Doping para cogollos

Soft Secrets
06 Sep 2016

Las floración de las plantas es el momento más esperado por los cultivadores. Tras meses de cuidados las plantas empiezan a producir las deseadas flores. Si todo va bien, la producción ininterrumpida de flores dará lugar a gordos cogollos recubiertos de resina psicoactiva. Una floración tan extrema como la del cannabis requiere de numerosos nutrientes para llevarse a cabo. Para ayudar a engordar los cogollos los fabricantes de abonos han desarrollado toda una gama de productos, generalmente conocidos como estimuladores o por el término ingles “boosters”. Su función es proporcionar una dosis extra de comida a las plantas en las últimas semanas de floración que les permita desarrollar mayor cantidad de flores y resina. Veamos qué contienen estos productos y qué ventajas ofrecen. 


Las floración de las plantas es el momento más esperado por los cultivadores. Tras meses de cuidados las plantas empiezan a producir las deseadas flores. Si todo va bien, la producción ininterrumpida de flores dará lugar a gordos cogollos recubiertos de resina psicoactiva. Una floración tan extrema como la del cannabis requiere de numerosos nutrientes para llevarse a cabo. Para ayudar a engordar los cogollos los fabricantes de abonos han desarrollado toda una gama de productos, generalmente conocidos como estimuladores o por el término ingles “boosters”. Su función es proporcionar una dosis extra de comida a las plantas en las últimas semanas de floración que les permita desarrollar mayor cantidad de flores y resina. Veamos qué contienen estos productos y qué ventajas ofrecen.

Las floración de las plantas es el momento más esperado por los cultivadores. Tras meses de cuidados las plantas empiezan a producir las deseadas flores. Si todo va bien, la producción ininterrumpida de flores dará lugar a gordos cogollos recubiertos de resina psicoactiva. Una floración tan extrema como la del cannabis requiere de numerosos nutrientes para llevarse a cabo. Para ayudar a engordar los cogollos los fabricantes de abonos han desarrollado toda una gama de productos, generalmente conocidos como estimuladores o por el término ingles “boosters”. Su función es proporcionar una dosis extra de comida a las plantas en las últimas semanas de floración que les permita desarrollar mayor cantidad de flores y resina. Veamos qué contienen estos productos y qué ventajas ofrecen.

