que ensancha la brecha de las desigualdad en América Latina.
Nuestros políticos conservadores no quieren hablar de pobreza que es uno de los principales problemas de América Latina. Mientras sigan señalando al cannabis como culpable de la violencia nos perderemos la oportunidad de resolver los problemas que tenemos por delante como sociedad y seguirán criminalizando usuarios o cultivadores como en una caza de brujas. Como un chivo expiatorio.
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