Cosecha de primavera

Soft Secrets
25 May 2016

Cosechar antes de empezar el cultivo de verano es relativamente sencillo. 


 

Cosechar antes de empezar el cultivo de verano es relativamente sencillo. Sólo hay que conocer y adaptarse un poco a las circunstancias que lo rodean y obtendremos unas flores pequeñas pero rebosantes de resina con las que podremos rellenar nuestras reservas o aprovechar para hacer unas magníficas extracciones.

Son varios los factores que hay que tener en cuenta a la hora de hacer un cultivo de primavera, algunos están más de nuestra mano que otros, y si todos acompañan un poco a favor el resultado puede ser tan bueno que acabarás aprovechando el jardín todo el año. Papel y boli, lo primero. Ten presente la duración de la floración de tus variedades y prepara el calendario con suficiente antelación. La fecha límite de corte aproximada es el 15 de mayo, a partir de este momento las plantas revegetarán. Calcula bien y trasplántalas lo más tarde que puedas aprovechando que las temperaturas serán algo superiores con el paso del tiempo. Hay que seleccionar los clones y semillas más grandes, resistentes y rápidos para obtener los mejores resultados. Necesitan estar un tiempo previo en estado vegetativo bajo lámparas antes de ser llevadas al exterior, dado que una vez puestas en tierra madre apenas darán un estirón e iniciarán la floración. Es muy importante crear una zona de cultivo apropiada para que su breve estancia sea lo más confortable y cálida. Una vez fuera no exigen demasiados cuidados ni riegos, tan sólo estar un poco atentos a cualquier adversidad que pueda surgir, paciencia y buenos alimentos, como en el resto de ocasiones. Las plantas y los cogollos que se obtienen fuera de temporada son de un tamaño algo inferior a los obtenidos en septiembre u octubre, pero suelen compensar con un buen aporte de glándulas.

Variedades

Las más aconsejables son genéticas cuya floración sea muy corta y si cabe que soporten bien la humedad y las bajas temperaturas. Las indicas son las más idóneas para este tipo de cultivo debido a su corto periodo de floración, pero podemos probar con cualquier variedad siempre y cuando la saquemos al exterior con tiempo suficiente, antes de que revegeten. Las semillas automáticas son otra muy buena opción, pudiendo llevarlas fuera más avanzados los meses y evitando tener que darles luz en interior previamente.

Crecimiento

Los diez primeros días regaremos con enraizador y abono de crecimiento. Apenas crecerán, únicamente darán el estirón de los primeros días de floración. Las horas de sol diarias no son suficientes y nada más sacar nuestras plantas comenzarán a florecer. Después seguiremos con el ciclo normal de abonado en floración que seguiríamos en temporada normal y evitaremos aplicar nada durante las dos últimas semanas.

Terreno

Los mismos agujeros que usamos en temporada de verano nos sirven perfectamente para este cultivo. Las lluvias no van a cesar y el sol apenas calienta, por lo que un sustrato con buen drenaje es importante sobre todo si nuestro jardín se encuentra totalmente a la intemperie. Removeremos el terreno y añadiremos estiércol en la parte inferior para aportar calor a las raíces. Los lechos elevados son probablemente la mejor opción para los cultivos tempranos y eliminan la necesidad de cavar. Añadiendo también compost en la parte inferior conseguiremos mantener cálidas las plantas. Hay que aportarlo con anterioridad suficiente para evitar quemar las plantas.

Condiciones climáticas

El frío y la lluvia serán una constante. Si nos adelantamos mucho puede incluso que alguna helada o nevada nos coja en medio del camino y peligre nuestro plan. Todo esto ralentiza o frena los procesos vitales de las plantas y reduce la producción. Un invernadero es de gran ayuda y evita una gran mayoría de males. Estar atentos a los días de fuerte viento o vuestro invernadero junto con vuestros seres y enseres terminarán volando hasta algún sitio indeseado.

Cosecha y manicura

La manicura no lleva mucho tiempo por ejemplar debido a su reducido tamaño, pero sí es ligeramente más incómoda, el ratio de hojas por cogollo es bastante más alto de lo habitual. La cosecha es pequeña pero dentro de lo esperado. Ni la densidad ni el volumen son equiparables a los obtenidos en temporada, pero si tiene un tamaño suficiente y se observa además una gran concentración de resina.

Experiencia propia

Todo lo que una planta recibe lo devuelve en flores llenas de tricomas. Nuestro primer cultivo de primavera fue más bien una toma de contacto con este tipo de cultivo pero resultó lo suficiente satisfactorio, recibimos más de lo que esperábamos y no dudaremos en repetir año tras año. Preparamos dos jardines, uno de ellos lo llenamos con 20 clones de buen tamaño de variedades mayormente Indicas y otro con 14 semillas en un lugar más inaccesible pero más protegido del viento y con mayor incidencia solar. Aprovechamos los agujeros que utilizamos en verano, simplemente removimos el sustrato y plantamos. Regamos con estimulador de raíces ese mismo día y una semana después con pequeña dosis de crecimiento. Volvimos unos días después y los primeros grupos de pistilos ya estaban visibles. Decidimos no acudir más hasta tiempo después. Las lluvias eran diarias y solo podíamos esperar que aguantasen. Regresamos tres semanas antes de la cosecha y añadimos un riego con abono de floración y otro con estimulador. Las flores tenían ya buen tamaño y en principio solo había que esperar que engordasen un poco más y cortar. El día 27 de abril aprovechando una mañana de sol y ante las previsiones meteorológicas recogimos nuestras plantas en los dos jardines. Las plantas presentaban tonalidades más oscuras y los tricomas en cambio parecían más brillantes. La manicura resultó un poco engorrosa por el agua de lluvia y el exceso de hojitas pequeñas alrededor de los cogollos. Los clones dieron algo más de 700 gramos en total y las semillas sumaron unos 500 gramos más, ¡muchos motivos para que vayas a por la pala y te pongas mañana mismo a cavar!
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