Semillas o esquejes - El derbi del siglo de todas las primaveras

Soft Secrets
29 May 2017

No se puede asegurar que una cosecha será siempre superior basándose únicamente en si el cultivo será realizado a partir de clones o semillas. Ambos métodos tienen sus ventajas e inconvenientes. Es el propio cultivador el que se inclinará por aquel que más se acerque a sus expectativas y circunstancias.


Cada año nuevos agricultores se preguntan si es mejor sacar al exterior esquejes o semillas. Nosotros utilizamos ambos sistemas, aunque si bien es cierto que la mayor parte del espacio está dedicado a clones que provienen de plantas madre ya seleccionadas por su potencial, e introducimos una o dos variedades de semillas frescas en cada cosecha a fin de descubrir otros efectos, olores, colores... nos encanta hallar plantas que aporten algo determinado y relevante. Las variedades autoflorecientes también se están abriendo poco a poco paso en nuestros jardines tras haber mejorado considerablemente los rendimientos que ofrecen.

Al sembrar al aire libre existen varias diferencias entre ambos sistemas, conocerlas nos ayudará a decantarnos por una u otra práctica. ¿Qué estilo es preferible? Todo depende, influyen muchos elementos: de donde provenga cada planta, en qué estado de salud se encuentren, las necesidades específicas del jardín, etc. Es cuestión de preferencias.

Genética

Algunos bancos disponen de variedades bastante homogéneas, aun así, es probable que haya numerosas desigualdades entre sí por lo que tu jardín podrá ser algo más variado, pero también más impredecible en cuanto a tamaño, abonados, momento de la cosecha, etc. Si los esquejes son tuyos, están perfectamente sanos y han sido seleccionados por ser las plantas más espectaculares de tu cuarto, ya puedes hacerte una idea del resultado que darán. Esto es una ventaja a la hora de planificar los huertos. Si los clones son adquiridos y provienen de alguien de confianza perfecto, sino prepárate para llevarte muchas sorpresas. Pueden venir infectados de plagas, mal enraizados, ser hermafroditas o machos, etc. Aparte de esto, otra parte negativa de cultivar a base de esquejes es que para tener tanta diversidad como con semillas se necesitan mantener demasiadas madres, con el esfuerzo y gasto que esto conlleva, o sino toda la hierba cosechada será idéntica.

Cultivo

La temporada de laboreo es larga y el trabajo no falta. Cualquier problema o tarea que no esté prevista supone un extra que nos puede llegar a dar muchos quebraderos de cabeza. Los esquejes, si son todos de la misma madre pueden facilitarnos mucho esta obra. Los clones crecen a un ritmo parecido, son abonados por igual, podemos calcular más fácilmente el momento de la cosecha y organizar por tanto mucho mejor todo el proceso. Sí que en caso de haber algún problema de plagas u hongos también es mucho más fácil la propagación en un monocultivo. Con las semillas esto puede ser algo más variado. Con la misma cantidad de abono no podrás satisfacer a todas. La alimentación ha de ser un poco más individualizada. Tampoco todas las semillas estarán maduras para la cosecha en el mismo momento, aun habiendo salido del mismo paquete que las demás. 

Fotoperiodo

Las plantas que son trasplantadas al jardín exterior, ya sean simientes o clones, sufren un cambio brusco de condiciones. Este cambio provoca desajustes que influyen en el resto del desarrollo. Se debe ir aclimatando poco a poco a las condiciones de afuera tanto los esquejes como los pequeños plantones. Si sacamos las plantas poco después de germinar de forma continua al exterior pueden quemarse por el sol o no resistir a un pequeño vendaval. Los esquejes suelen ser los que más sufren en este punto. Al tener la edad de la madre pueden florecer. Las semillas no, al no estar maduras, necesitan al menos un mes o más para poder pasar a etapa de floración. Si los clones no se adaptan de manera adecuada y gradual comenzarán a producir flores. Algunos recuperan y revegetan con algunos daños celulares y un considerable gasto de tiempo y energía. Otros no vuelven a crecer y avanzan hasta el final de floración, dando como resultado plantas pequeñas.

Tamaño

Si tenéis la huerta en un sitio resguardado y queréis que siga pasando desapercibida deberéis barajar la posibilidad de conseguir esquejes. Generalmente son muchísimo más altas las semillas. Los esquejes al contrario suelen ser considerablemente más anchos. Pasan algo más inadvertidos, especialmente al final de la floración. Si las semillas son demasiado altas puedes llegar a tener que equiparte con una pequeña escalera para poder vigilar las partes superiores de las plantas. Con los esquejes en principio es algo más difícil que te ocurra algo así, pero al tener tanta envergadura es harto más complicado trabajar con ellos y llegar a controlar todo su ramaje.

Producción

Calidad y cantidad, y en ese orden, suelen ser las dos palabras que más interesan a la mayoría de los cultivadores. Una hierba de categoría con exquisitos cogollos recubiertos de tricomas que supere cualquier previsión es lo que todo cannabiscultor desearía. Por supuesto esto es posible con los dos sistemas. Con los esquejes os podéis hacer una idea previa del tamaño, el nivel que han de tener las flores y el peso aproximado de la cosecha si todo va como estaba pensado. Partiendo de semillas los resultados pueden ser algo más dispares. No por ello la hierba será de baja calidad ni el peso final tiene porque ser inferior. Puede ser totalmente lo contrario. Los bancos de semillas son muy fiables en cuanto a la feminización de semillas pero, aun siendo muy homogéneas, tanto en crecimiento como en floración son apreciables las diferencias entre plantas de la misma variedad. Siempre hay alguna planta que no sabe ni se parece a lo que debería.

 

Text: TricomaTeam (tricomateam@gmail.com)

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