¿Cómo se hace una buena cata?

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20 Feb 2015

Después del cultivo y la cosecha, llega el momento que todo cultivador espera, la cata. Hasta que no probamos la marihuana no sabemos el éxito de nuestra plantación. Es en este momento cuando sabremos si hemos hecho un buen trabajo. Por eso, para examinar bien una muestra hace falta seguir una serie de pasos. Varios growshops nos explican como catan.


Después del cultivo y la cosecha, llega el momento que todo cultivador espera, la cata. Hasta que no probamos la marihuana no sabemos el éxito de nuestra plantación. Es en este momento cuando sabremos si hemos hecho un buen trabajo. Por eso, para examinar bien una muestra hace falta seguir una serie de pasos. Varios growshops nos explican como catan.

Después del cultivo y la cosecha, llega el momento que todo cultivador espera, la cata. Hasta que no probamos la marihuana no sabemos el éxito de nuestra plantación. Es en este momento cuando sabremos si hemos hecho un buen trabajo. Por eso, para examinar bien una muestra hace falta seguir una serie de pasos. Varios growshops nos explican como catan.

El cannabis tiene miles de matices, formas, olores y sabores. Cada cogollo es diferente y nos puede sorprender de muchas maneras. Los efectos también son variados. En la actualidad disponemos de tantas variedades que nos resulta difícil hasta diferenciarlas. Muchas de ellas son híbridos, mezclas de otras cepas más conocidas. Si hay algo que tiene que saber hacer un buen fumeta es catar cada cogollo que pasa por sus manos. Es la base para saber cuando estás fumando buena hierba o tan sólo estás dando caladas a algo parecido a los geranios de tu madre. Por eso, tres growshops de diferentes partes de nuestro país nos han explicado como degustar nuestros cogollos.

Entrar bien por los ojos

Como seres humanos que somos, nos fijamos mucho en la apariencia de nuestras plantas. Nadie va a querer fumarse un cogollo que parece que está medio podrido, pero todos nos deseamos una de esas preciosas flores que solemos ver en las redes sociales de los mejores cultivetas. Según el Grow Shop Delicias del Té, la marihuana ‘’debe tener apariencia sana, buen color y mucha resina. Mejor si miramos con una lupa el estado de la resina, para comprobar su color y saber si la hemos recogido en su punto óptimo’’. Esto último es de suma importancia, ya que dependiendo de la fase de la floración en la que hayamos cortado la marihuana, sus efectos serán diferentes.

Si los tricomas son de color transparente, hemos sido demasiado impacientes y hemos cortado antes de tiempo. Por el contrario, si la mayoría de tricomas son de un tono ámbar, el THC está degradándose y el efecto será más narcótico que si cortamos cuando están blancos o lechosos. Ese es el punto óptimo para cortar la hierba, aunque también depende de lo que busque cada uno. Para Sinsemilla Street, lo primero que les llama la atención, nada más ver la muestra, es su presencia.  ‘’Aquí es donde valoraremos su aspecto, dureza, forma, color, concentración de cristales o glándulas etc... Somos seres muy visuales además de auténticos enamorados de nuestra planta, por lo que la presencia es algo muy importante’’.

El aroma y el sabor, imprescindibles

El olor y el sabor de la planta nos puede indicar muchas cosas. Podemos saber que variedad es, si ha sido cultivada en exterior o interior e incluso si se han utilizado más productos de los que se debería. Si hay algo que caracteriza a la marihuana es su inconfundible aroma. Ese olorcito que tanto atrae a las autoridades y que inunda nuestras casas cada vez que guardamos este oro verde en el armario. Por eso, esto y el sabor son otras características principales de una buena hierba. Para analizar esta cualidad, Grow Honey nos propone hacerlo antes y después de triturarla: ‘’Hay que comprobar el color y el olor antes de grindear el cogollo y su textura y olor después del grindeado’’.

Sinsemilla Street también nos recalca la importancia de este proceso: ‘’En el olor veremos los matices de la planta y si el trabajo del secado y curado por parte del cultivador se ha realizado bien. Son muchos los cultivadores que no escatiman en tiempo ni esfuerzo a la hora de cultivar, pero que después no prestan demasiada atención a su secado y curado, perdiendo en gran medida los maravillosos terpenos. Esas pequeñas moléculas aromáticas que tanta fragancia y sabor le dan a nuestras plantas. Estos son sumamente volátiles y un mal secado o curado hará que al final del proceso, por mucho olor que la planta tuviera cuando estaba viva, se quede con olor a césped’’.

Los chicos de Delicias del Te tienen un truco para saber si la hierba está en su punto: ‘’Tiene que oler bien, un olor muy metálico nos indica un exceso de fertilizantes y un olor fresco nos da a entender que la marihuana está cosechada hace poco tiempo. Al contrario, un olor amaderado y con toques a hachís nos indica que la marihuana tiene un tiempo de curación’’.

Apreciar un colocón requiere su tiempo

El último pero no menos importante matiz que necesitamos saber para dar el visto bueno a una muestra es su efecto. Eso por lo que nos la fumamos y por lo mismo que la han criminalizado. Una buena planta destaca por las secuelas que nos deja tras recorrer nuestro cuerpo. Si te fumas una hierba que te deja igual que antes de fumártela, ¿para qué fumar?. Por eso, todos los grows entrevistados recalcan un paso importante: catar con tiempo. Apreciar el efecto que nos ofrece cada cogollo después de fumarlo. Sinsemilla Street nos lo aconseja: ‘’Para poder detallar con objetividad el efecto es imprescindible dejar pasar el tiempo necesario entre muestra y muestra. De esta forma evitamos que los efectos se solapen, por el hecho de catar una muestra tras otra’’.

Para catar bien la hierba, Grow Honey nos cuenta que ellos siempre lo hacen con una pipa o un canuto a cartón directo, sin tabaco de por medio. Si el humo que inhalamos es blanco, es sinónimo de calidad. Al igual que una ceniza blanca y homogénea. Ahora, ¡prueba con el cogollo que tengas más a mano tus nuevas dotes de juez cannábico!

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