Germinación total - El final de una creencia dogmática

Soft Secrets
18 Jul 2018
Llevamos décadas recibiendo el mismo mensaje a través de todos los medios de expresión empleados en la cultura cannábica moderna. Décadas de difusión de una premisa inequívoca, y de un mandamiento tan firme e incuestionable como los de las tablas de Moisés. Pero lo cierto es que un pegote, ya tenga aires religiosos o científicos, es un pegote. Lo hemos leído, visto y oído en libros, revistas y demás publicaciones editoriales o comerciales; en el etiquetado de productos de cultivo, en encuentros de todo tipo en asociaciones y tiendas especializadas… Hay que plantar las semillas germinadas tan pronto como se abre la cáscara y aparece la punta de la raíz, sin dejar que ésta crezca demasiado. De lo contrario, se habrán agotado las reservas de alimento contenidas en la semilla, y el embrión no tendrá energía para brotar del medio de cultivo. Y lo hemos estado creyendo toda la vida como quien dice, sin imaginar siquiera la posibilidad de poner en tela de juicio una verdad tan evidente. Tal es el poder de un mensaje que se repite culturalmente de manera unitaria, sin fisuras ni voces discordantes. Así han pasado los años, generaciones ya, aplicando con devoción la directriz de plantar las semillas en su etapa inicial de germinación, convencidos de que es la única forma de hacer las cosas bien. Por supuesto, no hay nada de malo en aplicar esta técnica. Funciona con sus ventajas e inconvenientes, como cualquier otra. La cuestión es que la premisa utilizada para propugnar el mandamiento es falsa. Está comprobado. [caption id="attachment_10283" align="alignnone" width="500"]Germinación total - El final de una creencia dogmática De izquierda a derecha y de arriba abajo, secuencia inicial de germinación directa en contenedor aprovechando las condiciones cálidas y estables de la parte trasera de un frigorífico.[/caption]

Un descubrimiento casual

La germinación de semillas es un acto de lo más saludable en distintos sentidos, empezando por sus implicaciones naturales. Sin embargo, diversos factores, -como el precio de la semilla de cannabis narcótico y los formatos pequeños de envasado, o la sobrevaloración y la conveniencia de las plantas ya seleccionadas y reproducidas por esquejes-, han ido reduciendo la experiencia de la germinación hasta hacerse común el caso de esperarlo todo y más plantando una sola semilla de una determinada variedad. No ya que germine y salga adelante, sino que culmine su ciclo vital como un ejemplar sobresaliente. Sabemos que esto es posible, pero también improbable, debido al carácter exigente de la selección natural. Por eso, cuando ocurre, nos da la impresión de ser algo extraordinario. En nuestro caso, la revelación llegó casualmente, sin buscarla. La comercialización de semillas va acompañada de pruebas frecuentes de germinación, y ahí fue donde tuvimos oportunidad de observar, para nuestra sorpresa, lo que ocurre cuando se deja que el proceso continúe dentro de contenedores cerrados, entre hojas de papel absorbente humedecidas. Normalmente, las semillas germinadas en estas pruebas no tienen la finalidad de ser cultivadas, y suelen desecharse al confirmar su viabilidad. Esto reduce las expectativas, y abre la posibilidad de que los acontecimientos se desarrollen de manera más suelta. La cantidad media de semillas empleadas en cada prueba son veinte unidades, lo cual propicia que, en ciertas ocasiones, pasen los días antes de dar por finalizada la evaluación. La germinación puede llegar a ser bastante escalonada. Cuando esto ocurre, las primeras semillas en germinar tienen tiempo de desarrollarse por completo antes de que las últimas se abran y empiecen a extender la radícula. [caption id="attachment_10284" align="alignnone" width="500"]Germinación total - El final de una creencia dogmática Brotes al desnudo, completamente desarrollados sin más asistencia que la renovación del aire del contenedor dos o tres veces al día.[/caption] Así fue como descubrimos, en un contenedor olvidado durante algunos días, la llamativa fuerza con que se abre paso la vida cuando brotan nuestras queridas plantas. A través de los laterales translúcidos del contenedor, empañados por la condensación de humedad, podía verse el equivalente a un brote que hubiera emergido de la tierra, vigoroso y completamente formado, con el primer par de hojas reales apuntando hacia fuera desde los cotiledones. Al abrir la tapa del pequeño contenedor cuadrado, el papel absorbente que cubría las semillas estaba prácticamente seco y suspendido en el aire por la fuerza de los brotes erguidos, algunos de los cuales habían logrado rebasar la cubierta de papel por los laterales. ¿Pero cómo podían tener ese color verde tan sano si apenas les llegaba la escasa luz ambiental de la habitación durante las horas del día? Incluso después de repetir estas pruebas con regularidad, llevándolas al extremo para evaluar distintos factores y conocer los límites de la fase germinativa, resulta fascinante observar que los embriones de las semillas puedan convertirse en plántulas completamente formadas sin ningún tipo de asistencia. Como se sueltan de la cáscara y acaban liberándose del tejido que envuelve los cotiledones mientras llegan a elevarse verticalmente desde el papel absorbente de la base. Simplemente, dentro de un contenedor con un poco de humedad y una temperatura cálida. Simplemente, con cambiarles el aire dos o tres veces al día.