Los fabricantes de abonos cannábicos tienen diversas lineas de productos, se deben combinar en distintas proporciones a lo largo de la vida de las plantas, así crean una solución nutritiva que contenga todo lo que necesitan para desarrollarse al máximo. Como podemos imaginar, hay una razón comercial y de marketing en este enfoque, lograr que el cultivador gaste más dinero comprando varios productos en lugar de uno sólo. Sin embargo, no sólo son razones comerciales, también hay razones químicas que impiden combinar ciertos nutrientes en ciertas dosis. La mayoría de las lineas de abonos constan de un fertilizante base para crecimiento y otro para floración. El primero se emplea hasta que las plantas empiezan a brotar flores y el segundo desde ese momento hasta una o dos semanas antes de cortar las plantas. Además de los abonos base, suele haber un producto con enzimas, un estimulador de raíces, un estimulador del crecimiento y un estimulador de floración. De todos ellos, el estimulador de la floración es, sin duda, el más útil y necesario. En la floración del cannabis se pueden distinguir tres fases diferentes en función de los nutrientes que son necesarios. La primera fase dura tres o cuatro semanas, según la variedad, y empieza con la aparición de las primeras flores en exterior o el cambio del fotoperiodo en interior. En esta fase se produce un gran crecimiento de la planta que puede llegar a doblar su altura. También brotan numerosas flores aunque no tantas como lo harán más adelante. En esta primera fase se requieren cantidades considerables de nitrógeno, fósforo y potasio, así como elementos secundarios y microelementos. Todo esto lo lleva el nutriente base de floración. La segunda fase comienza cuando las plantas dejan de crecer en altura y se alarga hasta una o dos semanas antes de la cosecha. En la segunda fase disminuye casi completamente la necesidad de nitrógeno y se dispara el consumo de fósforo y potasio. Es en este momento cuando los boosters resultan más útiles. Se añaden a la solución nutritiva junto al abono base de floración y elevan las proporciones de fósforo y potasio en la mezcla final. Ambos son necesarios en cantidades considerablemente grandes para lograr una buena producción. El potasio es una pieza fundamental de la mayoría de las enzimas de las plantas y regula algunas funciones tan importantes como la apertura y el cierre de estomas, con su vital importancia para el intercambio de gases o la absorción de agua. El fósforo está en cada célula de la planta y se emplea para la trasferencia de energía, el transporte de nutrientes o la fotosíntesis. De todos los estimuladores o boosters de floración, el más antiguo, más popular y más utilizado es el famoso PK 13-14 que contiene un 13% de fósforo y un 14% de potasio. La tercera fase engloba los últimos 7 a 14 días antes de la cosecha, en ellos las plantas se riegan sólo con agua para que se limpien de los minerales acumulados. Algunos cultivadores añaden hidratos de carbono y enzimas en esta última fase para mejorar el sabor final, pero deben usarse productos que no contengan nutrientes NPK. Casi todos los estimuladores de la floración tienen una base de fósforo y potasio a la que los distintos fabricantes añaden diversos ingredientes para lograr un mayor efecto y diferenciarse de la competencia pero, en realidad, fósforo y potasio son la clave. Hay que tener mucho cuidado y no mezclar distintos boosters si no se conoce con precisión qué contiene. Como casi todos llevan mucho fósforo y potasio, al usar varios podemos llegar a sobredosificar las plantas o quemar las raíces. Respeta las indicaciones del fabricante y comprueba siempre el pH y la EC final de la solución nutriente, antes de aplicarla al cultivo. Aunque hacen falta en pequeñas cantidades es frecuente que puedan aparecer carencias de algún microelemento al final de la floración, especialmente si el pH de la tierra no es muy adecuado o si las sales se han ido acumulando en el sustrato. La aplicación de microelementos quelatados fáciles de absorber permiten que la planta engorde los cogollos hasta el final, por eso se incluyen en muchos estimuladores. Un aporte extra de estos oligoelementos ayuda a que la floración se complete de modo normal, pero hay que tener en cuenta que la mayoría de los planes de cultivo ya aportan microelementos y una doble dosificación puede ser perjudicial. Además de minerales los booster pueden combinar enzimas, fitohormonas, aminoácidos, hidratos de carbono, vitaminas y una larga lista de productos.

Aminoácidos

Los aminoácidos son moléculas ricas en nitrógeno que las plantas usan como ladrillos con los que fabrican las proteínas. Las plantas sintetizan aminoácidos por medio de reacciones enzimáticas a partir de los minerales que absorben del suelo, aunque también pueden absorberlos directamente a través de las raíces. La síntesis de los aminoácidos es un proceso que consume mucha energía y al que la planta debe dedicar un esfuerzo considerable. La fertilización con aminoácidos permite que las plantas tomen estos compuestos directamente del suelo y se eviten el gasto energético de sintetizarlos. Los aminoácidos tienen muchos efectos beneficiosos. Son precursores y activadores de fitohormonas y enzimas. Activan los microorganismos del suelo. Aumentan la resistencia de las paredes celulares, incrementan los niveles de clorofila, terpenoides, fenoles, flavonoides y alcaloides. Mejoran la respuesta de la planta en situaciones de estrés como altas temperaturas, falta de agua, plagas, etc. Otro interesante efecto de los aminoácidos es que ayudan a transportar microelementos dentro de la planta, formando quelatos con ellos. Se pueden usar pulverizándolos sobre las plantas o aplicarlos disueltos en el riego. En las últimas semanas de la floración, cuando las plantas requieren un mayor gasto energético, la aplicación de aminoácidos resulta útil para facilitar en engorde de los cogollos.

Vitaminas

Los efectos de las vitaminas sobre las plantas son numerosos: sobre todo reducen el estrés ambiental y estimulan el metabolismo. Las vitaminas del grupo B son las más empleadas en los estimuladores de la floración, especialmente B1, B2, B3 y B6.

Enzimas

En los seres vivos, las reacciones químicas se catalizan, aceleran o estimulan por medio de enzimas. Las enzimas son proteínas pues están formadas por cadenas de aminoácidos. Los productos fertilizantes o estimulantes con enzimas facilitan la descomposición de la materia orgánica muerta del suelo, lo que libera nutrientes para las plantas. Además, las enzimas estimulan el crecimiento de la planta.

