Kannabis con K

Exitable
26 Sep 2014

De cómo el kirchnerismo se inclina por la despenalización del cannabis.


Conocé a los referentes que aprueban el proyecto. Los argumentos y el debate.

Por Gino Viglianco

El titular del Sedronar, Juan Carlos Molina, rompió el silencio y dijo que "legalizaría todo tipo de consumo". El cura, que asumió al frente de la secretaría en diciembre pasado, explicó que la batalla contra la droga debe ser cultural y no punitiva. El funcionario envió al Congreso tres proyectos de ley para "no criminalizar el consumo de droga", y regular las publicidades de alcohol y medicamentos.

No es la primera vez que Molina hace un planteo referido a la legalización del consumo de estupefacientes. En febrero, el sacerdote había pedido comenzar el debate de una ley similar a la promulgada por Uruguay que legalizó la venta y la producción de marihuana. "Argentina amerita un buen debate de esto. Tenemos la capacidad de hacerlo, no tenemos que subestimarnos", aseguró Molina.

Los funcionarios que están a favor aseguran que la legalización reducirá el narcotráfico y acabará con las muertes y los enfrentamientos entre bandas. A su vez, permitiría reducir "los daños colaterales", como llama el Secretario de Seguridad, Sergio Berni, a las muertes de personas inocentes por la acción del mercado de la droga.

Uno de los primeros funcionarios kirchneristas en pedir la despenalización fue Aníbal Fernández, quien presentó un proyecto de ley en 2012. El senador y exjefe de Gabinete aseguró que primero es necesario atender a las libertades y a los derechos de las personas para después atacar el narcotráfico. "Las respuestas más eficaces para enfrentar las toxicomanías son las políticas de prevención, asistencia y tratamiento orientadas a la deshabituación y a la minimización de los efectos negativos del consumo", aseguró Fernández.

Una osada defensora de la legalización es Gabriela Cerutti. La presidenta del bloque de Nuevo Encuentro en la legislatura porteña aseguró que diariamente los porteños consumen drogas para poder mantener su agitada vida. "Una sociedad que se levanta con Prozac, se duerme con Rivotril porque está muy estresada y se vuelve loca cuando le hablás de una plantita, es una sociedad muy hipócrita", expresó en un cruce televisivo con el conductor Eduardo Feinmann.

Cerruti fue por más y mostró las plantas de marihuana que le regalaron su madre y el Presidente del Archivo de la Memoria de la Diversidad Sexual y militante de Derechos Humanos, Alex Freyre.

La presidenta del bloque oficialista en la Cámara de Diputados, Juliana Di Tullio, negó que el kirchnerismo esté por impulsar la legalización del consumo de todo tipo de estupefacientes, aunque dijo que "es un debate que tendríamos que dar, porque hay compañeros de nuestro bloque y de otros que presentaron proyectos" sobre el tema.

La cúpula del ministerio de Seguridad también está a favor de la despenalización. El secretario de la cartera, Sergio Berni, dijo que quitar las penas a "toda la cadena de producción y venta acabaría con el narcotráfico" y comparó lo que ocurre en el mundo con aquello que pasó con la ley seca que prohibía la venta de alcohol en Estados Unidos y que condujo a un enfrentamiento entre bandas.

La ministra de Seguridad, Cecilia Rodríguez, pidió un debate urgente de la despenalización. "La verdad es que, me parece, hay que dejar de ser hipócritas y hablar de los temas, de los negocios. Lo que me importa en el tema del narcotráfico y la droga es la vida de las personas que se lleva puesta en violencia, en luchas de mercado y situaciones de vulnerabilidad", aseguró la ministra.

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