Cronología en incubadora

Aunque tengamos la impresión de que la fase completa de germinación se desarrollará de forma distinta en el interior del contenedor, o de que transcurrirá a un ritmo diferente del que estamos acostumbrados a experimentar cuando germinamos las semillas pasándolas de un medio a otro –agua, papel absorbente, sustrato-, comprobaremos que es la naturaleza la que marca los tiempos. La diferencia fundamental es que todo está a la vista mientras sucede dentro del contenedor: la germinación evoluciona al desnudo. Esto implica fragilidad, pero también una continuidad que elimina las complicaciones o retrasos que pudieran producirse en los distintos medios utilizados y en los cambios de uno a otro. [caption id="attachment_10285" align="alignnone" width="500"]Germinación total - El final de una creencia dogmática Así lucen las nuevas plántulas al día siguiente de ser plantadas, como si hubieran brotado en tierra.[/caption] Para empezar, podemos dejar las semillas en remojo durante una noche, o ponerlas directamente entre dos capas de papel absorbente humedecido dentro del germinador que escojamos. En realidad, lo único que cambia respecto al método convencional es que, simplemente, dejamos las semillas en el contenedor en vez de plantarlas cuando la radícula empieza a desarrollarse. Sin miedo. El límite está en el plazo aproximado de una semana, ya que la naturaleza iniciará su propio mecanismo para poner fin al proceso, empleando diversas especies fúngicas en un ataque fatal que pudrirá las raíces de los brotes. Utilizar agua embotellada de buena calidad y contenedores para uso alimentario –por ejemplo, de 15 cm de lado por 5 de altura-, así como aprovechar el espacio que hay encima del frigorífico de casa como zona de germinación constituyen una práctica accesible y efectiva. En caso de que las temperaturas sean algo bajas o se produzcan fluctuaciones acusadas, la parte trasera del frigorífico compensará las necesidades de un entorno cálido y estable para la germinación. Las semillas más rápidas y vigorosas absorberán el agua y mostrarán la punta de la radícula en 24 horas. A partir de ahí, veremos que el desarrollo se produce al mismo ritmo que si plantáramos las semillas: es decir, tendremos el brote completo en 4-5 días aproximadamente desde el inicio. Llegados a este punto, abrimos un agujero profundo en nuestro contenedor de arranque lleno de sustrato, para lo cual podemos usar cualquier utensilio que sirva a tal efecto, como un palillo de bambú, y nos ayudamos con este mismo utensilio para introducir cuidadosamente la parte de la raíz. Afirmamos el sustrato alrededor del brote, dejando al aire la parte verde más lo que sea necesario del futuro tallo, y regamos con delicadeza. El crecimiento se iniciará en el mismo instante, sin decaimiento, siempre que nos adecuemos a los cuidados que requiere una vida recién estrenada. Mamiko
S
Soft Secrets