Carbohidratos

Los carbohidratos, también llamados glúcidos, son distintos tipos de azúcares como sacarosa, glucosa, fructosa, dextrosa, arabinosa, xylosa, maltosa, etc. Constituyen la forma biológica principal de almacenamiento y consumo de energía, en otras palabras, son la gasolina de los seres vivos, tanto plantas como animales. Con los carbohidratos sucede como con los aminoácidos. Las plantas pueden fabricarlos ellas mismas o absorberlos directamente ahorrándose el trabajo y la energía requeridos para sintetizarlos. La aplicación de carbohidratos en el agua de riego tiene otros beneficios como estimular la vida microbiana del suelo, lo que indirectamente mejora la fertilidad y la disponibilidad de nutrientes. Aumentan el peso de los cogollos y mejoran el sabor final del producto.

Ácidos húmicos y fúlvicos

Son moléculas que actúan como catalizadores orgánicos, ayudando a quelatar minerales y compuestos orgánicos, facilitando su absorción por las plantas y el transporte por su interior. Las sustancias húmicas (ácidos húmicos, fulvicos y huminas) están presentes en el humus, que es un componente de casi todos los suelos que se forma por la descomposición de la materia orgánica. La diferencia entre los ácidos fúlvicos, los ácidos húmicos y las huminas está en la edad del humus. La descomposición de la lignina da lugar a ácidos fúlvicos. Los ácidos fúlvicos se van polimerizando y dan lugar a los ácidos húmicos. Estos, cuando la polimerización continúa, se convierten en huminas. Según la edad del humus será más o menos rico en ácidos fúlvicos, húmicos y huminas. Los ácidos húmicos y fúlvicos, junto con la arcilla presente en el suelo, mejoran la capacidad de intercambio catiónico y con ella la disponibilidad de nitrógeno amoniacal, potasio, calcio, magnesio, cobre, hierro, manganeso y zinc. Por su bajo peso molecular, el ácido fúlvico se absorbe muy fácilmente ya que es capaz de penetrar fácilmente a través de las raíces pero también de las hojas. Por eso es muy adecuado para emplear en pulverización. Las huminas, por su parte, mejora la capacidad de intercambio aniónico que influye en la disponibilidad del nitrógeno nítrico, fósforo, azufre, boro, molibdeno y cloro.

Hormonas vegetales

Las plantas usan las hormonas como mensajeros para enviar órdenes a las distintas partes del organismo. Se usan hormonas para empezar a florecer, para crecer hacia la luz, para estimular el sistema inmunitario, etc. Hay seis tipos de fitohormonas, cuatro de ellos (auxinas, giberelinas, citoquininas y brasinoesteroídes) son estimulantes del crecimiento y dos (etileno y ácido abcísico) son inhibidores del crecimiento. De todas ellas, las auxinas son las más habitualmente empleadas por los cultivadores de cannabis, aunque algunos boosters incluyen también giberelinas.

Alfalfa / triacontanol

El triacontanol es un estimulador del crecimiento vegetal de origen natural. Se encuentra, entre otros sitios, en la alfalfa, la caña de azúcar, las hojas de té, la cera de abejas o las ceras que cubren la piel de las frutas. Es un alcohol de cadena larga con grandes cualidades como regulador del crecimiento vegetal. El triacontanol potencia la fotosíntesis, aumenta la velocidad de división celular produciendo un mayor cantidad de raíces y brotes. Mejora la absorción de nutrientes y facilita una mayor retención de agua. Potencia la acción de las enzimas y hormonas naturales de la planta. Mejora la síntesis de proteínas. Aumenta el número de cogollos, la altura de la planta y la ramificación. Promueve una maduración más temprana de las plantas. Algunos fabricantes afirman que el peso seco de la cosecha puede aumentar hasta un 30% empleando triacontanol. Está presente en numerosos productos estimuladores y boosters, por ejemplo en Nirvana de Advanced Nutrients. A veces no se cita por su nombre sino que se indica que el producto contiene alfalfa, o harina de alfalfa, o extracto de alfalfa, pero la alfalfa se añade por el triacontanol que contiene. Muchos cultivadores piensan que también está presente en otros estimuladores aunque no esté indicado en la etiqueta. Probablemente muchos de los fabricantes de fertilizantes que no dicen que usan triacontanol lo hacen por miedo a que el nombre del producto suene demasiado químico y poco natural y los cultivadores prefieran evitarlo. En realidad es es un ingrediente natural del extracto de alfalfa que parece ser completamente inofensivo para las personas. Autor: José T. Gállego
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