En depósitos policiales “se roban drogas todos los días”

Soft Secrets
15 Jun 2018

El escándalo de los 600 quilos de marihuana que faltaron de un depósito policial en Buenos Aires, solo pone al descubierto cómo funciona el corrupto hipócrita y archi mentiroso mundo del prohibicionismo. El episodio de las “ratas” no fue el único donde varios policias (una asociación para delinquir) aparecieron como partes importantes de esquemas de tráfico o del robo de sustancias y dinero bajo su custodia.


En un depósito de la brigada de policías anti drogas de la localidad bonaerense de Pilar, en los últimos dos años, se habían amontonado 6.000 quilogramos de marihuana. Hasta ahí, todo bien, digamos.

La subdelegación de Investigaciones de Drogas Ilíctias y Crimen Organizado de Pilar cambió de mando hace unos meses. Entonces el nuevo comisario a cargo confirmó que alguien había moridido los ladrillos de cannabis prensado que llegan de Paraguay y que la policía va estoqueando hasta quién sabe cuándo. De las seis toneladas que debían haber depositadas faltaba algo más de media. 540 quilogramos de cannabis prensado no estaban. Ocho resposanbles de que en aquel depósito estuvieran los 6000 kilos y todo lo que fuera llegando de las incautaciones se pusieron de acuerdo. El faltante se debía a que las ratas se lo habían tragado.

La marihuana llevaba dos años depositada. Pero recién hace un año se conoció el faltante cuando el nuevo comisario responsable de la brigada antodrogas hizo un inventario y faltaban unos cuantos ladrillos. Interrogados por la ausencia, los oficiales que tenían una cosa o la otra que ver con el decomiso, reafirmaron la versión de las ratas ante el juez federal Adrián González Charvay. Argentina estalló de risa. Hubo memes de todos colores. La prensa estuvo una semana con el tema en la portada de todos los sitios de internet de noticias y fuera de Argentina la noticia fue bien difundida. El juez se tomó la cosa en serio.

Y para darle todas las garantías a los que ya se perfilban como imputados mandó hacer pericias con la Universidad de Buenos Aires. “Profesionales de la UBA explicaron que los roedores no pueden confundir la droga con comida y que, en el caso de que un grupo grande hubiera la hubiera ingerido, se deberían haber encontrado muchos cadáveres en el depósito”, le dijeron anónimas fuentes judiciales al diario oficialista Clarín. Mientras la investigación ocurre, Asuntos Internos de la Policía Bonaerense desafectó de sus funciones a ocho policías.

Días después del escándalo, Cristian Ritondo, el ministro de seguridad de Buenos Aires intervino la subdelegación de investigaciones de drogas y crimen organizado de Pilar. Las respuestas no se hicieron esperar, el diputado por el Frente Renovador, Jorge D’Onofrio, señaló a medios de prensa que el tema se conoció “no porque se robaron 540 kilos de (marihuana en) un depósito de la policía de la Provincia de Buenos Aires, sino porque los encargados dijeron que se lo comieron las ratas. Porque robar, se roban drogas todos los días. Robar se roban todos los días autopartes de los depósitos judiciales que están a cargo de la policía, se roban armas, se roban efectos.

Esto pasa seguido lo que pasó de verdad es el descaro de estos tres comisarios que además de manera individual, porque no declararon en conjunto, al juez (Adrián) González Charvay del juzgado federal de Campana le dijeron que se lo comieron los ratones. Es tomarnos el pelo. Pero lo más preocupante de todo tiene que ver con por qué se ha guardado tanto tiempo esa droga”, los protocolos internacionales aconsejan destruir las drogas rápidamente, advirtió el diputado. El representante también se preguntó: “¿Por qué en cada departamento judicial o dependencias judiciales hay efectos de este tipo guardados? La verdad que me da mucho que pensar”. A los pocos días que el escándalo de la comisaría antidrogas de Pilar se esparció por el mundo de habla hispana otra noticia relacionada a la policía violando la ley antidrogas no tuvo tanta difusión, pero pasó.

Dos agentes fueron detenidos por sus pares porque se habían quedado con parte de una de las confiscaciones de cocaína más grandes de la historia y además con un estimado de un millón de dólares que habían obtenido en algún momento durante el operativo o durante el depósito de los bienes. El 10 de abril pasado, Asuntos Internos allanó la sede de Drogas Peligrosas de la Policía Federal. Detuvieron al subcomisario Gustavo Alberto Russo y al principal Cristian Javier Cóceres que integraban la división de Precursores Químicos y Drogas Emergentes. También faltaban precursores del proceso de la cocaína.

Además de estos dos policías hay otros nueve bajo la mira de la justicia después de la detención de tres personas que transportaban 67 kilos de cocaína, 25 de marihauna y una buena suma de dinero en efectivo a fines del año pasado en Salta. Pero esta no fue la única noticia en el mundo del prohibicionismo. A finales de marzo la Prefectura Naval Argentina hacía controles de rutina en una ruta. Entonces una camioneta se negó a parar, quiso evadir el piquete y se compró el problema del siglo. El conductor volcó solo en la ruta. Los marinos fueron a asistirlo y la sorpresa que se llevaron al darse cuenta que era colega no quedó ahí. En el interior del vehículo había 587 kilos de marihuana en 629 paquetes. La personas que manejaba la camioneta es Carlos Antonio Galeano, integrante de la Policía Federal en Corrientes.

Los medios dicen que el oficial acusado, e inmediatamente separado de su cargo, tenía licencia psiquiátrica. Puede ser que estuviera loco. Pero locos parecen estar todos los que te persiguen si fumás, si vendés un par de porros y después la venden ellos por toneladas. Así funciona el prohibicinismo. O mejor dicho así funcionó el prohibicionismo en Argentina solamente durante diez días. No quiero imaginar qué pasa los otros 355 días del año. Aunque es previsibile. Leopoldo Drogones

S
Soft Secrets