Del closet al botiquin

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05 Sep 2014

Hace ocho años nació en Colombia, Cannalivio, una serie de productos que además de cannabis se componen de elementos vegetales autóctonos. Este año recibieron el registro de la autoridad colombiana para comercializar un bálsamo labial. Sus productos incluyen además aceite herbal, ungüentos y linimentos que combinan tres socios alquimistas de las plantas medicinales.


“Tenía ocho años cuando abrí el closet de la abuela buscando las cosas que un niño busca en los armarios de una abuela, aventuras. Ella guardaba un frasco ámbar de contenido verde. Era raro que ese frasco estuviera ahí. Estaba en un lugar no convencional, entre la ropa de la abuela. Era un frasco que no combinaba con ninguno de los otros. Pero nunca pregunté qué era ese frasco de aroma intenso”, recuerda Mauricio de Cannalivio, desde Medellín.

 

“A los 13 años descubrí que mi madre tenía el mismo frasco, pero de botella transparente con un líquido verdoso extraño. Esa botella era la que los adultos vaciaban en algún paño para fregar cuando te dolía el estómago, cuando a la noche levantabas a tu madre entre berrinches por un dolor de cabeza, también era lo que calmaba el cólico de mi hermanita. Cuando me animé a preguntar a mamá, confirmé mi hipótesis: siempre nos aplicaban o fregaban el cannabis tópico”, relató Mauricio entre risas, recordando los inicios de su interés por la botánica y las plantas medicinales. 

 

“En Colombia el uso de extracciones de plantas medicinales, incluido el cannabis, es común para el tratamiento del dolor. Crecimos con eso”, explica uno de los impulsores de Cannalivio.

 

Cannalivio lo gestionan tres socios, Juan Camilo, biólogo marino especialista en micro y macro algas; Jorge, ingeniero de producción y Mauricio, ingeniero civil. Los socios se encontraron caminando en un mismo sentido, descubrir qué beneficios pueden brindar las plantas medicinales y comprobar si las recetas de la abuela eran efectivas. Hace ocho años empezaron a fabricar los primeros extractos vegetales. Los estudios ampliaron su comprensión sobre las propiedades terapéuticas del cannabis y sus interacciones con otras plantas.

 

Entre los primeros extractos que hicieron había plantas como romero, cannabis, caléndula y árnica. También investigaron plantas del Amazonas colombiano y de bosques aledaños a Medellín. Hoy Cannalivio usa extractos de cortezas de árboles, raíces, hojas, semillas, flores y algas marinas autóctonas. Cannalivio trabaja con tres ingredientes principales: extractos básicos de unas veinte plantas medicinales, aceite de semilla de cannabis y extractos de algas marinas. 

 

De los productos que hacen con el aceite obtienen su línea cosmética. En esta línea desarrollaron el bálsamo labial que obtuvo registro en el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos de Colombia. Cumplieron todos los requerimientos para que les dieran el permiso del bálsamo. El proceso finalizó el 13 de diciembre del año pasado, ahora esperan el número de registro para comenzar una comercialización lo más amplia posible del bálsamo labial. Actualmente, trabajan en mejorar una crema humectante y un jabón líquido con un laboratorio asociado.

 

Por otra parte, estudian la viabilidad de productos medicinales con extracción pura de flor para su línea fito-terapéutica compuesta por un linimento que contiene 16 extractos de plantas, entre ellas romero, vetivert, árnica mexicana, chuchuazi, pronto alivio, milenrama, caléndula, clavo, pino, canela, mikania guaco, eucalipto y otras sin clasificación que conocen por la experiencia de los indígenas.

 

Paralelamente, estudian un ungüento a base de cera natural de abejas, aceites extraídos en frío y esenciales. Así como un aceite herbal concentrado, especialmente diseñado para masajear áreas más grandes en el cuerpo, como la espalda. También desarrollan tinturas y un aceite esencial de cannabis con fines medicinales con una baja proporción de THC y alta de CBD. Para este proceso están desarrollando protocolos para que los usuarios construyan un archivo de experiencias que sirva a otros en el futuro.

 

En Colombia la ley 30 de 1986 podría ofrecer caminos despejados para este tipo de iniciativas. Por eso entienden que lo hecho es perfectamente legal. “Solo falta que alguna entidad del gobierno quiera regular este tipo de emprendimientos. Mientras eso ocurre, seguimos buscando el mayor arraigo, no solo entre nuestros usuarios sino con los laboratorios aliados, gobierno y las experiencias e interacciones con otros países”, dice uno de los Cannalivio.

 

Cannalivio es un producto que se hace con conocimiento, la pasión de lo casero y el profesionalismo de una empresa responsable. Eso se nota en sus resultados y también en las continuas experiencias y experimentaciones que seguirán desarrollando para que el cannabis y las plantas medicinales sigan proporcionando a la humanidad lo que siempre han proporcionado: alivio.

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