Buscando a las hembras frustradas
El estadio de floración es la etapa final de la planta de cannabis que da como resultado esas flores que tanto disfrutamos. Existen distintas variedades de cannabis (que cruzan por lo general sativa, índica y rudelaris) donde se pueden apreciar diferentes “tipos” de floración, estas variaciones incluyen aromas, sabores, texturas, niveles de cannabinoides y tiempos distintos de floración. Las variedades de cannabis (quitando las autoflorecientes) pueden demorar entre 7 y 15 semanas de floración, el tiempo promedio en la mayoría de los híbridos es de 9.
Para obtener un buen cannabis, cultivamos las flores (o cogollos) de las plantas femeninas sin haber sido polinizadas por una planta masculina. Buscamos a las hembras “frustradas” porque nunca serán fecundadas por un macho. El máximo potencial de THC y demás cannabinoides se encuentra en esta fase, cuando la planta flora con la esperanza de poder reproducirse. Es importante recalcar que al ser polinizada deja de producir cannabinoides considerablemente, porque focaliza toda su energía en gestar las nuevas semillas.
Las plantas de cannabis empiezan a florecer cuando el fotoperiodo (relación entre horas de luz y horas de oscuridad) disminuye, esto ocurre naturalmente en los cultivos de exterior en verano, cuando empiezan a reducirse las horas de luz. En el cultivo de interior debemos ser precisos, dependiendo de la variedad y el método de cultivo. Para inducir la floración cambiamos el fotoperiodo de crecimiento (los más comunes son 18/6 o 20/4) a un fotoperiodo de floración, llamado comúnmente “el 12/12”, esto quiere decir 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad sin interrupción. Interrumpir el fotoperiodo de oscuridad en cultivos de interior puede significar estrés para la planta, hermafroditismo en variedades más predispuestas o algo muy indeseado, la revegetación de las plantas. Recordemos que las plantas son muy sensibles a cambios en el ciclo de luz. En interior debemos mantener oscuridad estricta y en cultivos de exterior asegurarnos de que no haya ninguna base de contaminación lumínica que pueda retardar la floración.
Una vez comenzada la floración debemos tener en cuenta que la planta empieza a tener un metabolismo diferente, por lo tanto necesita nutrientes en diferentes cantidades para poder asimilarlos, engordar y llenar de resina nuestras flores. Los macro elementos básicos que la planta consume durante todo su ciclo son N (Nitrógeno), P (Fósforo) y K (Potasio), también consume otros microelementos como Zn (Zinc), Ca (Calcio), Mg (Magnesio), B (Boro) y S (Azufre), entre otros. Es importante que las plantas tengan disponibles todos los nutrientes en forma balanceada según su ciclo, vegetativo o en floración.
Hay varias formas de administrar nutrientes, una de mis favoritas es hacer un trasplante a floración. Esto puede hacer un tanto más larga la floración debido a que el crecimiento radicular se expande y la etapa vegetativa puede verse alargada, pero es una opción muy fácil ya que únicamente lo que hago, es variar la receta del sustrato, añadiendo guano de murciélago (algo que me cambió la vida) que tiene altos contenidos de Fósforo (por lo general, dependiendo de la especie de murciélago de donde provenga el guano) y así alimento a mis plantas sin tener que estar añadiendo ningún abono por riego.
No obstante, en el mercado existen una gran variedad de marcas y productos específicos para el cultivo. Puedo destacar para la floración los abonos básicos (con contenidos de NPK variados de los de etapa vegetativa) y que suelen darse en cada riego o alternando un riego sí y otro no. Los aditivos, que pueden variar entre estimulador de clorofila, estimulador de raíces y complejos vitamínicos, que suelen darse semanalmente, y los famosos bio estimuladores que combinan NPK con encimas y aminoácidos para una excelente absorción de nutrientes, haciendo que nuestra planta estalle de resina y sabor.
También debemos tener en cuenta que la planta tiene un “fin” en su proceso de floración, la oxidación de los pistilos (que comúnmente se ve cuando los pelitos de los cogollos cambian de blanco a amarronado naranja por lo general) y algo aún más importante es la maduración de los tricomas (que empiezan una vez formados con un color translúcido, hacia blanco lechoso terminando en un color ámbar).
De no tener acceso a fertilizantes, hay varias recetas caseras con elementos cotidianos para poder alimentar a nuestras nenas, una receta muy conocida y compartida entre los cultivadores es el mítico té de banana, que aporta gran cantidad de potasio y azúcares, también se le puede añadir melaza de caña, que aporta vitaminas y mejora la micro vida de los organismos descomponedores de materia, es decir, mejora la absorción de nutrientes.
Busca la manera de que tu planta dé lo mejor de sí, porque tienes todo a tu alcance. No hay excusas, cosecha los mejores cogollos y disfruta.